Entre el CHE Y
SANTANA
Con aprecio para Gustavo Parra
y a Juan Panay y los jotosos.
Corría el año 76, Universidad San
Luis Gonzaga Ica. Después de varios intentos postulando en Lima había
aterrizado en Ica.
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Puerta principal de la UNICA. |
En el examen de admisión dos años
atrás hice amistad, con un extraño individuo, con el que a través de los años la hemos mantenido con cercanías
y alejamientos. Juan, el si era de Ica, yo entre a ciencias biológicas, pensando
que iba a ser biólogo pero resulto que el titulo era de profesor de biología
ciencias naturales, como que ser profesor
no estaba en mis planes de vida, así que cambie de facultad al año, era entre
odontología y farmacia, mi abuelo era farmacéutico y lo de ser dentista y sacar muelas no era lo mío.
Así fue que estudie farmacia y
bioquímica, mi padre medico quería que estudiara medicina, pero mis
inclinaciones a la sociología y literatura, como que no tenían mayor peso en
sus planes conmigo. Era medico como el, o farmacéutico como su padre, soy el
mayor de los hermanos y sentía cierta responsabilidad de seguir con los planes
dinásticos profesionales planificados para mí, cierta pena en decepcionar sus
expectativas y más aún que sus órdenes se
acataban con o sin dudas ni murmuraciones.
El clima político de la
universidad era intenso, era la época de gobierno militar. El general Morales Bermúdez
había derrocado al caudillo el general
Juan Velasco Alvarado quien había dado el golpe en 1968 al gobierno
constitucional de Fernando Belaunde.
El Frente Estudiantil
Revolucionario –FER- parte de la
Juventud del partido comunista pro soviético
que dirigía Don Jorge del Prado era el movimiento imperante en la
universidad, y había apoyado al gobierno militar de Velasco ,había sufrido unos
de las tantos cismas dentro de la izquierda peruana, y la escisión era un grupo que decidió seguir apoyando el proceso
del gobierno militar, mientras el otro rompía con el dirigido por Morales, a
todo esto yo estaba en este segundo grupo ,la amistad con Juan líder
estudiantil de la facultad de farmacia había influido en mi acercamiento
también por su cercanía a la Cuba de Fidel Castro y al CHE Guevara por los
cuales sentía admiración desde chico.,
otros grupos como el FUER cercano
al Partido Comunista del Perú pro maoista estaba en crecimiento y el ARE aprista,
pequeño pero presente Ica era una ciudad
que votaba por el APRA.
Estaba allí con los militantes
de la juventud comunista ,algunos con varios años en la universidad y habían
viajado a Cuba, a Chile de Don Salvador Allende, y un pocos que habían visitado
la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas la poderosa URSS
enemiga del imperialismo yanqui los EEUU. Por esa época o eras socialista o
eras aprista, y socialista eras pro ruso estalinista además o pro chino con tu librito rojo de las cincos
tesis. Eran casi como los evangélicos con la Biblia la palabra de Mao Tse
Tung era dogma final y en las polémicas
te lo esgrimían y lo sabían de memoria.
Tantos amigos de los “chinos” Pablo que después estudio medicina y fue unos de
los primeros en pasar la noche en la comisaria después de una manifestación ,
su primer galón y héroe del salón, Leopoldo el más joven y estudioso de las
cinco tesis polemista de su escuelita
los dos ya fallecidos. Lucho entre otros todos gente estudiosa y correcta.
De tanto andar con los feristas en
elecciones que nunca ganábamos,en broncas donde a veces nos correteaban y
pegaban y otras nosotros ganábamos a pedrada limpia, me fueron invitando a la Juventud Comunista,
los recuerdo con aprecio , Edward con sus ojos dormidos ,líder indiscutible , Peluca,
el Sapo que tenia su cevicheria y era súper ronco, Pito, Juan, Huamani Poneco
Florencio El pisqueño Camasca, que habían
andado por Alemania y andaba con su camisa azul del partido comunista de la
entonces RDA, que años después desapareciera con el muro de Berlín, entre los
que más recuerdo.
