viernes, 17 de julio de 2020

La Virgen del Carmen


Día de la virgen del Carmen

La pandemia seguía, el levantamiento de la cuarentena hace dos semanas recién comenzaba a mover las estadísticas.

Seguía de de cuarentena tengo mas de 65 y vivo con mi esposa, tratamos de salir lo menos posible, si lo hacemos es por las mañanas a comprar algo en la tienda a la vuelta de la esquina, no salimos de tarde ni de noche. Sin embargo, hoy me dio ganas de comer pan del día y no eso de molde o los panes de la mañana que compramos cada dos días y hay que calentar.
Voy a comprar pan a esa panadería cerca del mercado-  le dije a mi señora que estaba tejiendo, eran como las seis y empezaba a oscurecer, estamos en invierno, pero hoy había soleado y no hacía mucho frio. -vamos te acompaño- me contesto.

Salimos y las luces de los postes no habían prendido aun, caminamos una cuadra, y vimos a una ancianita parada en la puerta de una casa, no llevaba cubre boca, recuerdo que tenía un chal, cuando estuvimos cerca nos abordó. –buenas tardes ¿Uds.  viven por acá no? Si señora en que podemos ayudarla, pregunte.  Muy educada, nos dijo – disculpen, pero ¿van para el mercado?  -vamos a la panadería le contesto mi señora, se le ofrece algo. -si por favor, yo no puedo ir sola, mi hija ha salido, pueden comprarme estas pastillas, nos dijo mostrándonos unas envolturas. –no puedo dormir y  no sabe lo que es pasarse la noche despierta caminando, es horrible. Nos dijo casi llorando –mi señora le dijo pero ha salido sin mascarilla, tiene que cuidarse.

No se preocupe la farmacia esta al paso y le compro, le dije  me alcanzo una moneda – Uds. son católicos, dios y la virgen se lo paguen contesto - ¿Qué puerta toco? Le pregunte está me dijo señalándola, pero el segundo timbre del segundo piso me dijo.

Fuimos compramos el pan de regreso pasamos a comprar las pastillas había cola en la farmacia, -de pasada compro mis gotas para la vista me dijo mi esposa, y le alcance un billete de 50 soles de pasada me cambias para tener cambio.

Esperé afuera mientras oscurecía muy rápido los autos ya pasaban con las luces encendidas, tiempo que no salía a esa hora, y me sentí extraño en una ciudad que recobraba el movimiento, por el barrio no tanto, la gente no sale mucho y se resguarda temprano.

Caminamos y al llegar a la casa que nos indicó la Sra. Le tocamos el timbre , demoraba, - será porque es viejita le dije a mi esposa.

Del primer piso salió unas señoras como nosotros –mayor- y nos preguntó ¿buscan a alguien? Si le dije, una señora muy mayor nos pidió que que le compráramos estas pastillas, mientras se las mostraba, me dijo que tocara el timbre del del segundo piso.

La Sra. con la puerta entre abierta, suspiro y me dijo arriba no vive nadie, levante la mirada y estaba oscuro. Se me helo la sangre, mi señora me miro incrédula, está es la casa de mi madre hace 10 años falleció, era devota de la virgen del Carmen y hoy es su día nos dijo con los ojos ojos húmedos son las pastillas que tomo y se me habían acabado.

Le entregue las pastillas, no dijimos nada más y nos fuimos, pucha que nervios ¿no lo hemos imaginado no? Ya estaba oscuro, volteé a mirar y una luz en el segundo piso de esa casa se apagaba.

carajo están penando dije, mi esposa me dijo tranquilo es un alma buena y nos ha bendecido. Al llegar al edificio me acorde de las monedas que me había dado metí la mano en mi bolsillo eran intis. Esas monedas no circulaban más de treinta años.


miércoles, 1 de julio de 2020

las seis de la tarde


CRÓNICAS DE LAS SEIS

Me ha sido muy difícil poder escribir estos últimos  días, la depresión comenzó a instalarse y estoy tratando de que no lo haga, es difícil. pongo algunas cosas que han pasado y otras que he estado pensando. Es a esta hora que se va la luz del día, las formas se diluyen, una tenue oscuridad va tomado  el día, la tarde, la vida.

Voy bajando por el ascensor y la puerta se abre en un piso, una mujer joven su hija de tres años más o menos y su madre una mujer de 65 o más. Las dos primeras protegidas con mascarillas y protectores, la mujer mayor no le grita a la hija -Ya te he dicho que lo de las mascarillas es mentira nos están envenenando. - la hija me mira con resignación mientras se cierra la puerta del elevador.

Hoy es domingo la ciudad vacía, hay prohibición de salir todo el día, ha salido el sol, son las 11 de la mañana un vientecillo frio hace más raro este invierno en un mundo raro. Al frente en un edificio un hombre mayor hace buen rato mira la ciudad, la mirada se pierde seguro en recuerdos, cuando salía al mercado los domingos o estaba con los amigos del fulbito, cierra la ventana y se resguarda de lo frío y los recuerdos.

