miércoles, 29 de enero de 2020

RECETAS DE UN ANTROPÓFAGO.




RECETAS DE UN  ANTROPÓFAGO

Lo que voy a publicar tiene su historia, hace unos años me operaron de apendicitis, al día siguiente de la operación un doctor paso la visita y me examino, fue breve me dio un par de indicaciones come poco has dieta y ponte a caminar era el cirujano. Algo así nada más, me dio un acceso de tos y me ausculto con estetoscopio dejo la historia y unos papeles sobre la cama.

-no es nada-me dijo, toma bastante agua, tomo la historia clínica escribió algo se despidió y se fue con los tres médicos jóvenes que lo seguían. Me di cuenta que dejo una revista médica con unos papeles, lo tome y los puse en el velador para dárselo a la enfermera, y me quede dormido a media mañana me levantaron y me pusieron a caminar, me dolía mucho, me olvide de la revista.

Por la noche vi la revista y la comencé a hojear, unas hojas en papel bulky amarillentas escritas con tinta liquida llamaron mi atención. Eran cinco o seis, dos de ellas ilegibles con números flechas, pero en otras dos con bella letra, había dos recetas que son las que transcribo, al día siguiente le entregue la revista y las hojas a la enfermera, pero me quede con las de las recetas hay dos historias mas que no se pueden publicar para no acusados de machistas feminicidas.

El médico, hombre mayor, canoso de lentes con gran medida y ojillos de cuy se acercó al poco rato, me examino me dio de alta, tenía la revista no me dijo nada y se fue con otros médicos jóvenes distintos al del día anterior.

En casa los leí con atención y la guardé en un folder de plástico. el fin de semana pasado ordenando papeles los encontré y las pongo a su disposición para su lectura si tiene a bien.
4 agosto de 1999.


OLLUQUITO CON CHARQUI.


  olluquito con charqui, cocina Peruana



Ponga a remojar una momia de preferencia Paracas, recién desenfardada por huaqueros de experiencia de tal modo que no la dañen, remójela en agua de manantiales huaracinos en semana de luna nueva.

Con delicadeza corte pedazos no muy gruesos de preferencia de los muslos,  músculos pectorales y dorsales déjelos reposar , guárdelos encima de cocina a leña por no menos de 1 semana ahumados ligeramente y secos , no resecos,  corte en tiras de dos centímetros  mezclar en proporción breve con los ollucos rayados cocidos en olla de barro,  sírvase con papas huayro medianas y arroz camanejo  recién preparado, perejil picado , tenga el buen gusto de no indicar el origen de la carne seca y  salada.



SOPA CANERA


Prisión en California




Contacte con un agente penitenciario que le consiga un preso antiguo de edad avanzada y abundante prontuario, ha de estar libre de enfermedades contagiosas convenientemente desinfectado y desparasitado, debe ser de contextura mediano, no flaco.

Emborrachelo con aguardiente, una vez ebrio, ahóguelo al amanecer en un balde de chicha de jora. afeite depile déjelo sin pelos ni vellosidades corte uñas, eviscerarlo con cuidado.
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Trozar y poner en una olla apropiada, elimine la cabeza, hervir con abundante agua, apio poro nabo, cocinar a fuego medio durante aproximadamente 12 horas, deje reducir   poner papas enteras y hojas de col hasta que estén sancochadas. póngase las presas en fuentes las papas y verduras, el caldo sírvase caliente con salsas de ajies varios. acompáñese de un vino dulzón. de postre cabe picarones.


CHICHARRONES CARDENALICIOS


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Con discreción ubique un cardenal gordo, más bien rechoncho, con papada desbordada, panza de obispo medioeval, propenso a la gula, contrate un pistaco  ,en Piscobamba hay un Valverde siempre presto, que con discreción lo haga desaparecer en alguna   fiesta patronal.

