miércoles, 25 de abril de 2018

la ciudad oscura


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Me quedo dormido antes de las once, viendo las noticias por la tele, trabajo en el Hospital Rebagliati, hace 6 años, vivo en la cuadra seis de Húsares de Junín a a 6 cuadras de mi trabajo , en esquina con Olavegoya ,tres cuadras que conectan con la avenida San Felipe frente a Frecuencia Latina canal dos.


La línea roja de la vida nos unían, todas las noches cerraban en la avenida a una cuadra con piedras el círculo militar , esperaban un atentado.  nos fuimos a dormir, los dormitorios dan a la calle ,tercer piso .

Una explosión gigantesca –ya habíamos escuchado otras pero lejos- nos despierta, no sabes exactamente qué y donde es ,el frio que entra por las ventanas rotas, el olor a polvera, los gritos, las alarmas de los carros, una balacera estalla. Los chicos, salgo corriendo sin zapatos, su cuarto con las ventanas rotas mi hija media despierta, mi hijo tiene tres años no se ha despertado los vidrios encimas de las camas, no sé si está vivo.

Me asomo todo es desolación, humo, un camión con seis toneladas de anfo y dinamita había pasado por mi casa dado la vuelta y enfilado hacia el canal dos.



No debes salir, otra vez han volado una torre  y hay apagón le dijo doña Ana a su hijo, igual no le hace caso y sale.

El barrio, con sus calles sin luz, los edificios negros con velas en los departamentos sus luces amarillentas se ven por las ventanas, hay silencio, a lo lejos se  escucha una sirena, es de todas las noches, el miedo ha ocupado la ciudad, camina la calle solitaria, da la vuelta, en la cuadra siguiente esta la comisaria y la calle está cerrada, los tombos han puesto piedras y unas latas con trapos encendidos con petróleo  parapetándose ante un posible ataque, también tienen miedo.

Hace frío, y comienza la llovizna, esa lluviecita cojuda, minúscula que moja todo, llega al teléfono público saca un rin pero el aparato está roto, quiere llamar a Carmen, normal puedes caminar cuadras de cuadras y no encuentras un público en buen estado. sigue caminando con las manos en los bolsillos llega a la tiendita con su vela también pero con la reja bajada .

-un premier chino y préstame tus fósforos –dice Miguel.

Despacio sale el chino sin edad, sin prisa, con cara de sueño. Le da el cigarro y recibe las monedas, le alcanza el encendedor amarrado con pita a la puerta, no dice nada, los chinos son parcos.

-chau chino – se despide inhalando fuerte la primera bocanada. El chino se regresa sin decir nada.

Pasa por la puerta del cine, ya meses que no abre, a veces los fines de semana, recuerda cuando chibolo se escapaba de la casa para ver las películas argentinas del gordo Porcel, poca gente, olor ha guardado, la luz del proyector hacia cobrar vida a las partículas de polvo.

Su viejo todavía estaba, lo extraña aunque era borrachoso, jugaba su pelota, se quedó sin chamba y se tuvo que ir a Venezuela, los dos hermanos mayores también se han ido. Mandan plata.

Se da la vuelta y regresa, la ciudad oscura, es peligrosa, te pueden confundir y meter bala. Aunque aburrida la casa es más segura, solo la radio a pilas …RPPNOTICIAS directo en didirecto el atentado dinamitero ha sido en los cerros de Chosica ,nos informa nuestro reportero ,adelante ……..

Un estruendo lejano, otra vez un dinamitazo  ¿Dónde habrá sido pregunta Doña Ana? Las luces parpadean.

–Miguel, las velas – le dice con la rutina de otros apagones.

Se va la luz, la oscuridad, el miedo, lejos las sirenas. Desde Jesús María, el viejo edificio se alista a otra noche sin luz, se va el agua, el tanque funciona con el motor.  , hay que guardar en baldes.

-parece por Miraflores, Barranco- dice Miguel acercándose a la ventana.

-¡no te acerques a las ventanas carajo! Grita Doña Ana, los vidrios con cintas adhesivas en aspa, es la cara  del miedo de Lima.
-que dice la radio- pregunta mientras sintoniza radio programas-

Directo en directo, José Miguel  nuestro  reportero informa.

Son las nueve y quince y un coche bomba ha explotado en San Isidro frente a los bancos en pleno corazón del centro financiero de la ciudad….

La línea del Mantaro ha sufrido una interrupción electro Perú está tratando de verificar donde ha sido interrumpido el fluido eléctrico, primeras informaciones indican seria en el kilómetro treinta de la carretera central antes viviamos por alli  Chaclacayo  sol siempre pero lleno de terrucos Huaycan La Cantuta,Raucana.seguiremos informando, directo en……… se silencia la radio.
-mamá, el chino me ha dicho que me va a guardar cuatro bolsitas de leche enci – dice miguel mientras busca un pan.

–Igual vas al mercado del pueblo hacer la cola- contesta  y se sienta frente a la tele apagada. Ojala regrese pronto la luz para ver la novela piensa.

No hay muchos carros, la gente se guarda temprano.
–sendero y la conchasumare- murmulla Miguel el diario de marca y sus huevadas.
 No sabe qué hacer, antes se salía a la esquina o se iba a jugar pelota, con la manchita del barrio, ahora nadie sale.}

 Además esta calientito lo del Frontón más de cien muertos terrucos, la marina los bombardeo, se habían rebelado o algo  así y el Alan García mando matarlos. Por eso están recontrapicones.

