miércoles, 24 de julio de 2019

REFLEJOS DE LA VIDA





LOS REFLEJOS DE LA VIDA.

De ese examen final
que ninguno aprobaremos



cuando era niño en un espejo de tres cuerpos los dos laterales se podían mover  de forma que se formaban reflejos al infinito que todavía esta en la casa de Chosica, siempre me fascino.  

Un arquero de elite mundial, de selección campeona del mundo, de uno de los mejores equipos del mundo, aun joven pero ya por terminar su participación en el primer nivel,  de pronto entrenando con su equipo en la pre temporada, se desvanece es llevado de emergencia a una clínica  ha sufrido un infarto.
Se recupera pronto, sonríe se ha salvado de una buena, tiene su futuro económico asegurado, pero quiere seguir jugando, recuperarse no acepta que su corazón que tantos fuertes entrenamientos superó, le haya jugado una mala jugada.

Al día siguiente saldrá de la clínica, en la soledad de la noche piensa en su futuro, se levanta a ver la calle desde la ventana y por un breve instante se ve en el reflejo del vidrio, se le vienen muchas ideas, pero comprende que su carrera estelar ha terminado.


El  catedrático se sienta en el gran sillón detrás de escritorio adornado con un banderín de la universidad, es Rector. Anda por los cincuenta, ha tenido un ascenso continuo, ha triunfado.
Acaricia el sillón de cuero, cierra los ojos y suspira profundamente, lo ha logrado le ha costado un gran esfuerzo, mucho estudio, una intensa competencia, a veces no  muy leal, pero así es la vida una lucha, donde vences o eres vencido. Las armas  suelen ser no muy limpias  el mundo pertenece a los vencedores.

Recuerda su niñez pobre en la sierra del país, sus carencias a su padre con ojotas deslomándose de sol a sol , desde pequeño tomo la firme decisión de no ser como él, no viviría en   casa de adobe  y techos de paja, el colegio ,la educación era el camino.

Llego a la universidad y vio la necesidad de vestirse bien, andar  pulcramente, el  pelo corto y bien peinado, los zapatos brillantes –como te ve te tratan-  escalo exitosamente en la misma universidad, hasta que se le presento la oportunidad de estudiar en el extranjero, cuando regreso fue profesor de una universidad nueva y exitosa, llego a ser decano y luego de dejar atrás a la competencia en feroz lucha donde los padrinazgos campeaban, dejo a viejas amistades,  consiguió nuevas necesarias y ventajosas relaciones, no podía calificarlas de amistades pero al fin estaba  sentado en el rectorado.
Solo en la cumbre se sentó bien, tomo  su fino lapicero de su saco, de su muy fino   terno azul, se sentó bien para escribir, y de pronto  se percató  en la gruesa luna del escritorio de su rostro con lentes,  seguía siendo la cara triste del niño que fue.


Regresaba de comprar el pan para el lonche y la cena, era la misma rutina desde su juventud, muchos años por las mismas calles, los negocios habían cambiado .Ya no estaban la antigua farmacia, la librería, la renovadora de calzado, ahora eran chifas pollerías, gente a la que ya no conocía, incluso la panadería antigua ya no estaba, ahora compraba el pan en un supermercado.

El paso cansino de los años, de la juventud ida, caminaba sin mayor preocupación, sin recuerdos ni planes para el futuro, la bolsa de pan caliente, de pronto se pregunta ,cuantas veces habría ido a la panadería, cuantos soles habría gastado en panes, cuantos panes , cuantos kilómetros habría caminado a lo largo de los años, sonríe, se detiene frente a un escaparate de una tienda ,el vidrio le devuelve su imagen, no puede creer que la persona al frente fuera ella, suspira y sigue  su diaria marcha.

El gordo  de terno barato apura a su chofer – corre carajo, voy a llegar tarde- brama. Se arregla la corbata, la camisa no le cierra, el cuello gordo, la papada, se pasa la mano por el pelo lacio y largo, mientras piensa en el discurso que debe  dar, el chofer acelera, ya lo conoce siempre estaba tarde para todo.