Ica por la década del 80 era todavía una ciudad con mucho de pueblo,
con sus tres cines el Dux el Ica y el Rex el más pobre. Con sus funciones
dobles continuadas. Su plaza de armas con frondosos ficus, que me hacían recordar Chosica y sus bancas eran
parte de la vida universitaria, el local central casona virreinal inmensa con un patio central conventual,
con seis ficus centenarios umbrosos protegidos por unas bardas con las bancas donde pasamos el día conversando discutiendo esos inviernos compartiendo
un cigarrillo. uno de ellos en una
esquina daba a la puerta del programa de Farmacia y Bioquímica una habitación
oscura de pisos y techo de madera ,al lado la biblioteca igual , en la otra
esquina el aula más grande de la universidad tipo auditorio el maracaná
escenarios de asambleas broncas de intensos debates ,al lado del anfiteatro ,el local de la universidad que ocupaba casi
toda la manzana, colindaba con la Catedral de Ica , las noches muy frías de
invierno y sus veranos extremadamente calurosos ,esos medios días donde la
gente se refugiaba en sus casas y la ciudad se hacía solitaria hasta las 5 que
comenzaba a llegar la brisa fresca del desierto y la ciudad a repoblarse con el
tañido de las campanas de las 6 de la tarde.
Por las noches los de Lima paras no aburrirnos solos en los cuartos nos juntábamos en las bancas de la plaza, no había radio FM, y la tele en blanco y negro era aburrida
como siempre.
Conversar de lo mismo se
convierte en arte. los recuerdo a todos a Gustavo que me salvo la vida un domingo, que
me intoxique y moría en mi cuarto de la pensión , sus
inclinaciones más que la salud iban por la ingeniería, Julio, que iba por la
medicina pero veterinaria, Carlos de Chiclayo que su viejo medico quería que
sea médico ,pero él quería ser terrateniente, el Rufino de AcarI que le daba más
por la agronomía todos en el programa equivocado, menos Nato rubio ojos
claros que si estudiaba medicina era de Ica su padre era un importante médico de la ciudad , hoy cardiólogo
y otro amigo de Ica que vivía en la
plaza de armas que es médico pero el si quería ser médico Gonzalo su padre
también médico. Para los exámenes nos íbamos a estudiar al fondo de la huacachina.
Yo navegaba entre dos mundos en el
Fer revolucionario clasista combativo de
la U y con los chicos clase medieros, de la plaza ni de aquí ni de allá, creo
que mi vida transcurrió así entre dos mundos aquí y allá.
La ciudad y sus ómnibus plomos
antiguos los urbanos que recorrían la ciudad, una línea de micros y las
carcochas rojas que iban a Huacachina improvisadas a partir de camiones con sus
pisos de madera limpiados con petróleo eran los medios de transporte que
luego desaparearían. La ciudad cuando la universidad entraba en vacaciones como
que iba quedando vacía tranquila, en paz sin el bullicio estudiantil.
Me encantaban sus árboles , sus
ficus inmensos añosos, sus arbolitos con flores rojas las acacias. sus huarangos
secos y retorcidos por los paracas, camino a Cachiche .
Sus dulces de manjar blanco de la plaza
Bolognesi, su hígado a la parrilla en la calle oscura de donde salían los
colectivos a un bucólico burdelito , su
chocomel calentito y su pan con jamón detrás de la iglesia de Luren. La cebada
y la chicha morada de Colina y los dulces de Velasco. Todo eso y mucho más era
Ica, la procesión del Señor de Luren , la fiesta de la vendimia y la feria que
era en plena avenida Matias Manzanilla con sus puestos de cachina, su carapulca .Su
gente amistosa.
Ica alli me enamore, me casaría con Zully y naceria mi hija Mey.
Lo seguía a Juan en la
universidad cual fiel escudero, hacíamos los comunicados los pasábamos a esténcil y luego al
mimeógrafo y luego a repartirlos, nuestro programa de trabajo para las elecciones,
nos íbamos por las noches al local de la Federación de trabajadores a complotar
a hacer la revolución, allí vivía el
chino poeta y allí recalaba un chato que
con un profesor de bellas artes que se pintaban en una noche un mural en una pared con lema y todo.