Este Alan la cago todititita, con los intis, las colas más largas lentas se pasan las horas para dos sobrecitos de leche en polvo, la inflación puta ni te imaginas que es eso las farmacias cambias sus precios todas las semanas pegatina sobre pegatina al final no les conviene vender mucho, el terrorismo, la gente de billete se está escapando del país sino es  Alan  son los terrucos.

 La sartén o las llamas pescadito.

Al menos queda la final del mundial Argentina y el Diego  contra Alemania de Shumacher tremendo arquero, el Domingo, ojala haya luz, vamos a ir a la casa de Tito que vive en la Residencial, y ha invitado a los patas del cole, tiene tele grande, su viejo  trabaja en un ministerio y seguro se compro su grupo electrógeno.

Mejor me  voy a acostar temprano con la ciudad oscura, no queda otra.pienso en Carmen. las sabanas estan humedas, Lima carajo , todo huele a hongos.




miércoles, 18 de abril de 2018

LA TOMA





LA TOMA



Entre el CHE      Y SANTANA  


Con aprecio para Gustavo  Parra
y a Juan Panay y los jotosos.


Corría el año 76, Universidad San Luis Gonzaga Ica. Después de varios intentos postulando en Lima había aterrizado en Ica.
Puerta principal de la UNICA.


                                           e


En el examen de admisión dos años atrás hice amistad, con un extraño individuo, con el que  a través de los años la hemos mantenido con cercanías y alejamientos. Juan, el si era de Ica, yo entre a ciencias biológicas, pensando que iba a ser biólogo pero resulto que el titulo era de profesor de biología ciencias naturales, como  que ser profesor no estaba en mis planes de vida, así que cambie de facultad al año, era entre odontología y farmacia, mi abuelo era farmacéutico y lo de ser dentista  y sacar muelas no era lo mío.

Así fue que estudie farmacia y bioquímica, mi padre medico quería que estudiara medicina, pero mis inclinaciones a la sociología y literatura, como que no tenían mayor peso en sus planes conmigo. Era medico como el, o farmacéutico como su padre, soy el mayor de los hermanos y sentía cierta responsabilidad de seguir con los planes dinásticos profesionales planificados para mí, cierta pena en decepcionar sus expectativas y más aún que sus órdenes se  acataban con o sin  dudas ni  murmuraciones.

El clima político de la universidad era intenso, era la época de gobierno militar. El general Morales Bermúdez había derrocado al caudillo el general  Juan Velasco Alvarado quien había dado el golpe en 1968 al gobierno constitucional de Fernando Belaunde.

El Frente Estudiantil Revolucionario –FER-  parte de la Juventud del partido comunista pro soviético  que dirigía Don Jorge del Prado era el movimiento imperante en la universidad, y había apoyado al gobierno militar de Velasco ,había sufrido unos de las tantos cismas dentro de la izquierda peruana, y la escisión era un  grupo que decidió seguir apoyando el proceso del gobierno militar, mientras el otro rompía con el dirigido por Morales, a todo esto yo estaba en este segundo grupo ,la amistad con Juan líder estudiantil de la facultad de farmacia había influido en mi acercamiento también por su cercanía a la Cuba de Fidel Castro y al CHE Guevara por los cuales sentía admiración desde chico.,  otros grupos como el FUER  cercano al Partido Comunista del Perú pro maoista estaba en crecimiento y el ARE aprista, pequeño  pero presente Ica era una ciudad que votaba por el APRA.

 Estaba allí con los militantes de la juventud comunista ,algunos con varios años en la universidad y habían viajado a Cuba, a Chile de Don Salvador Allende, y un pocos que habían visitado la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas la poderosa URSS enemiga del imperialismo yanqui los EEUU. Por esa época o eras socialista o eras aprista, y socialista eras pro ruso estalinista además  o pro chino con tu librito rojo de las cincos tesis. Eran casi como los evangélicos con la Biblia la palabra de Mao Tse Tung  era dogma final y en las polémicas te lo  esgrimían y lo sabían de memoria. Tantos amigos de los “chinos” Pablo que después estudio medicina y fue unos de los primeros en pasar la noche en la comisaria después de una manifestación , su primer galón y héroe del salón, Leopoldo el más joven y estudioso de las cinco tesis  polemista de su escuelita los dos ya fallecidos. Lucho entre otros todos gente estudiosa y correcta.

De tanto andar con los feristas en elecciones que nunca ganábamos,en broncas donde a veces nos correteaban y pegaban y otras nosotros ganábamos a pedrada limpia,  me fueron invitando a la Juventud Comunista, los recuerdo con aprecio , Edward con sus ojos dormidos ,líder indiscutible , Peluca, el Sapo que tenia su cevicheria y era súper ronco, Pito, Juan, Huamani Poneco Florencio  El pisqueño Camasca, que habían andado por Alemania y andaba con su camisa azul del partido comunista de la entonces RDA, que años después desapareciera con el muro de Berlín, entre los que más recuerdo.  