Tengo que bajar de peso piensa, mientras respiraba agitado – ¿tienes mis pastillas, Jose? Le pregunta al chofer.
 –Si doctor- contesto  le alcanza el captopril y le recomienda  no se olvide lo que le dijo su médico – si carajo ya lo sé , mañana vamos si o si dijo mientras toma la pastilla sin agua, Jose le alcanza la botella de agua.

Entra a la oficina coordina  con la secretaria y su asesora una guapa y joven mujer.se acomoda en el sofá  - me despiertan cuando comience la sesión – grita, sueña  siendo un joven pelucón dirigente universitario, flaco, pobre, ve el comedor universitario, su viaje a Cuba.

Despierta , recordando  en todo ese tiempo en que creía que podía cambiar el mundo, la revolución y tantas ilusiones, todo se había ido al carajo, no era más que un gordo comelón y borrachoso, estaba en ese partido corrupto ,pero que carajo, chamba es chamba y el sueldo que dan por hablar cojudeces . Habla bonito eso sí
.
Se levanta fue al baño y se mira en el espejo y le da nauseas, y se marea no llegara a saber si era por lo que veía o por la comilona  del almuerzo.


Un hombre  se despierta en la noche va al baño, camina en la oscuridad. Jodida próstata masculla, va sin zapatos  siente frío, la casa esta oscura, su esposa duerme, el perro le mueve la cola.

Va despacio, orina en silencio en la oscuridad,  va la cocina se sirve un vaso de agua, y regresa al pasar por la salita siente escalofríos, el sueño se le ha ido, no sabe la hora pero calcula que serán como las tres de la mañana, siempre se despierta sobre esa hora, a veces se vuelve a dormir, otras le da la pensadora o se acuerda de el tiempo que trabajaba, de sus compañeros y  ve como amanece.

De  la camisa de su pijama sobresale un rosario de plástico blanco, lo toma con su mano derecha y suspira – la vida  dice, mientras siente los pocos autos que circulan. Regresa en silencio a su dormitorio para no despertar a su mujer. Pasa por el cuarto   de su hijo, ya casado, vive cerca al menos. Prende la luz y ve sus cosas su cama su escritorio, los afiches y el ropero, lo abre y en el espejo un  viejo pelado, con la barba crecida lo mira,  ve su rosario  y le viene de súbito a la mente, el cáncer ha regresado, no le dicho a su mujer, el medico se lo ha confirmado y le dice para hacerse de nuevo la quimioterapia, ha quedado en contestar no está seguro, total tiene más de setenta .Sabe que el fin ha comenzado.

Julio 2019.

viernes, 19 de julio de 2019


  CUIDADO ,GALLETITA


Tocaron la puerta muy temprano, el hombre sabia que  venían por él. Es que nadie tocaba su puerta ni tarde ni temprano, las pocas visitas eran coordinadas y sabia quien tocaba. esa mañana no fue asi, se levanto  soñoliento con la boca amarga, los whiskies que tomaba todas las noches antes dormir le pasaban la factura.
Abrio la puerta, los hizo pasar sin preguntar nada, Igual se identificaron y le comunicaron el motivo de su prescencia mañanera.se vistio rapido , la esposa tambien lo hizo rápidamente ,sabia lo que estaba pasando , no lo esperaba pero había sucedido y no era un mal sueño, ademas algun dia vendrían por ella, tendría que huir pronto.
Lo que no esperaban comenzó a suceder muy rápido, registraron la casa y encontraron el maletín con los dolares, lo retuvieron como prueba, esperaba no encontraran el millon escondido pero  la búsqueda fue exhaustiva y dieron demasiado rapido con el escondrijo. le hubiera hecho caso a su esposa, que escondio los otros millones en un lugar seguro.

 Lo metieron en una celda, recordó las apoteósica marcha, las juerga en el avion a la bella y joven policia que lo acompañaba, la casa de playa en el norte y el primer millón de dolares con que lo sobornaron,todo lo que habia hecho, se tomo la cara con las dos manos  y pensó en Alan.

martes, 16 de julio de 2019


 EL CHICO QUE TODO LO HACIA BIEN.