Los amigos de la plaza no
comulgaban con mis aventuras políticas,
allí hablábamos de Carros de chicas, películas todos enamorados de Jacqueline
Biset, de música, Santana, Woodstock. En el local de los trabajadores mis temas
eran otro las alianzas políticas, la música Víctor Jara, Quilapayun, la toma del
poder el pueblo unido. Juan era el único que iba a la plaza conmigo a
veces, de los de la plaza nadie iba conmigo al local de la FRTI.
Andaba yo trajeado con la moda limeña de la época los
pantalones de boca ancha, los zapatos con plataforma y tacón, y el pelo largo,
muy largo, Una mezcla de medio hipie
medio revolucionario, me imagino así debió
ser la Católica donde quería estudiar sociología, Barranco, tiempos nuevos, Wifala
en el centro, además que con mi hermano Jorge que estudiaba veterinaria en
Chincha nos daba por la salsa y los salsodromos,
todo una mezcla.
En Mayo de 1986, los conflictos
sociales se habían acentuado, en Huanta y Huamanga los estudiantes de la
universidad habían entrado en fuertes enfrentamientos con los militares en el sesquicentenario
de la batalla de Ayacucho, y el país se hartaba de la dictadura militar, en la
universidad el conflicto de los trabajadores había llevado al despido de
decenas de ellos, los estudiantes nos solidarizábamos con ellos.
Una noche llegaron de Lima dos
dirigentes de la juventud comunista Nico y Marko, se encerraron con los
profesores y dirigentes, algo acordaron y nos dijeron que había que hacer una solidaridad más activa,
marchas comunicados.
A los pocos días hicimos una gran
marcha de estudiantes que fue disuelta
por los gases y hubo detenciones , allí
paso su noche en la comisaria convertido en héroe nuestro querido amigo Pablo, creo que fui uno de los pocos que marchaba
con makarios y en una de las carreras perseguidos por la policía ,carajo, se me
salio el tacón de un zapato , los compañeros se morían de risa el
revolucionario pituco me decían, tenían razón
provenía de una clase media con ingresos mayores a los promedios y la mayoría delos chicos de similar condición
socioeconómica no participaban de la actividad política universitaria.
Era como adoptado me habia integrado, iba al
comedor universitario hacia mi colita de una hora ,teniendo una pensión de
comida, en fin mi héroes el Che , Javier Heraud .el guerrillero del Markhan como le diría años después la revista Caretas,
Luis de la Puente y teníamos un héroe guerrillero local Alain Elías quien había
estado cuando el poeta murió.
Más de una vez nos visitó Hugo Blanco,
y gente de la la FARTAC la histórica federación agraria revolucionaria Túpac
Amaru del CUSCO, viejos luchadores que habían conocido a Ernesto Che Guevara, conocí en ese tiempo mucha gente
metida en los movimientos de izquierda radical.
Y yo allí un patita de las clases
medias chosicanas, que por esas cosas y por exceso de tiempo y lecturas
estaba cerca muy cerca de los dirigentes
y activistas políticos ,para mí era una
aventura, un compromiso , creía profundamente en lo que hacía, recuerdo de mi
paso por secundaria tenía un afiche de Jesucristo buscado por revolucionario ,
y era parte la iglesia y su opción por los pobres, y pobre yo no lo era pero
allí estaba, cómodo pero también me movía cómodo escuchando Santana , Los Rollins
Stone, Black Sabbat, y del rock peruano
Gerardo Manuel, Frágil , Pax, el Polen
y el emblema de los 70 WOODSTOCK tres días de paz música y amor. Hendrix ,The Who, la ópera
Jesuscristo Super Star.
Así en esa esquizofrenia y estudiando Farmacia
y la fascinante Bioquímica eso y la química orgánica era lo único que valía la
pena, años después descubrí la física cuántica ,pero eso es otra historia, de
los poquísimos profes que llegue a querer fue a Don Jorge Hurtado Smith Doctor en bioquímica, de San Marcos que por
problemas de salud de su hijo los bronquios el asma recalo en Ica, creo que
nunca lo entendieron y el no llego a entender esa forma de hacer universidad
que se hacía y que no nos gustaba.
Una noche como a las siete Juan me me llama a un costado en la plaza donde estaba con los patas y
conspirativo me dice te busco a las doce, es importante. Ya en Mayo las
noches son frías.