Indíquele que no le saque toda la grasa, y lo tenga convenientemente conservado en hielos de los últimos nevados, deje pasar un tiempo para que olviden la desaparición del santo varón, lleve el cuerpo a su cocina de preferencia ya desmembrado,  troce los jamones , el costillar, panceta, brazuelos con piel y grasas póngalo a marinar noche de sábado , el domingo temprano en una olla de hierro forjado ponga agua con los trozos de carne hierva por breve tiempo, que la carne quede tierna pero no blanda, retire,  fríelos en su propia  grasita hasta que adquiera un color dorado playa. Separe y que el aceite se concentre sin quemarlo y mezcle con el concentrado del líquido donde se sancocho. 

Fría camotes en rodajas no muy finas y fríalos dorando sin que lleguen a tostarse, póngalos en un recipiente con papel absorbente.

Prepare una sarsa de cebolla corte pluma  con limón  hierbabuena, sal y pimienta al gusto, El pan francés calientito y café pasado  la fuente de chicharrones y un recipiente del jugito concentrado para el que quiera, invite al cura del pueblo para que bendiga y disfrute del ágape,  ponga un pisco moscatel de Pueblo Nuevo , de la salida sur de Ica para bajar la grasa y olvidar pecados. Ora pro nobis.












miércoles, 22 de enero de 2020

LORD BUTTON EN HUAYCAN

 LORD BUTTON  EN HUAYCAN.








Lord Button galgo de pedigrí de larga data, vivía feliz en la regia mansión de San Isidro distrito no inclusivo, con sus amos el Conde de Villaseca y Carrillo Albornos y su esposa doña Catalina    últimos de su estirpe, vivían su vejez con la elegante y no perdida altivez de fortunas venida a menos, gracias a los pésimos negocios de su vástago administrador de escaso entendimiento y peor fortuna de arriendos y una mina que dio sus últimos metales hacía ya buen tiempo.

La ropa elegante y pasada de moda no pudo renovarse en Londres como era costumbre, así que mantenidas con cuidado las ultimas prendas seguían prestando servicios. El mayordomo se había quedado sin sueldo, pero como no tenia a donde ir prefirió quedarse y hacer taxi con el ultimo automóvil un viejo studebaker cuyo gasto en gasolina solo dejaba para el desayuno y el lonche, a pesar de eso llegaba con el pan calientito para los dueños, que nunca preguntaban de donde aparecía sin ellos aportaran y un hueso o algo más para Lord Button al principio se negó a probar tan plebeya comida, pero al pasar los días y no haber nada más, comenzó a tomarle el gusto a camotes tripitas de ave, y cuanto el buen mayordomo le conseguía.

La ama de llaves, se fue trasformando en cocinera, lavandera, conforme las titulares se fueron de casa impagas y llevándose candelabros platos de loza francesa y otras cosillas más.

Tampoco se fue por que el dormitorio amplio el uso del jardín, la cocina le permitía llevar una ahijada que la ayudaba y se quedaba a dormir durante la semana para poder estudiar toda vez que vivía lejos por la carretera central.

 Los ex aristócratas apenas recibían una exigua mensualidad del hijo y de algunos alquileres reducidos por el tiempo. Lo que les permitía almorzar con decoro y cenar austeramente y engreír al elegante galgo que los acompaña en las caminatas matutinas y las de las nocturnas veraniegas. El animal de andar elegante y distinguido iba de la correa del conde, por su contextura delgada de por si apenas podía descubrirse que su dieta había mermado , además del antiguo pelaje brillante sedoso por la exclusiva comida y los frecuentes baños con finos  champús había  cedido a un opaco pelaje y un más que notorio dibujo de sus costillas, sin embargo mantenía su apostura  en los paseos con el amo cuyos ternos mostraban el pasar del tiempo y el desgaste propio del frecuente uso , siempre sin perder la galanura.