 Ica por la década del 80   era todavía una ciudad con mucho de pueblo, con sus tres cines el Dux el Ica y el Rex el más pobre. Con sus funciones dobles  continuadas. Su plaza de armas con frondosos ficus, que me hacían recordar Chosica y sus bancas eran parte de la vida universitaria, el local central casona virreinal  inmensa con un patio central  conventual,  con seis ficus centenarios umbrosos protegidos por unas bardas con las bancas donde pasamos el día conversando discutiendo esos inviernos compartiendo un cigarrillo.  uno de ellos en una esquina daba a la puerta del programa de Farmacia y Bioquímica una habitación oscura de pisos y techo de madera ,al lado la biblioteca igual , en la otra esquina el aula más grande de la universidad tipo auditorio el maracaná escenarios de asambleas broncas de intensos debates ,al lado del anfiteatro  ,el local de la universidad que ocupaba casi toda la manzana, colindaba con la Catedral de Ica , las noches muy frías de invierno y sus veranos extremadamente calurosos ,esos medios días donde la gente se refugiaba en sus casas y la ciudad se hacía solitaria hasta las 5 que comenzaba a llegar la brisa fresca del desierto y la ciudad a repoblarse con el tañido de las campanas de las 6 de la tarde.

Por las noches los de Lima paras no aburrirnos solos en los cuartos nos juntábamos  en las bancas de la plaza, no había radio  FM, y la tele en blanco y negro era aburrida como siempre.
Conversar de lo mismo se convierte en arte. los recuerdo a todos  a Gustavo que me salvo la vida un domingo, que me intoxique y moría en mi cuarto de la pensión  , sus inclinaciones más que la salud iban por la ingeniería, Julio, que iba por la medicina pero veterinaria, Carlos de Chiclayo que su viejo medico quería que sea médico ,pero él quería ser terrateniente, el Rufino de AcarI que le daba más por la agronomía todos en el programa equivocado, menos Nato  rubio ojos claros que si estudiaba medicina era de Ica su padre era un importante  médico de la ciudad , hoy cardiólogo y  otro amigo de Ica que vivía en la plaza de armas que es médico pero el si quería ser médico Gonzalo su padre también médico. Para los exámenes nos íbamos a estudiar al fondo de la huacachina.

Yo navegaba entre dos mundos en el Fer revolucionario  clasista combativo de la U y con los chicos clase medieros, de la plaza ni de aquí ni de allá, creo que mi vida transcurrió así entre dos mundos aquí y allá.    

La ciudad y sus ómnibus plomos antiguos los urbanos que recorrían la ciudad, una línea de micros y las carcochas rojas que iban a Huacachina improvisadas a partir de camiones con sus pisos de madera limpiados con petróleo  eran  los medios de transporte que luego desaparearían. La ciudad cuando la universidad entraba en vacaciones como que iba quedando vacía tranquila, en paz sin el bullicio estudiantil.

Me encantaban sus árboles , sus ficus inmensos añosos, sus arbolitos con flores rojas las acacias. sus huarangos secos y retorcidos por los paracas, camino a Cachiche .

Sus dulces de manjar blanco de la plaza Bolognesi, su hígado a la parrilla en la calle oscura de donde salían los colectivos a un bucólico burdelito ,  su chocomel calentito y su pan con jamón detrás de la iglesia de Luren. La cebada y la chicha morada de Colina y los dulces de Velasco. Todo eso y mucho más era Ica, la procesión del Señor de Luren , la fiesta de la vendimia y la feria que era en plena avenida Matias Manzanilla con sus puestos de cachina, su carapulca .Su gente amistosa.

Ica alli me enamore, me casaría con Zully y naceria mi hija Mey.

Lo seguía a Juan en la universidad cual fiel escudero, hacíamos los comunicados  los pasábamos a esténcil y luego al mimeógrafo y luego a repartirlos, nuestro programa de trabajo para las elecciones, nos íbamos por las noches al local de la Federación de trabajadores a complotar a hacer la revolución,  allí vivía el chino  poeta y allí recalaba un chato que con un profesor de bellas artes que se pintaban en una noche un mural  en una pared con lema y todo.



Los amigos de la plaza no comulgaban con mis  aventuras políticas, allí hablábamos de Carros de chicas, películas todos enamorados de Jacqueline Biset, de música, Santana, Woodstock. En el local de los trabajadores mis temas eran otro las alianzas políticas, la música Víctor Jara, Quilapayun, la toma del poder el pueblo unido.  Juan  era el único que iba a la plaza conmigo a veces, de los de la plaza nadie iba conmigo al local de la FRTI.

Andaba yo  trajeado con la moda limeña de la época los pantalones de boca ancha, los zapatos con plataforma y tacón, y el pelo largo, muy largo, Una mezcla  de medio hipie medio revolucionario, me imagino  así debió ser la Católica donde quería estudiar sociología, Barranco, tiempos nuevos, Wifala en el centro, además que con mi hermano Jorge que estudiaba veterinaria en Chincha  nos daba por la salsa y los salsodromos, todo una mezcla.

En Mayo de 1986, los conflictos sociales se habían acentuado, en Huanta y Huamanga los estudiantes de la universidad habían entrado en fuertes enfrentamientos con los militares en el sesquicentenario de la batalla de Ayacucho, y el país se hartaba de la dictadura militar, en la universidad el conflicto de los trabajadores había llevado al despido de decenas de ellos, los estudiantes nos solidarizábamos con ellos.