Ya en mi cuarto acostado a media noche siento el silbido de Juan,
tratando de no despertar a Gabriel, me vestí y me puse mi sacón, igual se
despertó.
– cuídate, no te metas en cojudeses- me
dijo y se volteo para seguir durmiendo.
Salí la calle vacía, Juan estaba
con Julián el sapo, -vamos me dijo- y
salimos caminando en silencio, por la calle Lima, entramos en un callejón donde
Vivian estudiantes , entramos al cuarto de María, una joven compañera de
biológicas, en el cuarto pequeño, había 7
a 10 personas.
Edward nos habló, miren -Están acá porque han sido
seleccionados- y no se les dijo nada antes por seguridad son de plena confianza, aquí sabemos todos que estamos comprometidos, todos
en silencio, evidentemente Juan y Julián que eran cuadros dirigentes y ya
sabían el motivo de la reunión.
-esta madrugada vamos a tomar el local de la
universidad en protesta por el despido
de trabajadores y en defensa de la estabilidad laboral – nos comunicó Edward.
Ta mare, en que estoy metido, pensé, medio asustado, tan sorprendido, como varios que no sabíamos para que nos habían convocado, pensé
para mí, que carajo tengo que tomar yo la universidad para defender a los
trabajadores que la tomen ellos, pero ya no podía echarme atrás.
Llego Marko, y nos dice Juan y tu
gente a las dos entran por jirón Callao,
a la plaza, Sapo tu entras por la calle Cajamarca,
allí suman 20. Se juntan en la esquina de la catedral, a esa hora por el comedor universitario, van a reventar
un petardo, para distraer.
Yo estaba en el equipo de
Juan, con seis, siete chicos entre
ellos un par de talareños. Llegando a la
esquina del parque vemos al grupo del Sapo, que se acercaban, casi
simultáneamente se escucha el estruendo de una explosión .
Juan grita – ¡entramos a
la Catedral! , arranca a correr, pero la Iglesia estaba enrejada, y las rejas
de dos metros, terminaban en puntas de hierro.
Todos corrimos mientras el ulular
de los patrulleros sonaban acercándose, a trepar y tirarse, para mi mala suerte, al subir la reja, apoyo
el pie izquierdo en él una punta y al lanzarme me atraviesa el zapato me hace una tremenda herida en la planta del pie.
El dolor intenso, como que se diluye, adentro ya 20 chicos, nos preguntamos ¿y ahora
a dónde vamos? El atrio inmenso el portón inmenso también.
¡¿Adónde vamos ?! Preguntamos, pegada a la pared que colinda
con la universidad una puertita que nunca habíamos visto se abre rechinando.
– Corran – grita con su voz ronca
el Sapo.
Emprendemos la carrera, yo cojeando y
sangrando, el primer herido de la toma. La escalera angosta, de maderos
viejísimos más de un escalón se rompió, un colchón de hojas de años cruje
y las pulgas nos saltan a las piernas.
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la Catedral,después del terremoto, al izquierda debajo del campanario la imperceptible puertita. |
Llegamos al techo voladizo de tablones que da sombra a
uno de las pasadizos laterales del patio central un colcho de años sin limpieza de hojas secas de los ficus, no se
quien desde adentro nos había franqueado el paso, fuimos bajando por el baño frente al maracaná
y de allí al patio central.
Adentro estaban Edward
y Nico los guardianes y porteros les habían franqueado la entrada
abriendo los candados. ( meses despuésme pregunte por qué carajo no entramos
todos por allí)
Nos dividimos en dos grupos para bloquear llenar de carpetas y sillas las dos puertas de acceso la principal y la
facultad de Odontología en la parte posterior.
Le digo a Juan que estoy herido,
me sacan el zapato agujereado y la media ensangrentada, Guido que estudiaba
medicina, dijo lavarle el pie con abundante agua, alcohol, y vacuna anti tetánica. ¿Alcohol,
vacuna? – Tenemos kerosene – apunta Peluca, (también me pregunte después ¿de dónde
chucha hay kerosene? Me lavo el pie y me ponen el kerosene, y lo envuelven en
un periódico, anda a descansar a la federación me dice Edward que lidera la toma,
y estudia medicina.