La sobrina de la ama de llave se encariño con el flacuchento perro y le traía restos del comedor universitario y algunas vísceras del puesto de una tía en el mercado de Huaycan donde vivía.
Cuando la crisis comenzó a apretar y la señora cayó enferma a sugerencia del ama de llaves alquilaron algunos de los cuartos vacíos, lo que ayudo con las medicinas y el yantar de la casa.
El conde dejo de pasear a Lord Button por los años y el cansancio dejándole el encargo a la ama de llaves quien a su vez se lo encargo a la ahijada, la que le tomo cariño al viejo y flaco perro. Le cambio el nombre por quijote estudiaba la literatura en la universidad. Los dueños se fueron olvidando de la compañía canina que ya era más una carga.

Un buen día la ahijada paso con un carro de un amigo y se llevó a Lord a Button de su aristocrática venida a menos residencia san isidrina al sector D de Huaycan. El cambio le choco al galgo, los perros de la vecindad, todos de incierto y múltiple linaje, chusquitos pues, no lo reconocieron como parte del barrio, él no estaba acostumbrado a fraternizar con otros de su especie y conocía poco de los códigos, el había vivido en una amplia mansión con inmenso jardín donde correteaba solo, y tenía un lugar donde comer dormir y hacer sus necesidades.

Además, la calles tenia jardines, arboles no como aquello sin asfaltado llena de polvo que afectaba su respingada nariz, había recibido más de un mordisco y dormía en la azotea, eso sí comida había y eso era lo importante.

No lo sacaban a sus paseos donosos y distinguidos por las frescas calles sanisisdrinas, sino lo soltaban a la calle temprano, tuvo que aprender a lidiar con los otros perros, con los niños para los que era una novedad un perro flaco alto y medio sobrado. Donde tuvo éxito y le causo más de una riña donde afloraron su velocidad y agilidad fue con las perritas del barrio, que se dieron cuenta que podrían tener crías más altas esbeltas que con los otros chuchos del barrio, el buen quijote antes Lord Button, se asimilo al barrio, sin perder su caminar elegante con la nariz en alto, aprendió a comer de todo a cuidar la casa, agarrarse a mordiscos por las perritas del barrio.

No olvido al conde ni sus paseos ni las comodidades del pasado, pero se hizo al barrio, que lo adopto. Vivió en libertad, aprendió a tener calle, a sobrevivir en otro ambiente y sus nuevos dueños aprendieron a cuidarlo, pues más de una vez intentaron raptarlo. Quijote murió de viejo, dejando basta descendencia que todavía puede apreciarse en muchos perros altos y flacos de la zona.  

nota Este cuento lo tenía guardado hace varios años, revisando y ordenando encontré varios escritos en máquina de escribir. Lo actualice un poco y aquí esta rescatado del olvido.

miércoles, 15 de enero de 2020

LA CUCARACHITA MARTINA.


MARTINA LA CUCARACHA   versión libre.









Martina vivia en Malambito La Victoria Lima , soltera y atractiva  la morocha con dos coquetas antenas, que las pintaba de rubio, trabajaba duro para conseguir su sustento, salía sigilosamente de noche con todas las precauciones para cuidar su vida y dispuesta a pelear cuando encontraba algún manjar, pues siempre tenía competencia entre congéneres sino también con roedores de todo pelaje incluso los humanos que siempre había. Regresaba a casa siempre llevando algo para cocinar, como crecio en un restaurante de frutos del mar, era una experta cocinera.

La noche que encontró una pepita de oro , aunque no se comía le gusto el brillo y lo llevo pensando ponérselo  con una cadenita que guardaba celosamente,también  conoció a Pérez ,así se presentó  con raya al medio,bigotitos tipo fuhrer anteojitos redondos camisa abotonada hasta el cuello , tirantes  y una larga  cola de la que se enamoró a primera vista, Pérez joven ratón soltero de conocida solvencia por ser además de bibliotecario  ser  un tipo ahorrativo muy cauto en gastos , no solía juntarse con otros roedores de mala vida, más bien era un tímido solitario personaje de la zona.