Una noche llegaron de Lima dos dirigentes de la juventud comunista Nico y Marko, se encerraron con los profesores y dirigentes, algo acordaron y nos dijeron que había que  hacer una solidaridad más activa, marchas  comunicados.

A los pocos días hicimos una gran marcha de estudiantes  que fue disuelta por los gases y hubo detenciones , allí  paso su noche en la comisaria  convertido en héroe nuestro querido amigo Pablo,  creo que fui uno de los pocos que marchaba con makarios y en una de las carreras perseguidos por la policía ,carajo, se me salio el tacón de un zapato , los compañeros se morían de risa el revolucionario pituco me decían, tenían razón  provenía de una clase media con ingresos mayores a los promedios y  la mayoría delos chicos de similar condición socioeconómica no participaban de la actividad política universitaria.

 Era como adoptado  me habia integrado, iba al comedor universitario hacia mi colita de una hora ,teniendo una pensión de comida, en fin mi héroes el Che , Javier Heraud .el guerrillero del Markhan  como le diría años después la revista Caretas, Luis de la Puente y teníamos un héroe guerrillero local Alain Elías quien había estado cuando el poeta murió.

Más de una vez nos visitó Hugo Blanco, y gente de la la FARTAC la histórica federación agraria revolucionaria Túpac Amaru del CUSCO, viejos luchadores que habían conocido a Ernesto  Che Guevara, conocí en ese tiempo mucha gente metida en los movimientos de izquierda radical.
Y yo allí un patita de las clases medias chosicanas, que por esas cosas y por exceso de tiempo y lecturas estaba  cerca muy cerca de los dirigentes y activistas políticos ,para mí era  una aventura, un compromiso , creía profundamente en lo que hacía, recuerdo de mi paso por secundaria tenía un afiche de Jesucristo buscado por revolucionario , y era parte la iglesia y su opción por los pobres, y pobre yo no lo era pero allí estaba, cómodo pero también me movía cómodo escuchando Santana , Los Rollins Stone, Black Sabbat, y del rock peruano  Gerardo Manuel, Frágil , Pax, el Polen  y el emblema de los 70 WOODSTOCK tres días de paz  música y amor. Hendrix ,The Who, la ópera Jesuscristo  Super Star.

 Así en esa esquizofrenia y estudiando Farmacia y la fascinante Bioquímica eso y la química orgánica era lo único que valía la pena, años después descubrí la física cuántica ,pero eso es otra historia, de los poquísimos profes que llegue a querer fue a Don Jorge Hurtado Smith  Doctor en bioquímica, de San Marcos que por problemas de salud de su hijo los bronquios el asma recalo en Ica, creo que nunca lo entendieron y el no llego a entender esa forma de hacer universidad que se hacía y que no nos gustaba.
 
Una noche como a las siete Juan  me me llama a un costado en la plaza donde estaba con los patas y conspirativo me dice te busco a las doce, es importante. Ya en Mayo las noches son frías.
Ya en mi cuarto acostado  a media noche siento el silbido de Juan, tratando de no despertar a Gabriel, me vestí y me puse mi sacón, igual se despertó.
 – cuídate, no te metas en cojudeses- me dijo  y se volteo para seguir durmiendo.

Salí la calle vacía, Juan estaba con Julián el sapo, -vamos me dijo-  y salimos caminando en silencio, por la calle Lima, entramos en un callejón donde Vivian estudiantes , entramos al cuarto de María, una joven compañera de biológicas, en el cuarto pequeño, había 7  a 10 personas.
 Edward nos habló, miren -Están acá porque han sido seleccionados- y no se les dijo nada antes por seguridad son de plena confianza,  aquí sabemos todos que estamos comprometidos, todos en silencio, evidentemente Juan y Julián que eran  cuadros dirigentes y ya sabían el motivo de la reunión.
 -esta madrugada vamos a tomar el local de la universidad en protesta  por el despido de trabajadores y en defensa de la estabilidad laboral – nos comunicó Edward.

 Ta mare, en que estoy metido, pensé, medio asustado, tan sorprendido, como varios que no sabíamos para que nos habían convocado, pensé para mí, que carajo tengo que tomar yo la universidad para defender a los trabajadores que la tomen ellos, pero ya no podía echarme atrás.

Llego Marko, y nos dice Juan y tu gente a las dos entran por jirón  Callao, a la plaza, Sapo tu  entras por la calle Cajamarca, allí suman 20. Se juntan en la esquina de la catedral, a esa hora  por el comedor universitario, van a reventar un petardo, para distraer.

Yo estaba en el equipo de Juan,  con seis, siete chicos entre ellos  un par de talareños. Llegando a la esquina del parque vemos al grupo del Sapo, que se acercaban, casi simultáneamente se escucha el estruendo de una explosión .

 Juan grita – ¡entramos a la Catedral! , arranca a correr, pero la Iglesia estaba enrejada, y las rejas de dos metros, terminaban en puntas de hierro.