Voy adolorido y asustado, la
vacuna pienso, me da tétano y muero por meterme en cojudeces y no hacerle caso
a Gabriel.
Las campanadas de la catedral van
anunciado las horas, no me había percatado antes, tres a las tres de la mañana laudes. Amanece frío seis campanadas, maitines escuchamos por radio Ica, vecina de la universidad, de la toma, la policía ha
rodeado las puertas de acceso. Nada entra nada sale.
Pero igual llegan panes, por una
de las paredes colindantes, del techo de radio Ica, era el único acceso de
entrada y salida Nuestro parlante emite las razones de la toma y las clásicas
canciones, no nos moverán el pueblo unido jamas será vencido .
Recomiendan mi evacuación para la noche, el pie lo tengo hinchado, y veo jugar un
partidito a los chicos, son las tres de la tarde y el pie me está
latiendo. Se acerca la noche y me
sacaran a media noche, pero a las diez nos avisan que la policía va a entrar y
traen a unos pescadores de Pisco del movimiento que apoya al gobierno. Se
posterga mi salida, nos dan un café con un pan
, oscuro el patio y toda la universidad, nos han cortado la luz y el
agua.
A las once en el patio hacen explotar
un pedazo de dinamita, en mi vida había estado tan cerca, yo que le tengo miedo
a los cohetes. Vivas aplausos ,pasarme la F passame la E , passssssameeeee la
R, QUE DICE COMPAÑEROS FER , mas fuerte FERRRRRRRRR y me dan escalofríos, estoy con fiebre.
Te sacaremos en la madrugada me
dice Juan, Julián está en el techo y baja,
nos encontramos y me da un revolver viejo que parece de la segunda guerra mundial, por si acaso me dice, la única vez que
tuve uno , fue de niño era de mi padre y jugando dispare contra la pared
pensando que estaba descargado y una bala salió, reboto en la pared y me silbo
por la oreja. No me gustan las armas de fuego. Era amigo de Julián le decimos sapo, buena gente su mamá tenia una cevichera
grande en el mercado. Sale del baño y se
la devuelvo.
Es la segunda noche, me encargan que vigile
desde el segundo piso un posible acceso
por el auditorio. Me dan unos cohetes bombardas, y dos molotov -se los tiras si entran – me dice Marko, puta
madre en mi vida he prendido un cohetón, la verdad ya me quiero salir, la
fiebre me hace sudar y ni un mejoral me han dado.
Paso la noche temblando solo,
alguien me alcanza una taza de café y un pan blando. Yo y las campanadas de la catedral.
Recién a medio día al ver lo mal que esta mi pie me sacan
por atrás por el techo de radio Ica, alguien me acompaña al hospital donde un médico
me pone la anti tetánica y sin anestesia con una tijera me abre la piel y sale
un chorro de pus, me pone una gasa no recuerdo mucho solo que dormí .
Sería el quinto día de la toma cojeaba estaba tomando antibióticos , regrese al hospital donde me curaron era sábado recuerdo.
el doctor, un viejo
cirujano me dijo ¿–revolucionario el jovencito no?-
Me abrió la herida saco
la gasa me metió alcohol yodado a chorros salía con sangre pus, hasta que solo salió
alcohol. Me puso unos polvos de sulfa lo parcho , yo estaba empapado de sudor del dolor.
–Para que
aprendas a no meterte en huevadas – me dijo y me dio una palmada en la espalda.
Llegue a mi pensión y comí
por todo lo que no había comido esa semana.
La toma seguía sin solución, me acerque ese sábado por la
noche y había varias deserciones, quedaban los pocos diez, Juan, peluca, Julián Edward y otros seis.
El domingo cuando la catedral daba las seis campanadas,maitines la
policía entro por el techo de radio Ica
y los detuvo, los mandaron a la cárcel de Cachiche diez días. Los enjuiciaron y tuvieron como cinco años con antecedentes penales a los trabajadores los repusieron .
Al final tuve suerte de no caer preso, en mi casa no supieron
en las cosas que estuve metido, fue una época que transite entre samba pa ti de
Santana , y no nos moverán de Quilapayun , el pueblo unido jamás será vencido y
Let is Be de los Beatles. Buenos tiempos.