Nos hicimos amigos en primero de primaria por los años sesenta, .más de cincuenta y cinco años, Juan Luis, era el más pequeño del salón, y siempre los conocimos como Juanito.

Vivíamos cerca, a unas tres cuadras, era de una familia humilde, su casa era pequeña, en la subida a San José el barrio que bordeaba el cerro del mismo nombre y donde estaba la cruz del Chosica, su madre trabajaba en casa también era pequeña, y su padre empleado público tampoco era alto, Juanito era pequeño delgadito y cabezón  pero nunca nadie le hizo burla ni lo molestaron, era y sigue siendo un tipo agradable amable. Los compañeros  lo queríamos y protegíamos.

Estudiamos primaria y secundaria, un chico muy hábil, estudioso, siempre estaba entre los primeros puestos, yo era más bien un alumno flojo, con otros intereses no escolares, mi padre me reclamaba que tenía todas las cosa para ser el mejor alumno,  pero algo en mí no funcionaba, para mí el colegio eran los amigos los recreos, las tareas y la atención a clases  no entraban en mi cabeza  era muy distraído.

En cambio mi amigo Juan Luis era un  atento estudiante, se sentaba en la primera fila y tenía una concentración muy fuerte   en los que decía el profesor o profesora, sus cuadernos era limpios con una letra de una uniformidad increíble del mismo tamaño desde primaria hasta secundaria, sin faltas de ortografía , los títulos  subrayados en rojo, los mapas hechos a mano sorprendentemente casi iguales a los libros,  cumplía todas las tareas, siempre estaba al día en los cuadernos , yo iba siempre a su casa para que me los prestara para ponerme al día, no iba  mucho a la casa de otro compañero y amigo que también vivía en el barrio, Rodolfo , porque tenía una letra horrible creo peor que la mía.

Yo era alumno de media tabla de los treinta andaba por el puesto quince. A veces lograba el noveno, sin mayor esfuerzo ni preocupaciones, pero Juanito era disciplinado dentro y fuera del colegio, no necesitaba que su mamá lo anduviera empujando  para las tareas el solo se sentaba hacer sus tareas con una extraña concentración con sus lápices lapiceros borrador regla eran un orden permanente. A veces yo llegaba a su casa y me hacía pasar pero mientras no terminaba su tarea no me hablaba yo lo miraba o de otro cuaderno comenzaba a ponerme al día, con mi letra infame y las puntas de las hojas de mi cuaderno todas dobladas, sus sala era además comedor y sala de trabajo de su mamá.

Con el chato como le decíamos nos unía una gran amistad que trascendía el colegio, en vacaciones o los fines de semana salíamos a montar bicicleta, recuerdo que la suya era contra pedal de esas que al parar y poner el pedal para atrás se frenaba. Jugábamos fútbol en su barrio.

Además  de ser un gran alumno, jugaba futbol con  destreza,  llevaba la pelota, por decir hoy como Messi, pegadita al pie dribleando a todos hasta que uno más grande lo sacaba con el  cuerpo  fauleandolo tenía un extraordinario dominio de la pelota,  no tanto  del juego en equipo.

 Tanto era que en  las pataditas,  las dominadas era un campeón interminable  , eso de darle a la pelota sin que caiga al suelo , golpecitos suaves con el empeine para que la pelota no se eleve mucho , donde la posición del cuerpo es especial así como los brazos para conservar el equilibrio, y la manos con los dedos crispados, los mas diestros mayores los de secundaria  hacían hasta ochenta antes de cansarse , yo llegaba en mis  momento estelares  ,muy raros además a 20 pero el chato iba por 180 y seguía con la mirada fija en la bola, los movimientos rítmicos, monótonos.

Tanto fue así que lo animamos a presentarse a un concurso en televisión de un programa infantil el del tío Johnny. Un tío en una parte del camino que aparecía a las cinco de la tarde vestido con un saco a rayas amarillas y negro y una sarita, un sombrero de paja. Era un concurso nacional  lo gano le dieron  un televisor de premio.