Todos corrimos mientras el ulular de los patrulleros sonaban acercándose, a trepar y tirarse,  para mi mala suerte, al subir la reja, apoyo el pie izquierdo en él una punta y al lanzarme me atraviesa el zapato  me hace una tremenda herida en la planta del pie. El dolor intenso, como que se diluye, adentro ya 20 chicos, nos preguntamos ¿y ahora a dónde vamos? El  atrio inmenso el portón  inmenso también.
¡¿Adónde vamos ?!  Preguntamos, pegada a la pared que colinda con la universidad una puertita que nunca habíamos visto se abre rechinando.

– Corran – grita con su voz ronca el Sapo.

 Emprendemos la carrera, yo cojeando y sangrando, el primer herido de la toma. La escalera angosta, de maderos viejísimos más de un escalón se rompió, un colchón de hojas de años  cruje  y las pulgas nos saltan a las piernas.



la Catedral,después del terremoto, al izquierda debajo del campanario la imperceptible puertita.


Llegamos al  techo voladizo de tablones que da sombra a uno de las pasadizos laterales del patio central  un colcho de años sin limpieza de hojas secas de los ficus, no se quien desde adentro nos había franqueado el paso,  fuimos bajando por el baño frente al maracaná y de allí al patio central.
Adentro estaban  Edward  y Nico los guardianes y porteros les habían franqueado la entrada abriendo los candados. ( meses despuésme pregunte por qué carajo no entramos todos por allí)
Nos dividimos en dos grupos para bloquear llenar de carpetas y sillas las dos puertas de acceso la principal y la facultad de Odontología en la parte posterior. 

Le digo a Juan que estoy herido, me sacan el zapato agujereado y la media ensangrentada, Guido que estudiaba medicina, dijo lavarle el pie con abundante agua,  alcohol, y vacuna anti tetánica. ¿Alcohol, vacuna? – Tenemos kerosene – apunta Peluca, (también me pregunte después ¿de dónde chucha hay kerosene? Me lavo el pie y me ponen el kerosene, y lo envuelven en un periódico, anda a descansar a la federación me dice Edward que lidera la toma, y estudia medicina.

Voy adolorido y asustado, la vacuna pienso, me da tétano y muero por meterme en cojudeces y no hacerle caso a Gabriel.
Las campanadas de la catedral van anunciado las horas, no me había percatado antes,  tres a las tres de la mañana laudes. Amanece frío seis campanadas, maitines escuchamos por radio Ica, vecina de la universidad, de la toma, la policía ha rodeado las puertas de acceso. Nada entra nada sale.
Pero igual llegan panes, por una de las paredes colindantes, del techo de radio Ica, era el único acceso de entrada y salida Nuestro parlante emite las razones de la toma y las clásicas canciones, no nos moverán el pueblo unido jamas será vencido .



Recomiendan mi evacuación  para la noche,  el pie lo tengo hinchado, y veo jugar un partidito a los chicos, son las tres de la tarde y el pie me está latiendo.  Se acerca la noche y me sacaran a media noche, pero a las diez nos avisan que la policía va a entrar y traen a unos pescadores de Pisco del movimiento que apoya al gobierno. Se posterga mi salida, nos dan un café con un pan   , oscuro el patio y toda la universidad, nos han cortado la luz y el agua. 

A las once en el patio hacen explotar un pedazo de dinamita, en mi vida había estado tan cerca, yo que le tengo miedo a los cohetes. Vivas aplausos ,pasarme la F passame la E , passssssameeeee la R, QUE DICE COMPAÑEROS FER , mas fuerte FERRRRRRRRR  y me dan escalofríos, estoy con fiebre.


Te sacaremos en la madrugada me dice Juan, Julián  está en el techo y baja, nos encontramos y me da un revolver viejo que parece de la segunda guerra mundial, por si acaso me dice, la única vez que tuve uno , fue de niño era de mi padre y jugando dispare contra la pared pensando que estaba descargado y una bala salió, reboto en la pared y me silbo por la oreja. No me gustan las armas de fuego.  Era amigo de Julián le decimos sapo, buena gente su mamá tenia una cevichera grande en el mercado.  Sale del baño y se la devuelvo.

 Es la segunda noche, me encargan que vigile desde el segundo piso un posible acceso  por el auditorio. Me dan unos cohetes bombardas, y dos molotov -se los tiras si entran – me dice Marko, puta madre en mi vida he prendido un cohetón, la verdad ya me quiero salir, la fiebre me hace sudar y ni un mejoral me han dado.

Paso la noche temblando solo, alguien me alcanza una taza de café y un pan blando.  Yo y las campanadas de la catedral.

Recién a medio día al ver lo mal que esta mi pie me sacan por atrás por el techo de radio Ica, alguien me acompaña al hospital donde un médico me pone la anti tetánica y sin anestesia con una tijera me abre la piel y sale un chorro de pus, me pone una gasa no recuerdo mucho solo que dormí  .

Sería el quinto día de la toma cojeaba estaba tomando antibióticos , regrese al hospital donde me curaron era sábado recuerdo.

el doctor, un viejo cirujano me dijo ¿–revolucionario el jovencito no?-

 Me abrió la herida saco la gasa me metió alcohol yodado a chorros salía con sangre pus, hasta que solo salió alcohol. Me puso unos polvos de sulfa lo parcho , yo estaba empapado de sudor del dolor.
 –Para que aprendas a no meterte en huevadas – me dijo y me dio una palmada en la espalda.

Llegue a mi pensión y comí  por todo lo que no había comido esa semana.