Cuando la vio quedo flechado por las rubias antenas, la limpia y brillosa espalda y la sensual sonrisa y los ojitos coquetones. La cucaracha de mi vida pensó, evaluó que era metódica, sin estridencias como esas ratonas escandalosas que lo revoloteaban como la murciélago que pretendía seducirlo siempre de negro sus alas transparentes, él no era de esos tipos, era serio muy profesional. Después de varias citas lejos de los basurales Pérez l,e confeso su amor y sus pretensiones de vivir con ella en la cómoda casita que tenía en la biblioteca del convento.

A Martina le gustaba el ratoncillo, pero enamorada como que todavía, pero era un tío que le convenía por la seguridad en un sitio peligroso como Malambito, lamentablemente una severa fumigación en la iglesia y el convento no hizo posible ir a vivir donde Pérez fue así que fueron  a vivir a la casita de la hacendosa cucarachita.

Un oscuro pasado reapareció en la vida de la feliz pareja unos primos de Martina aparecieron eran de la barra brava del Alianza el equipo del barrio, y se burlaban del anteojudo ratón, además tenían malas juntas, se habían tatuado los colores de su equipo en la espalda y en el pecho dándole un aspecto tenebroso. Se metían a la casa y por más que la cucarachita los botaba, retornaban a veces borrachos o drogados, Pérez andaba cansado que los facinerosos y las conmino a dejar de visitar a la prima.

Como no cedían el ratón decidió envenenarlos y los invito un domingo a comer tallarines le encargo a Martina la preparación  eran cinco los malandrines cucarachos, llegaron temprano con una botella de ron Pomalca, y bebieron con el raton, este poco acostumbrado a beber se mareo pronto y él debía poner el cucarachicida en los tallarines la idea era cuando pusiera los  en la olla de agua hirviendo, él le pediría a  Martina que fuera comprar el postre, ella fue.

Le encargo que viera los tallarines y le diera una removida para que no se pegaran, , el ratón licoreado no encontraba la cuchara de palo para remover los fideos, medio zampadito busco y se apoyo mal cayendo en la olla, los primos seguían bebiendo escuchando a Lavoe Todo tiene su final el volumen alto y bailando ni cuenta se dieron de Pérez sancochado con los tallarines.

Martina guardo el duelo por Pérez y puso un retrato con un lazo negro en la sala del día de su  boda, el, de elegante peinado con gel y los bigotes arreglados, al poco tiempo comenzó a salir con uno de los primos laberintosos, esa es la verdadera historia del romance de la cucarachita Martina y el ratón Pérez.

miércoles, 8 de enero de 2020

ANOCHE SOÑE CON LOS ABUELOS.


ANOCHE SOÑE CON MIS ABUELOS


La que fuera casa de mis abuelos.


Desperté a la 1 de la  mañana  sobresaltado, había estado soñando con mis abuelos, en el tiempo  actual estaban solos , viejísimos con las justas caminaban ,siempre el papi Chejo de saco y corbata y la mamita Angélica con las justas caminaba los llevaba a su casona en el esquina del parque de Chosica, hoy es  la casa de la cultura de la universidad la Cantuta llevaba   a mi abuela  a su cama a acostarse  vivian una con una bisnieta o tataranieta  en el caserón,  la acostaba y cerraba las puertas inmensas largas con sus vidrios pavonados , la casa en semi oscuridad, recordaba mi niñez de pronto mi abuelo me decía que quería cortarse el pelo y que ya no podía ir a la peluquería ,que le dijera que viniera a casa a cortárselo.

El día anterior soñé con mi mamá que estaba molesta o resentida conmigo, llegaba a la casa yo tenía la edad actual, pero ella se mantenía joven, me decía –si quieres come eso – y me mostraba un huevo frito mezclado con arroz cerca de una ventana, yo me iba triste, quería irme a Lima, pero no tenía dinero para el pasaje ni para un hotel. Me hospedaba en el viejo hotel Chosica en el ex jirón Víctor Secada   hoy Arica, cerca de las escaleras que dan a 28 de Julio Chosica baja.