En otro edificio en su ventana una mujer muy mayor, anciana de cabello blanco también está en la ventana ella esta todos los días, hoy calentando los huesos todos sabemos que el mundo para nosotros comenzó a irse.

Prendo la radio doble nueve. La radio rock de Lima, su programa dominical Nostalgia, la escucho mas de 15 años en casa, o en las guardias en la farmacia de emergencia, cuando vivía en Chosica me mande hacer una antena para escucharla, desde las seis hasta las 11 mientras leía mis periódicos, había dejado de sintonizarla desde el inicio de la cuarentena. Me suena rara es música de los años 60 y 70.

Un día me desperté y era viejo, la sensación que el tiempo me había llevado al tramo final, la cuarentena, la exoneración de trabajar a los mayores de 65, la cuarentena termina en unos días y los mayores la continuaremos confinados, somos parte de la población más débil ante el virus, ¿Cómo fue?  Había terminado la quimioterapia en enero y comenzó con los ejercicios el gimnasio , me sentía bien salvo el adormecimiento e los dedos estaba optimista regresaría a trabajar, me veía al espejo y sonreía, sabía que no era joven , pero no me percataba que era viejo, cuando comenzó la pandemia a los mayores los mandaron a casa sobre todo a los que trabajamos en hospitales y en mi caso  por estar en tratamiento, pensaba termino la quimioterapia y sane , que bueno de la que me salve, pero regreso a ser útil, todo quedó inmóvil el tiempo se movió tan raro como en las películas y una mañana  un espejo me mostro un hombre viejo con el pelo desordenado lleno de canas las arrugas que antes apenas notaba se mostraban atrevidas, la sensación de la jubilación que todavía no la tenía en mi agenda  apareció, la sensación de inutilidad me invadió, se acabó pensé deje el espejo debe ser un mal sueño intente pensar.

Me levanto y me pregunto ¿Cómo lleno el día? Me angustio es una larga jornada no tengo ganas  de leer de escribir , puedo pasarme horas sentado en un sillón o en mi cama sin hacer nada tratando de no pensar , dormito, escucho a mis nietos reírse en la computadora conversando con sus amigos, haciendo sus tareas , viendo televisión, se han adaptado rápido a las clases virtuales zomm , los whats ap de los grupos de lo compañeros de la universidad –tan lejana- está muy activa, cientos de intercambios , conversaciones oraciones rezos, no participo. Igual no contesto mucho el teléfono felizmente llega el medio día ya falta menos para terminar un día igual a todos. 

Tengo cita con mi doctora, todo ha cambiado es por tele medicina, no es necesario ir al hospital, le pregunto ¿Dra. cuando me da de alta? , Tu estas en observación, sigues siendo paciente de oncología, y por buen tiempo, por si acaso, me dijo, igual quiero regresar a trabajar esperare a terminar los pocos años que me faltan para el cese laboral por edad, extraño el ajetreo, las guardias nocturnas, las conversaciones, las pichanguitas de fulbito.

Que pasara en unos días cuando levanten la cuarentena, para mí no, por la edad, quiero salir ir a una librería, al hospital también, pero es un riesgo y además iría a molestar todos trabajando solo unos minutos antes que regresen a sus labores.  La gente saldrá ¿se cuidará?  Ojalá sea así, sino volverá crecer el número de infectados, de muertos, -

No veo ni escucho noticias, solo leo en el periódico las editoriales algunas columnas de opinión de interés, el morbo de muertos robos, gente desesperada en las puertas de las emergencias, las colas de gente con balones de oxígeno, me perturba. El semanario que no deje de leer por años no lo compro, la crudeza de las noticias que no dan los noticieros es terrible y no terminaba de leerlo. Por ahora he suspendido esa lectura.

Me he dado cuenta que los diarios los comentaristas se refieren a las cifras y curvas, como que no se tratara de hombres mujeres niños, ven números, ven líneas puntos no gente que muere que llora por el familiar el amigo que el virus se lo llevo.

La inteligencia como la concebimos, de números, ciencia, maquinas, computadoras es solo una forma de percepción, y si la inteligencia solo fuera el arte de sobrevivir, frente a las duras realidades, de pronto virus y bacterias son más inteligentes. pensaba e películas de invasiones alienígenas hay una donde cerca a perder la guerra los extraterrestres comienza a caer víctimas de un virus humano que es contagiado. Pensaba al revés si fuera una fuerza invasora extra terrestre, no utilizaría armas ni la fuerza, los humanos contraatacarían con sus armas más letales las bombas atómicas de Hidrógeno, destruyendo el hábitat, peo si mandaría un virus letal que se trasmitiera de persona a persona, el planeta quedaría limpio.

Será acaso que microrganismos como bacterias y virus sean una forma de vida , ademas mas antigua que las otras especies , cuya función sea regular el número de individuos de alguna de las  especie que creció desmesuradamente y destruye el sistema planetario.



mis guardias nocturnas.

 GUARDIAS NOCTURNAS Ha pasado muchos meses que no voy a trabajar al hospital, primero fue por descansos médicos por un problema oncológico, ...