Especial era Juan Luis, todo lo hacía bien, cantaba  bien, recitaba largas poesías. Jugaba bien al futbol, unos años después estaríamos en quinto de primaria creo, y salió el concurso de yoyo Roussel,   con pruebas de habilidad y destreza, el dormilón, el columpio,  tirar el yoyo para arriba, la vuelta al mundo que era un giro en 360 grados, y volver a recoger la pita del yoyo.  También en la televisión se presentó y también lo gano, con una tranquilidad asombrosa, sin mayores gritos, parecía no emocionarse, apenas levantaba los hombros y una sonrisa .

Igual sucedió después con uno de paleta pelota, unidos por un elástico  que había que hacer rebotar y hacer unas piruetas que requerían mucha práctica y concentración. Gano el concurso tranquilo, de lejos. Lo que hacía carretita. esa fue su chapa del barrio,   lo hacía bien.

Cuando estábamos en quinto de media en 1971, estábamos metidos en el mundo del rock con Woodstok  , los hipis y la marihuana como  vehiculo a otras percepciones distorsionadas de la realidad como muchos chicos de esa edad Juanito se puso    a fumar hierba como lo hizo con todo lo que hacía, con pasión dedicación , entusiasmo , fumaba mucho y andaba en las nubes. Cuando toco postular a la universidad , dejo todo  y se preparó con  ahínco, logrando entrar a San Marcos, fue allí que hizo un viaje a Huanta en Ayacucho con unos amigos y se compró una guitarra con la poca plata que tenía, y siguió sus experiencias con la marihuana y aprendía con rapidez a tocar la  guitarra, lo que no nos asombró, aprendió con una revista de cinco soles,  por ese tiempo comenzó a experimentar con otros alucinógenos con hervidos del cactus San Pedro, las flores de floripondio. Eso lo desubicó  andaba ido y tocando la guitarra a la que había agregado una armónica   pasaba los días en eso.

Los amigos del colegio estábamos en la diferentes universidades  pero sabíamos de las andanzas de Juanito, la gente decía ya quemo, solo vive para fumar parece que se hizo adicto, había descuidado su aspecto y como que había perdido la sonrisa y el afecto.

Hasta que un día nos avisaron que había tenido una crisis y lo habían internado en el hospital psiquiátrico Hermilio Valdizan  mas conocido como El Asesor. Nunca llegamos saber el diagnostico, estuvo internado varias semanas, con los compañeros más cercanos lo fuimos a ver, era una realidad fea, llegamos y los internos nos pedían cigarros, todos con evidentes  trastornos mentales, viejos que se reían, solos, hombres acurrucados en una esquina, otro hablando solo, otros corriendo por el campo deportivo, Juanito nos llevó a su dormitorio  un ambiente con seis  camas, con suelo de cemento pulido, un baño común no muy limpio.

Me mostró en un momento que estuvimos solos una cajita e fósforos  con unas pastillas descoloridas que no había tomado y engañaba a las enfermeras colocándolas debajo de los labios, cuando le requerían abrir la boca  – averíguame para que sirven, me hacen daño- me dijo.

Le explique que no podían identificarse así, tampoco sabía el nombre de las pastillas, cuando salíamos, le informe al enfermero de lo que hacia mi amigo, salimos muy tristes. A las semanas le dieron de alta, nunca más fue el mismo , hablaba diferente como que se perdía en lo que decía,  la mirada perdida ,salía con otros temas se acordaba de cosas del colegio y reía.