La toma seguía sin solución, me acerque ese sábado por la noche y había varias deserciones, quedaban los pocos  diez, Juan, peluca, Julián Edward  y otros seis.
El domingo cuando la catedral daba las seis campanadas,maitines  la policía entro por el techo de radio  Ica y los detuvo, los mandaron a la cárcel de Cachiche diez días. Los enjuiciaron  y tuvieron como cinco años con antecedentes penales a los trabajadores los repusieron .

Al final tuve suerte de no caer preso, en mi casa no supieron en las cosas que estuve metido, fue una época que transite entre samba pa ti de Santana , y no nos moverán de Quilapayun , el pueblo unido jamás será vencido y Let is Be de los Beatles. Buenos tiempos.

  


 



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miércoles, 11 de abril de 2018

LA COPA la infancia aprendiendo a perder


                                                            LA COPA

                                                    Aprendiendo a perder.                                                         

                                                    




Solo después de la primera derrota entiendes el futbol,
así es en la vida así es en amor
Plautus chejonio
XXI DC

Año 1964 Chosica, tenia diez años y el pueblo  todavía era un pueblo. El futbol ocupaba todos mis pensamientos,   veía a los mayores del barrio darle a la pelota las tardes, en la pista o en el parque,  el pasamanos era un arco y el otro un par enormes ficus. Más atrás  la carretera central.

Salía a jugar,  un rato me dejaban entrar al arco, así de a poco me integre a los peloteros del barrio, mis habilidades con la pelota eran ciertamente pocas, bueno hasta hoy, aunque algo aprendí  y mucho disfrute en estos cincuenta años tras la pelota pero amigos hice por todo el pueblo.

Vivía a media cuadra del parque en una calle con pocas casas, , tres , la de los Bresani conocida como la casa de la bruja por una veleta en el techo,  la nuestra y la de los Ponce, eran pocas porque al frente está la iglesia y la parte posterior del colegio Santa Rosa, y al costado la Municipalidad.  Una calle llena de árboles inmensos. Muchos partidos en la infancia, fueron en esa pista, el jardín y las veredas, cuando no había mucha gente, dos contra dos a lo ancho los arboles los arcos, la pista al medio los goles después de la línea de la pista. La cancha alternativa los sábados era a la vuelta el legendario jirón Cuzco, no pasaban carros se podía jugar tranquilo, entre las  casonas y el colegio.

Tres cuadras más a la derecha entre Iquitos y Chucuito había otra tremenda banda de futbolistas callejeros  muy buenos, a veces alternábamos, con ellos. Y luego la cancha oficial cuando los curas se democratizaron, la canchita de fulbito del Santa Rosa, con arcos de metal y todo. Había que ir  pedir permiso, éramos del barrio pero casi nadie estudiaba en el.

Tremendos partidos entre otros con los Cavallini, Propietarios de una carpa de circo en la avenida Lima, carretera central, al lado del colegio Santa Rita en un pampón que Debió haber sido una casa destruida, llegaba en julio y se queda algunos meses hasta que un día se quedo años  y en las noches de fin de semana traían espectáculos de strip tease lleno completo en el pueblo, recuerdo a Antuco con prismáticos en la primera fila, se acabó cuando la parroquia protesto. Los hermanos Cavallini tenían entre ellos payasos saltimbanquis y hombres forzudos, ahora que lo veo podría haber sido una película de Fellini .

Allí recibíamos de locales a los amigos de otros barrios entre otros a los de San Fernando Alto de vez cuando, a los de 28 de Julio la zona comercial allí si había los grandes peloteros sede del club Independiente, emblema del futbol pueblerino y el Apurímac por el nombre de la calle. Buenos tiempos.

Mi entusiasmo era grande y salía a jugar casi todos los días que se podía pero los fines de semana era solo eso, futbol en la calle, con Checho  y Jaime mis hermanos, la gente de jirón Callao y alrededores.

Otro de los equipos del barrio más experimentado esos años incluía a los Paneton, apellidaban González pero así les decían, los Paneton.  Jugábamos de vez en cuando y existía cierta rivalidad.
Por ese tiempo mi tío Asunción fue a vivir,  un tremendo caserón en la de esquina del jirón Trujillo y Callao  al costado de la comisaria, hoy es una iglesia evangélica, casa de comienzos del siglo veinte inmensa, con techos altísimos de dos aguas, dos jardines laterales del tamaño de canchas de fulbito, comenzamos a ir a jugar allí, lindas las canchitas, con pasto, detrás de una de ellas crecían inmensos bambús. Por ese entonces fundamos un clubcito años después el Milán. Había varios hijos de migrantes italianos.

Pero  yo tenía diez años y solo quería jugar futbol, tenía mi pelota,   mis amigos, mi casa era grande pero no tanto y allí con mis hermanos le dábamos duro a la pelota hasta pelar el jardín por ese tiempo había un chico que trabajaba en la casa un poco mayor  Jesús, con el jugábamos hasta que se podía.
Un día a los amigos del barrio se nos ocurrió decirles al equipo de los Paneton jugar un partido  fuimos madurando la idea, y me encargaron  ir a pedir permiso a  mi tío para que nos preste la cancha jardín estadio. Mi tío no jugaba ni le gustaba el futbol él era farmacéutico y le iba más  por las matemáticas , la música y era radio aficionado OAX Villa del Sol trasmitiendo en onda corta, tenía una antena en su casa de cuatro pisos pero nos apoyaba. Tenía su farmacia y mi abuelo la suya desde 1934   esa es otra historia, también estaban mis primos que tenían muchas habilidades pero no para el futbol y su padre Don Tito casado con la hermana de mi padre  , tremendo deportista automovilista entre otras habilidades que también trabajaba en el negocio familiar.

