CRÓNICAS DE LAS SEIS
Me ha sido muy difícil poder escribir estos últimos días,
la depresión comenzó a instalarse y estoy tratando de que no lo haga, es
difícil. pongo algunas cosas que han pasado y otras que he estado pensando. Es
a esta hora que se va la luz del día, las formas se diluyen, una tenue
oscuridad va tomado el día, la tarde, la
vida.
Voy bajando por el ascensor y la puerta se abre en un piso,
una mujer joven su hija de tres años más o menos y su madre una mujer de 65 o más.
Las dos primeras protegidas con mascarillas y protectores, la mujer mayor no le
grita a la hija -Ya te he dicho que lo de las mascarillas es mentira nos están envenenando.
- la hija me mira con resignación mientras se cierra la puerta del elevador.
Hoy es domingo la ciudad vacía, hay prohibición de salir
todo el día, ha salido el sol, son las 11 de la mañana un vientecillo frio hace
más raro este invierno en un mundo raro. Al frente en un edificio un hombre
mayor hace buen rato mira la ciudad, la mirada se pierde seguro en recuerdos,
cuando salía al mercado los domingos o estaba con los amigos del fulbito,
cierra la ventana y se resguarda de lo frío y los recuerdos.
En otro edificio en su ventana una mujer muy mayor, anciana
de cabello blanco también está en la ventana ella esta todos los días, hoy
calentando los huesos todos sabemos que el mundo para nosotros comenzó a irse.
Prendo la radio doble nueve. La radio rock de Lima, su
programa dominical Nostalgia, la escucho mas de 15 años en casa, o en las
guardias en la farmacia de emergencia, cuando vivía en Chosica me mande hacer
una antena para escucharla, desde las seis hasta las 11 mientras leía mis
periódicos, había dejado de sintonizarla desde el inicio de la cuarentena. Me
suena rara es música de los años 60 y 70.
Un día me desperté y era viejo, la sensación que el tiempo
me había llevado al tramo final, la cuarentena, la exoneración de trabajar a
los mayores de 65, la cuarentena termina en unos días y los mayores la
continuaremos confinados, somos parte de la población más débil ante el virus,
¿Cómo fue? Había terminado la
quimioterapia en enero y comenzó con los ejercicios el gimnasio , me sentía
bien salvo el adormecimiento e los dedos estaba optimista regresaría a
trabajar, me veía al espejo y sonreía, sabía que no era joven , pero no me
percataba que era viejo, cuando comenzó la pandemia a los mayores los mandaron
a casa sobre todo a los que trabajamos en hospitales y en mi caso por estar en tratamiento, pensaba termino la
quimioterapia y sane , que bueno de la que me salve, pero regreso a ser útil,
todo quedó inmóvil el tiempo se movió tan raro como en las películas y una
mañana un espejo me mostro un hombre
viejo con el pelo desordenado lleno de canas las arrugas que antes apenas
notaba se mostraban atrevidas, la sensación de la jubilación que todavía no la tenía
en mi agenda apareció, la sensación de
inutilidad me invadió, se acabó pensé deje el espejo debe ser un mal sueño
intente pensar.
Me levanto y me pregunto ¿Cómo lleno el día? Me angustio es
una larga jornada no tengo ganas de leer
de escribir , puedo pasarme horas sentado en un sillón o en mi cama sin hacer
nada tratando de no pensar , dormito, escucho a mis nietos reírse en la
computadora conversando con sus amigos, haciendo sus tareas , viendo
televisión, se han adaptado rápido a las clases virtuales zomm , los whats ap
de los grupos de lo compañeros de la universidad –tan lejana- está muy activa,
cientos de intercambios , conversaciones oraciones rezos, no participo. Igual
no contesto mucho el teléfono felizmente llega el medio día ya falta menos
para terminar un día igual a todos.
Tengo cita con mi doctora, todo ha cambiado es por
tele medicina, no es necesario ir al hospital, le pregunto ¿Dra. cuando me da de
alta? , Tu estas en observación, sigues siendo paciente de oncología, y por buen
tiempo, por si acaso, me dijo, igual quiero regresar a trabajar esperare a
terminar los pocos años que me faltan para el cese laboral por edad, extraño el
ajetreo, las guardias nocturnas, las conversaciones, las pichanguitas de
fulbito.
Que pasara en unos días cuando levanten la cuarentena, para mí
no, por la edad, quiero salir ir a una librería, al hospital también, pero es un
riesgo y además iría a molestar todos trabajando solo unos minutos antes que regresen
a sus labores. La gente saldrá ¿se cuidará? Ojalá sea así, sino volverá crecer el número
de infectados, de muertos, -
No veo ni escucho noticias, solo leo en el periódico las editoriales
algunas columnas de opinión de interés, el morbo de muertos robos, gente
desesperada en las puertas de las emergencias, las colas de gente con balones
de oxígeno, me perturba. El semanario que no deje de leer por años no lo
compro, la crudeza de las noticias que no dan los noticieros es terrible y no
terminaba de leerlo. Por ahora he suspendido esa lectura.
Me he dado cuenta que los diarios los comentaristas se
refieren a las cifras y curvas, como que no se tratara de hombres mujeres
niños, ven números, ven líneas puntos no gente que muere que llora por el
familiar el amigo que el virus se lo llevo.
La inteligencia como la concebimos, de números, ciencia,
maquinas, computadoras es solo una forma de percepción, y si la inteligencia
solo fuera el arte de sobrevivir, frente a las duras realidades, de pronto
virus y bacterias son más inteligentes. pensaba e películas de invasiones
alienígenas hay una donde cerca a perder la guerra los extraterrestres comienza
a caer víctimas de un virus humano que es contagiado. Pensaba al revés si fuera
una fuerza invasora extra terrestre, no utilizaría armas ni la fuerza, los
humanos contraatacarían con sus armas más letales las bombas atómicas de
Hidrógeno, destruyendo el hábitat, peo si mandaría un virus letal que se
trasmitiera de persona a persona, el planeta quedaría limpio.
Será acaso que microrganismos como bacterias y virus sean
una forma de vida , ademas mas antigua que las otras especies , cuya función sea regular el número de individuos de alguna de las especie que creció desmesuradamente y destruye el sistema planetario.
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