Pasaron los años y no se recuperó no podía trabajar, andaba con su guitarra, y eventualmente vendía gelatinas que su madre le preparaba, tenía momentos de mucha lucidez y conversábamos de la actualidad, pero de pronto se perdía  y se quedaba callado, y se perdía en el pasado.Con los años recupero cierto equilibrio, y hasta hace poco se mantenía bastante bien, yo ya vivía en Lima y casi no nos veíamos. Creo que esa genialidad que el colegio no pudieron identificarla comprenderla por que no estaba identificada para darle un trato especial  no era otra cosa que un chico asperger.






miércoles, 10 de julio de 2019


                                             EL REY DE LAS CANTINAS





Ya no hay muchas cantinas en la ciudad, sitios básicamente para ir a beber cervezas en mesas de fórmica y sillas plásticas, con o sin música o un televisor cuando hay un partido importante. Sitios básicamente para beber y conversar o al revés  el orden no altera lo que se busca, descansar de la chamba de las preocupaciones,los temas que siempre están en esas mesas  son los amores contrariados, la política o futbol.  sitios ordinarios, sin mayor pretensión, ya casi no hay, no es negocio me imagino, mas a cuenta sale vender la cerveza con comidas piqueos. Sitios donde se pueda jugar cachito, un cubilete y cinco dados sin importar el tiempo, ni la política ni nada lugares básicamente para hombres lugares machistas.

Ya no existen esas donde echaban aserrín o las que tenían rockola, y a lo mas había  para comer un plato con atún cebolla ají y limón mas sus galletas y como decía macho que se respeta toma en cantina de mala  muerte y bota la espuma de su vaso al suelo.

Andaba después del trabajo con Lucho  buscando un sitio donde tomarnos unas cervezas y me dice vamos al segundo piso ,  no he ido mucho pero si es un sitio solo para beber y te cobran por adelantado, tienen dos platos para hacer chicharrón de pescado y pescado frito con arroz y papas fritas , ninguno recomendable.

Llegamos y bebíamos mientras conversábamos  más que eso, recordábamos cuanto habíamos bebido antes, dos veces por semana hasta salir embriagados en el tiempo de los apagones. La cerveza trae de cortesía un plato  con cancha salada que lo único que hace es calmar la ansiedad y darte sed para seguir bebiendo.

Fue al rato que llega un tipo que saludaba a la gente se acercaba le invitaban un vaso y no lo invitaban a sentarse, tenía un vientre inmenso, no era muy alto pero corpulento medio cuadrado, un corte de pelo de peluquería de barrio, trajeado sin mayor prolijidad, camisa a cuadros  manga corta, pantalón de tela semi sintética y zapatos sin pasadores  muy usados. Se nos acercó y yo no sabía quién era, Lucho si, le invito un vaso de cerveza y ya lo estaba invitando a que se vaya, cuando a mí me entro la curiosidad de saber quién era.

Soy Manuel el rey de las cantinas se presentó, Lucho me advierte –que se vaya, ya se todos sus trucos – tiempo que no veía esos personajes que se agencian la vida mostrando trucos y habilidades con lo que hay en la cantina. Así que lo invite a sentarse y de las otras mesas voltearon como diciendo otras víctimas de Manolo.

Los juegos trucos de cantina no son de un repertorio muy amplio, así que además de eso suelen contar chistes para luego pedirte una propina y beber gratis. Tiempo que no veía a uno desplegar sus artes cantineros.  Comenzó por beberse una botella a pico sin parar, ya la había visto pero siempre me parece impresionante, tomarse 750 mililitros, de una bebida con gas sin parar, solo al final un eructo enorme de campeonato, se sentó acomodo la panza abriendo las piernas, le di 10 soles y se puso  contento, comenzó por unas clásicas la de pegar la botella en la pared en el encuentro dedos paredes, no es tan fácil, lo he intentado y solo he conseguido romper la botella.

Transcurría la tarde, y ya no se puede fumar como antes, está prohibido, deje de fumar hace mucho, igual el gordo sacó un cigarro lo prendió y nadie dijo nada, ese olor a tabaco y cerveza no lo olía mucho tiempo. Hizo unos trucos con los palitos de fósforos  todos conocidos pero la falta de memoria los renovaba. No había  muchas innovaciones, estaba ya comenzando a aburrirnos Manolo, y le dije – gracias hermanito, ahora voy a conversar con mi pata.