¿Qué interpretación tendrá el sueño, ¿Soñar con seres queridos muertos, cortarse el pelo llevar a la cama, estar sin dinero? En fin, todo esto me llevo a recordar, las navidades que de ley pasábamos en su casa, y las fiestas patrias también. No sé si era una invitación, una vieja costumbre o una orden.

Lo cierto es que el papi Chejo reunía a sus cuatro hijos con sus esposas, esposos y los nietos que íbamos aumentando, la última vez  que fui seria cuando terminaba secundaria, éramos como treinta. 

El abuelo muy formal siembre, serio, de pocas palabras y emociones controladas, de saco y corbata, o su guayabera blanca. La casa inmensa, con paredes muy altas rodeada de jardines con una huerta posterior, muchos cuartos, algunos vacíos y cerrados permanentemente nos llenaban de curiosidad en el fondo de la casa había un parral que daba sombra para los carros podrían entrar tres. Y una edificación de quincha y un segundo piso con una escalera muy parada de maderas resecas por el tiempo y el sol, igual que las puertas sin color donde guardaban cosas viejas, revistas de cuando mi padre había sido niño, juguetes de madera entre ellos un caballito  balancín de madera que solo podíamos ver subidos en un  banquito y por los barrotes encima de la puerta. Era un viaje al pasado al que no podíamos ingresar.

La mamita Angélica se encargaba de los regalos para los nietos, mi abuelo tenía dos farmacias, lo que le permitía a su esposa ciertos gustos y gastos que el permitía, hombre de costumbres austeras, sobrio de vestir, frugal, de licores lo justo, jamás lo vi ebrio, como tampoco a mi padre que era abstemio, a diferencia de este contador de historias. La sala con un gran nacimiento y un mueble grande un tocadiscos telefunken o grundy no recuerdo con un espacio para discos y una puerta curva corrediza. Los muebles cuidados siempre limpios y los cuadros en sepia de los abuelos y los cuatro hijos dos mujeres dos hombres.

Hoy me pongo a pensar que debió ser el vuelo el que ponía la copiosa cena de navidad. mínimo dos canastas de tamales que le traía la casera que vivía por cinco esquinas, cuyo nombre he olvidado que yo seguí comprando ya casado, y mis abuelos ya fallecidos,¿ cuantos serian 30, 40 tamales?, trozos de chicharrón caliente jugoso en fuentes rebosantes que nunca se acababan. Para deleite de todos pero en especial del tío Víctor de muy buen apetito. , chocolate en taza que servían en un inmenso y hermoso tazón de porcelana, mi abuela todo lo tenía de loza o porcelana, tenía cubiertos de plata que no sacaba ,solo para las reuniones muy especiales no cuando estábamos los nietos, el abuelo no le hacía reparos ,hasta donde yo sé, sobre sus compras,  servicios de plata, guardados con llave en muebles del comedor inmenso con 20 sillas alrededor de una mesa que hoy recuerdo preciosa con las patas talladas y las sillas igual serian de caoba u otra madera fina ¿A dónde habrán ido a parar? al menos o  de repente la memoria agranda y exagera. Pero que existían sí que existían. Después de la cena, no recuerdo botellas de vino, si de coca cola inca cola. Venían los abrazos, los cohetes que reventaban los primos y los tíos,  a mí nunca me gustaron los cohetes, creo que les tenía miedo.

