LA HISTORIA DE KIKI RIQUI
Que quieres que te diga, ¡salí electo diputado ¡y aquí estoy
listo para integrarme al hemiciclo, limpie. engrase mi cresta, compre terno con
la tarjeta en tres partes, es que todavía no me dado mi primer sueldo ni el
gasto de instalación, las poses están estudiadas y bueno si , el ramito de ruda ayudo, suerte.
Esta será la foto para mis pollitos y las gallinas que
colgare en el gallinero, total gracias a su voto salí elegido.
Claro está que mi potente quiquiriquí sacudió la ciudad, no
es mucho lo que dice, pero a la gente le gusta que se diga las cosas fuerte y
claro. voz de mando, que se vayan las palomas sucias que se roban nuestro maicito,
mataremos a las ratas, lo que le gusta a la gentita pues-
De leyes no se mucho, pero ya aprenderé, tengo apostura y
galanura soy un gallo fino, de corral conocido. lo importante es que hay ganas y
el sueldo es bueno.
Un buen día sin saber ni escribir kiki riki gallo salió elegido congresista gracias a su potente estruendoso
y laberintoso canto que encanto a más de
media granja.
Conocido es también, que los contrincantes novatos pollos y
viejos gallos más para la olla que para la representación en tan apetecido foro
no eran mayor competencia para el popular kiki riki pollo maltón encargado de
despertar no solo al gallinero y la granja sino al barrio a y otros remolones
pollos recién ascendidos en corrales menores. Habilidades tenía como macho a
cargo de varias señoras gallinas, progenitor de muchos polluelos, paseabase el
plumífero orondo muy erguido con paso militar, haciendo notar su autoridad en su
roja cresta que le caía coqueta a un costado de la cabeza.
Más nadie le conocía méritos en el pensar y expresar
pensamientos ni leves ni complicados, tampoco mayor discurso ni verbo florido
pues eso no fue ni era lo suyo, pero eso no era mayor obstáculo, para recoger
el voto de las mayorías, así lo vio con buen ojo, el jefe del partido Somos
Gallinero – SOGA- cuyo jefe indiscutible era pato ciego Django rengo ganador de
mil combates viejo mañoso, que lo convoco como cabeza de lista.
Bastaba con buena pinta, caminar de ganador, ser vocinglero,
ofrecer lo escrito por el jefe combatir a las palomas extrañas y las ratas que
se colaban a robar su maíz.
Así fue que en breve campaña sin mayores encontrones nuestro gallito
de poco seso llego al congreso.
Juro, jubiloso, estentóreo por la granja y por la plata,
aleteo y lanzo potente quiquiriquí aplaudido por las tribunas, no se pudo
arrodillar, pero levanto el ala derecha.
Su aporte no fue mucho como era esperado, si era puntual y
disciplinado con lo que le decían que tenía que votar nunca llego a tomar la
palabra porque no sabía que decir. Eso sí, fue de los representantes más
elegantes y distinguidos, el cuadro con su foto esta aun en el corral, no llego
a morir de viejo, termino en un guiso una madrugada, que el dueño llego
borracho, y lo confundió con la más gordita de las gallinas.
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