No se sorprendió igual había bebido y tenía diez soles, pero antes de pararse me miro  y dijo – tengo un truco nuevo cuesta 50 soles no lo hago casi nunca porque casi nadie piensa gastar en trucos cuando esta con las justas para las cervezas y el taxi para regresar a casa, pero tú tienes plata y si te gusta lo pagas y sino solo te pido cinco soles.

Nos miramos con Lucho, y como que me decía  no te dejes agarrar son cincuenta lucas, igual me entro la curiosidad y le dije vamos a verlo , mientras pedía dos cervezas mas. La música sonaba un poco mas alto de lo agradable para conversar, pero así son las cantinas, unas cumbias  del Grupo cinco y Agua marina, gustos cantineros de la época, antes se ponía boleros de Ivan Cruz Pedro Otiniano Anamelba y salsa en fin cambian los tiempos Venancio.

Pide dados y cubilete, se  lo traen, un callao cinco rayas sugirió  y jugamos una media hora y nos iba ganando bien,  le pregunto ¿el truco compadre?
–es que hay que hacerle el preámbulo así en frio no va, hay que ponerle emoción, telonearla  pues – me retruca y da comienzo al show.  Se para va al baño y regresa peinado la cara lavada, es invierno y el anda en mangas de camisa , se sienta ,mira alrededor,  y mas de uno en las otras mesas están atentos a lo que va a pasar, - ni se acerquen porque no la hago ,salvo que se pongan algo advierte-
 El cubilete esta allí con los dados,  pide al mozo que limpie la mesa y pide más cerveza, que claro yo pago, saca de su bolsillo una cajita de madera con agujeritos. –señores están por ver un espectáculo, que no encontraran en otro lado- nos dice con seriedad.

Ha costado mucho tiempo en hacer lo que verán en minutos, es un arte antiguo, pasado de padres a hijos por generaciones, a mí me la enseño mi abuelo materno, porque, padre no tuve nos dice en tono lagrimoso, es su prólogo, su floro, su verbo rasposo de años de beber y fumar, mientras mueve las manos y se las frota. Con los fósforos hace una especie de laberinto,  saca unas pelotitas de miga  dura,  señores con Uds. El acto de Martina  la cucarachita.

Abre la caja, y vemos una cucaracha no muy grande, moviendo sus antenas, - sal Martina, y muéstrale al público lo que hemos practicado-.y el insecto sale tímidamente y se pone en la mesa frente a su socio.

Me quedo asombrado, igual que Lucho, mudos en silencio,  de otras mesas estiran los cuellos – Uds. si quieren ver 10 soles por cabeza- grita dos parroquianos se acercan y ponen sus billetes en la mano de Manuel. Martina entrégale pelotitas al respetable dice mientras sus dedos se mueven tamborileando  en la mesa alrededor de la cucaracha que comienza a empujar las bolitas  de miga a cada uno de nosotros, y regresa a su sitio donde le espera  una gotita de un frasco que ha puesto su adiestrador con un gotero, lo bebe, y está lista para el siguiente acto.

 Martina ahora vas a entrar al laberinto de Chipre y allí tendrás un premio le dice firme y claro mientras dirige el gotero al centro del laberinto de palitos de fósforos. Martina avanza lentamente y tanteando con sus largas antenas  entre los palitos de madera.

Llega al final donde le espera la ansiada gotita mágica. Nunca he visto   algo parecido,  pone la caja y la pequeña artista entra, la caja se cierra, el hombre me mira, saco los cincuenta soles y se los doy en silencio. Se para , buenas noches caballeros  desaparece sin dejarnos hacer ninguna pregunta.
Terminamos las cerveza, ha oscurecido estamos ligeramente mareados, hace frio, caminamos en silencio
 - siempre hay algo nuevo que ver- dice Lucho, mientras vamos al puesto de la señora que vende anticuchos choncholí pancita rachi  mas su papas y ají. La humareda de la parrilla sale olorosa. Pedimos anticuchos. – Nunca vi algo así, parece imposible – le digo a mi amigo,  como será el truco, la clave es la gotita sigo  hablando.