Luego venían los regalos de los abuelos cada uno con su nombre en el árbol con luces de colores. Unos contentos otros no tanto, pero, todavía estaban los regalos de los papas que estaban en casa o de papa Noel no recuerdo ya. Así que apresurados después de comer y recibir el regalo de los abuelos queríamos irnos a casa. En una oportunidad dijeron que los tíos regalaran cosas a los sobrinos que éramos muchos, pero la idea resulto un fiasco, las economías no eran parejas y escoger juguetes para 20 sobrinos eran difícil, casi ningún primo quedo contento con el regalo de los tíos. Con nosotros que éramos cuatro hermanos por ese entonces después seriamos seis, vivía el hermano de mi mamá, era soltero, un tipo alto gordo de pelada aristocrática y bolsillos proletarios, tenia pinta de conde y economía más bien plebeya, pero un corazón inmenso, una vez llego disfrazo de papa Noel y  muchos primos los menos se pegaron un susto al ver un tipo de rojo y barba  blanca con sus risotadas jojojojo que asustaban.

Gran tipo mi abuelo de una paciencia oriental, su padre chino vino a trabajar en las haciendas del norte casi como esclavo, trabajador incansable en su farmacia tendría cerca de los 80 y todos los días iba, regresaba después de comprar el pan calientito de las cinco para tomar su lonche con su café hirviendo no sé cómo no se quemaba, un chino flaco que vendía chancho y hablaba muy mal el castellano le dejaba en la farmacia trozos de carne. Que el abuelo pagaba sin preguntar cuanto pesaba. Dotol siendo chino viejo, me decia.

No mostraba su cariño a lo mas te pasaba la mano por la cabeza, como mi padre, cosa que trato de corregir, es importante el abrazo y el afecto físico demostrado.  Mi abuelo erar rotario y pertenecía a una logia masónicas, a las que me invito a participar, pero no era lo mío.

Lindos recuerdos y travesuras me vinieron como recuerdos, después de haber soñado con ellos, creo que este es un pequeño homenaje en especial a Don Sergio Manuel Alzamora Lavado, natural de Huacho, al norte de Lima, químico farmacéutico graduado en 1912, yo tengo su profesión y mi hijo sus dos nombres, de esta su cuarta generación serán 30 bisnietos el único que lleva su nombre es mi hijo.




UN MONO MUY MONO


AUNQUE SE VISTA DE CABALLERO MONO SE QUEDA





El mono piensa y repiensa y solo imagina   plátanos y coquetas monas, espera preocupado la entrevista, magistrado de la corte superior aspira ser. El jurado le preguntara de  pantanos  y tréboles, y el de esas cosas ni de vista ni nunca ha estado. Las preguntas un macaco le ha pasado por debajo de la mesa, ha escrito con cuidado su currículo que está sucio anémico y sin musculo.

Ha trazado historias y escrito libros menciona, aunque con las justas lee y escribe, no ha puesto claro está de sus aventuras con gorilas y otros bandidos, ni sus andares por peligrosos territorios. no han de saber que tripulante fue de un banco de corsarios, con un loro pirata y ratas filibusteras.

Entra a la entrevista ataviado de acuerdo a la ocasión de frack y sombrero de tarro, se sienta presto a la entrevista, su sentar de mono en rama baja lo traiciona y el jurado de primera mirada lo reconoce, más dos de ellos son sus compadres y pasan  por alto su  falta de protocolo y que  no leyó a Carreño.

Miente el mono con gracia y desenfado, ignorando que todo pasara por severo filtro siendo lo dicho confirmado o desmentido. Los amigos suman puntos donde solo hay monerías, y monadas.  Con lo cual logra acceder al soñado puesto, magistrado de la selva y alrededores. Buena fruta y mejor sombra piensa que los años venideros su vida será.

Pero al salir le descubren los datos falsos y los libros mal copiados que ser el autor pregona. Detenido don mono sale por la puerta sin fruta sin puesto y a punto de ir con sus huesos a prisión.

Me hubiera quedado en mi rama y con la  mona panchita, recapacita , pero es tarde , las cosas de la jurisprudencia   no son  monos y monadas , ajenas son a monos  por mas traje con que su mala vida pretenda ocultar.  


mis guardias nocturnas.

 GUARDIAS NOCTURNAS Ha pasado muchos meses que no voy a trabajar al hospital, primero fue por descansos médicos por un problema oncológico, ...