 Parece que además de no jugar tan bien al futbol tenia cualidades de negociador o diplomáticas así que con Checho pactamos el partido ,  y fuimos a pedir la cancha , la que sin mayor problema nos las presto ,durante años jugamos allí y fuimos inmensamente felices. A veces la hacía de arquero el pastito permitía las voladas, -soy Bazán- decía, como el arquero de Alianza Lima de esa época.
Al pactar el partido, la pregunta que nos hicieron y nosotros ignorábamos que así fuera, íbamos aprendiendo.

¿Bueno a que jugamos?
Nos miramos   ni sabíamos  que jugaríamos.

¿El equipo que gana es campeón?

 –No pes hijito- o algo así debieron decirnos  -¿Qué apostamos? –
Apostar, ni idea, nunca habíamos jugado un partido  de competencia oficial.
 – No sé, ustedes dirán ¿qué apostamos?- pregunte en mi inocencia, dando a entender algo  así, como que   algo sabíamos.
-Una Copa – dijo

 Tito, era el mayor de tres hermanos rivales.
 –Ya una copa – le contesto Checho
Y nos fuimos contentos.

Una copa, -yo he visto que en el Bazar  Antiguo venden -dijo Javier que jugaba para nosotros y lo hacía bien  .Ni idea de copas y trofeos, fuimos una delegación a ver copas , y había de diferentes tamaños y precios. Vimos una que costaba como 30 soles. La más chica para más no teníamos.
Fuimos a negociar ¿Copa de cuánto?  Quedamos en la de 30.
La verdad yo tenía diez años y la mayoría de mi equipo no más de 13,  y plata no teníamos  ¿Qué hacer?   Checho el mayor mas chato y más vivo, dijo
-hay que pedirle a tu papá que no las done- lo hacemos padrino.
Otra vez me encargaron hacer la solicitud seria por que vieron en mis dotes de diplomático más que
de futbolista, mi padre era médico  y había pocos doctores en el pueblo.

Checho alguna vez me conto que siendo recién nacido le detecto un problema cardiaco que lo trataron en el hospital del niño y le salvaron la vida pero lo dejo bajito.

Mi padre era de la U  y yo de la Alianza, hoy con los años creo que hubo un trasfondo psicoanalítico freudiano  por allí.   Nos donó la Copa, linda era con su cinta con la bandera peruana. Una semana antes ya no podía dormir soñando con el partido, mi mamá me compro unas medias de futbolista  con los colores rojo y blanco, alguien le dijo había que comprar unas ligas gruesas para que no se cayeran.

 Llego el día  jueves por la tarde a las cuatro, fuimos a la cancha , yo era un manojo de nervios, estábamos allí a las tres y treinta  pero algo que no había imaginado  estaba sucediendo, había tres chicos en mi equipo que no conocía ,es que tenemos que reforzarnos me explicaron,  y primer golpe al corazón , no me ponían de titular, un nudo en la garganta , los ojos mojados y no puedes llorar, pero yo, se suponía que tenía que jugar , yo lo había planeado , me había comprado mis medias de futbolista.

Termino el primer tiempo, íbamos perdiendo y las dos copas allí en una mesita al lado del campo, ya me tocaba entrar, y no me ponian  los más grandes hablaban entre ellos y no me daban bola, la canchita estaba llena de gente del barrio, y el partido por terminar.  
Me parecía totalmente injusto no haber jugado, aunque hubiera perdido, total yo  había conseguido la cancha,  yo había conseguido la copa, una decepción, una frustración, rabia, molesto con mis amigos que no me habían puesto, era delantero se suponía.

En eso en mi cabeza de niño, con la mirada perdida, viendo mis medias de futbolista , sentado al borde de la cancha cerca de la mesa, vi las copas, los trofeos .

Esa copa era mía, total mi papá la compro, fueron cosa de segundos tomar la  decisión cogí la copa  la copa nuestra, mí copa y me escurrí, mientras la gente veía el final del partido comenzó a caminar rápido con la copa debajo de mi camiseta limpiecita, rumbo a la puerta, casi llegando a la puerta alguien se percata de mi hurto y gritó.

 – ¡se está llevando la copa! –

 Escuche el grito y comenzó a correr con todo lo que me daban las piernas, con el corazón a mil por hora, mi casa está a dos cuadras y media, tras mío un montón de gente persiguiéndome gritando, no entendía nada  yo solo corría con mi copa.

Jugadores hinchas rivales  detrás mío, les había sacado media cuadra de ventaja, al llegar a la esquina doble y llegue a casa toque el timbre desesperadamente y me abrieron y la gente ya casi casi encima, cerré la puerta  y me metí al baño.}

Encerrado, con los ojos cerrados con la copa entre mis manos, tomando conciencia de lo que había hecho, la vergüenza comenzó a reclamar su espacio, escuchaba los gritos, y mi padre que les hablaba, se hizo el silencio y tocaron la puerta, era mi padre.