La noche cubre ya con su negro crespón  la ciudad llena de carros y gente apurada, no hay mas lugares para cantinas, perder el tiempo amigablemente, menos para sorprendentes reyes de las cantinas y sus cucarachas amaestradas.
 
    

 



martes, 2 de julio de 2019



                                                     LA HISTORIA de  MUSTAFÁ



Si quieres escribir sobre seres humanos, 
ten un gato en casa.
Aldous Huxley


hauntedbystorytelling:  Cat  Unknown Photographer / src: Hilde...




Pablo terminó su día en la universidad, sus clases de antropología eran un éxito, había cumplido cuarenta y cinco años su especialidad eran  los  posibles escenarios de los humanos a partir de la realidad internacional, se dirigió a su departamento.

Solo el sus libros y su gato Mustafá, soltero, su viejo tocadiscos  y sus discos de vinilo, era feliz,  romances cortos con   alguna ex alumna daban calor a su soledad, nunca una de su clase era un principio que respetaba  escrupulosamente.

Sus clases eran  diseñadas  metodológicamente con el respaldo bibliográfico, y lo expuesto a través de los años  , los escenarios detallados , se habían dado estadísticamente  o eran descritos con aproximaciones altas, solía ser requerido por programas  de televisión en especial los políticos ,ganaba un buen dinero  pero más le interesaban los programas o los espacios donde pudiera explayarse sobre temas  universales , sobre el futuro de la humanidad  tenía además  una columna en diario local y en revistas.

Las noches las pasaba en su departamento  leyendo  escribiendo o escuchando música, la tele solo  para los programas políticos  o ver películas antiguas que compraba en la parte vieja de la ciudad donde también encontraba libros usados, ediciones antiguas y curiosidades.

  Fue en esas librerías con olor a mohos y antigüedad  donde encontró un ejemplar rarísimo ,de 1905  Visiones de un futuro incierto , de un autor inglés, no pudo dejar de leerlo hasta el fin, predecía las guerras mundiales, los conflictos religiosos del medio oriente,  la aparición de increíbles máquinas de cálculo con capacidades de realizar  operaciones complejisimas en segundos, cambios importantes en el clima, migraciones gigantescas por sequías y hambrunas  pero lo que impactó cuando casi al final decía que su tiraje de 400 ejemplares se diluiría en el tiempo y que solo después de un siglo un profesor solitario lo leería y le daría la importancia y le serviría para predecir el desarrollo de su siglo.

Sintió que se refería a él, ¿Cómo era posible que alguien hace más de 100 años sabría que alguien leería su libro? Pasaron varias noches sin poder dormir,  soñaba tenia pesadillas veía a un hombre vestido como los ingleses de la época victoriana,  que se dirigía a él pero no llegaba a entenderlo, o no recordaba lo soñado algo le decía sobre que consultara al menos indicado.

Una noche tratando de escribir  sobre  el futuro  y sus predicciones, vio que Mustafá se ponía muy quieto a su lado, lo miraba como queriendo decirle algo, no eran las viejas costumbres de pedirle agua o comida,  o cuando se ponía en su regazo  mientras leía en su cómodo sillón reclinable. – ¿dime Mustafá, que piensas? Ya sé que estoy chiflado con el libro –

El gato respondió con miau diferente a los de su repertorio, salto y  se fue a lo alto de la biblioteca. Pablo lo siguió y lo que paso después no sabría explicarlo, estableció una especie de dialogo telepático con Mustafá, no sabía si estaba perdiendo la razón, estableciendo un método nuevo de investigación  sui generis, o realmente estaba conversando con Mustafá, que era un erudito en historia.

Cuando Pablo me lo contó , sabía que era difícil de creer ,pero yo había sido su alumno y ahora éramos colegas y amigos, pero algo le decía que podía confiar en mí , me invitó a su departamento ,que ya conocía en largas charlas  con otros amigos acompañados de pisco  después de salir del Queirolo para terminar la noche. Es un maniático del orden y la limpieza, una señora va una vez por semana y le deja la casa limpia y ordenada, cuando llegue un Jueves por la noche, estaba ojeroso, y muchos libros fuera de su lugar, en pilas en el suelo, en la mesa, por todas partes,  su laptop sobre la mesa

 -ya sé que es para no creer - me dijo a modo de saludo, he ido al psiquiatra y me ha dicho que puede tratarse de surménage por el exceso de trabajo en la universidad y en los diarios donde escribo, solo me ha dicho que descanse me ha dado pastillas para dormir.

Vi a Mustafá, tan gato como siempre, sobre el sofá, solo movió la cola en un lenguaje que desconozco, me ignoro, es cierto lo primero que pensé es que mi amigo tenía un problema de salud mental, vivir solo tanto trabajo, suele traer ese tipo de problemas.

– no sería raro, eres un científico  y entiendes que es lo más lógico- le dije, puedes estar creando tus propias realidades, ya pasara conteste.

 – sí, lo comprendo es mas,  creí que era así y pronto pasaría- me dijo mientras tomábamos café pasado  con un rico pan francés con jamón del país.

Pero te cuento, y a las pruebas me remito, tenemos que basarnos en evidencias, me dijo, total somos científicos sociales con métodos validados, en este momento le voy a hablar a Mustafá y no se moverá y no pasara nada, lo que confirmaría mi delicado  estado de salud mental, así fue lo llamó, varias veces, le dijo –vamos a la biblioteca musta, no me dejes mal, y el minino indiferente se estiró  y no dio muestras de nada. Pablo sonrió y después me dijo – observa  ahora estos videos, me mostro su Tablet, era de  noche  el gato a su lado y Pablo le dice- musta  vamos a trabajar, el gato sale raudo a la biblioteca, lo mira y salta al tercer nivel  y mira la cámara. Me quede paralizado, luego comienza un monologo de mi amigo con el gato, que atento con las orejas paradas lo sigue, mueve la cola y lo mira intensamente.

 –es así como estoy escribiendo desde hace dos meses- me dice, y continua , trabajamos el tiempo que le da la gana a Mustafá, pero de una hora no baja, cuando el decide acabar se estira  baja me pide comida y agua y vuelve a ser el gato de siempre, no lo podía creer  volteo a ver el gato  y me está mirando   percibo una mirada inteligente , emite un miauuuu prolongado , que interpreto como –tranquilo cholo, no se lo cuentes a nadie que no te van a creer- mueve la cola se acerca y comienza a  restregar su cuerpo en mi pierna, ¡ carajo ,no lo puedo creer , gato de mierda, estás comunicándote conmigo no jodas! Pablo sonríe tranquilo, mientras saca una botella de un moscatel cuatro gallos y dos copas.

Lo dejo hablar, y me cuenta que el gato es  una fuente de conocimientos  que  uno de sus antecesores estuvo con el escritor inglés a principios del siglo  pasado, y  que ha heredado los conocimientos y la tarea de transmitirlos. Es un viajero del tiempo, y le dice a Pablo que él es descendiente del escritor inglés, y si, Pablo apellida Seymour Aragonés  su abuelo fue un migrante inglés. Me quedo alelado  es una historia, un argumento de película un buen cuento, pero no puede ser realidad, sin embargo allí están su escritos, las dos versiones de un futuro uno con el cambio climático, el calentamiento global  y otro con un mundo cibernético audaz, Pablo cree que los escenarios se van a dar dependiendo el hemisferio, si son países ricos o pobres. Ese es su aporte adecuarlo a la realidad actual.

En tanto el gato, sigue en sus funciones de gato casero,  me he convertido en cómplice de Pablo y Mustafá, me despido  y antes de salir el gato de miércoles dice un miau casi como un chau, salgo a la calle  los carros y el frío me vuelven a la realidad, qué pito toco yo en este entierro, solo escribir lo que me paso y algún día publicarlo.


Seguirá    Pablo nos da cuenta de sus diálogos con Mustafá.

mis guardias nocturnas.

 GUARDIAS NOCTURNAS Ha pasado muchos meses que no voy a trabajar al hospital, primero fue por descansos médicos por un problema oncológico, ...