–Tienes que devolver la copa hijo- me dijo. Abrí  la puerta pálida le di la copa
- dásela - musite.
–no , tú tienes que hacerlo. Yo te acompaño les pides disculpas – me dijo tranquilo sin levantar la voz, sereno tranquilo, con la autoridad del padre, del hombre mayor, del que sabe. No me quedo otra.
Salí con la copa caída en la mano, con su banderita peruana en un lacito. Se hizo un silencio   me acerque cabizbajo  y les dije apenas audible perdón.

Un grito de exclamación salió de la multitud en la puerta de mi casa.

Ese verano no volví a salir a jugar futbol, me puse a leer con desesperación.
 








miércoles, 4 de abril de 2018

HUALLASCO EL ESPECIALISTA.


HUALLASCO 
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Señor Huallasco, segundo B, sala de operaciones. Por los parlantes del hospital lo llaman.
Durante años Huallasco era solicitado por los parlantes, más de veinte creo, al noveno A  , al quinto B sala de partos. Pensaba que era un técnico que llevaba el oxígeno, o el encargado de la limpieza muy especializada, sin mayor curiosidad era parte del día a día, la rutina que  hace invisible  los lugares, a la gente, la voz del paisaje auditivo como  los detalles, de Lucho el encargado de perifonear. 

Como  del señor  de vigilancia que durante años está en las mismas puertas, y nunca te preguntaste cuál era su nombre, hasta que un día lo encuentras en un lugar lejano en unas vacaciones, y  lo saludas y no sabes cómo se llama. Igual te alegras de  verlo, el también, no saben sus nombres pero se conocen son parte de una fraternidad anonima.

A Huallasco no lo conocí, seguro nos cruzamos muchas veces en los pasillos y no  podíamos identificarnos por nombres éramos gente parte del paisaje cotidiano, invisibles al fin, anónimos conocidos.

 Dejaron de llamarlo y se desvaneció como un fantasma, sabía que existía y nunca lo vimos. ¿Cuánto tiempo paso desde que dejaron de llamarlo? no lo sé, ya tenía quince años en el hospital, un día,  de la nada, le pregunte a un compañero
 -¿Ya no llaman a Huallasco no? –

 No sabía quién era, la mayoría a quienes pregunte no sabían cuándo se había ido, ni les importaba.
Pregunte si lo conocían, la mayoría no sabían de él, era posible que fuera un enfermero, otros me dijeron que era el que llevaba las piezas amputadas a patología Huallasco era casi un ser mítico.
Una noche de guardia en la cena conversando con una enfermera antigua me contó la historia, el señor se había jubilado hace cinco años, pero se había quedado en la peluquería del hospital donde pasaba el tiempo y se cachueleaba era  un servicio que existía desde la fundación y los médicos en especial los residentes que vivían allí  lo usaban, después cuando los residentes dejaron de residir dentro del hospital la peluquería desapareció, fui una vez y me dejaron la cabeza un desastre. Me conto que hace uno dos años  dejo de ir.

Huallasco había venido de Apurímac muy joven, entro como personal de limpieza y trabajaba como peluquero en su barrio de la Victoria. Un día limpiando una sala de operaciones escucho a la enfermera que se quejaba

 – Estoy harta de afeitar  pacientes-
-yo se afeitar y cortar pelo señorita- dijo Abraham, mientras pasaba el trapo con desinfectante.

Fue así como lo ascendieron a auxiliar de enfermería y se dedicó a retirar las pilosidades de los pacientes a operar, las abdominales y los pubis requerían estar libres de vellos que pudieran contaminar  heridas, además de tener  costuras limpias.

De carácter reservado, poco hablar, delgado esmirriado, andar discreto, Abraham Huallasco se convirtió en el mayor afeitador de pubis del país,  los médicos lo llevaban a las clínicas donde operaban, se hizo experto, era una tarea que enfermeras y técnicos rehuían, para él era la rutina y se ganaba un buen dinero. Además había desarrollado el fino placer del voyerismo, por lo que en sus días libres se quedaba   en maternidad depilando parturientas.

Me contó la enfermera, que muy secretamente una de sus colegas que padecía de un severo hirsutismo le daba su propina y  le mantenía ordenada el bajo vientre y depilada la entrepierna las piernas y las axilas, y también hizo la confidencia que  tenía entre su clientela particular otras enfermeras, técnicas, y una farmacéutica que además tenía un bigote de cuidado, sino también algunas doctoras, se rió de buena gana la enfermera y me dijo  fue el precursor del depilado brasilero.

Esa es la historia de Huallasco , al final fue perdiendo habilidades y se retiró discretamente, las anécdotas   que recopile no son muchas, apuntaban que además de su habilidad con las gilletes  y tijeras, tenía dedos muy hábiles por lo que no necesariamente era requerido no solo para rasurar, que alguna vez atendió a una Reyna de belleza que resulto siendo hombre, alguien incluso me dijo que era el padre de un niño de una veterana doctora que sin conocerle pareja apareció con un hijo   de pelos rebeldes.

Enero 2018






mis guardias nocturnas.

 GUARDIAS NOCTURNAS Ha pasado muchos meses que no voy a trabajar al hospital, primero fue por descansos médicos por un problema oncológico, ...