miércoles, 5 de junio de 2019

SANTOS OLEOS.



                                  EL DIA QUE ME DIERON LOS SANTOS OLEOS


29 de Mayo 2019





Me operaron un lunes de fin de Mayo  por la tarde de emergencia.me sacaron el apéndice, un tumor de seis centímetros y un buen pedazo del colon  . Desperté el Martes a las una de la mañana mientras me llevaban en ambulancia al viejo edificio del Rebagliati, tercer piso A cirugía, cama 316, en treinta y tres años trabajando era la primera vez que me enfermaba de algo serio 
.
Amanecí Martes, sin tanto dolor tenia puesta una bomba elastomérica con morfina y bupivacaina en la columna  anestesia intratecal, lo que me facilitó mucho la recuperación , gracias al Doctor García anestesiolologo que fue parte del equipo que me operaron , con la Dra. Ríos y  la Dra. Castro cirujanas para mi suerte especialistas en colon no se si es correcto decir que además son  guapas, 
bueno esta crónica de miércoles es mas bien breve y se trata de un hecho anecdótico.

 El miércoles me recuperaba  a buen paso , no había comido   ni bebido ,  me acompañó mi hija Mey, esa  noche me visito mi entrañable   amigo y colega Don Juan Panay  muy tarde como a las nueve de la noche , mi hija bajó con el pase para que Juan subiera unos minutos .

Llego me abrazo , estaba yo sentado, en un cómodo y viejo  sillón  al costado de la cama junto al ventanal, desde de la puerta no era visible mi presencia ,estaba detrás de la cama, Juan se sentó y era visible desde la puerta, casi detrás de él entro un sacerdote bajito , con la estola morada y su cuello blanco y algo en las manos ,era cholo, pelo duro, de ojillos pequeños y vivaces.

Entro decidido busco al enfermo , la cama estaba vacía, miro a Juan  titubeo  
Buenas noches  lo salude. ¿Busca a alguien padre? Le pregunte, no contestó como buscando a otra persona. – Bueno ya que esta acá , aprovechemos y échenos una bendición- le dije .

Ni corto ni perezoso , nos dijo –oremos. Juan respetuoso se puso de pie,  en contrita posición cabeza baja, dijo unas palabras que se dicen en los entierros y rápidamente, paso  a hermanos recemos el Padre nuestro, iniciamos la oración Juan serio ,de acuerdo a la ocasión con las manos juntas , al lado del padrecito.

Hasta alli ,todo bien, yo seguía sentado  atento al acontecimiento, el padre se me acercó , de un tubo de vidrio  saco una especie de vaselina y me hizo la señal de la cruz en la frente con una sustancia untuosa de olor indefinible pero no agradable, la última vez  que me hicieron algo parecido creo que fue un miércoles de ceniza , lo mismo hizo el sacerdote con Juan, quien lo recibió con devoción, .¡nos habían dado los santos oleos! LA EXTREMA UNCIÓN. Lo que se les da a los enfermos en extremis a pocos minutos de gran viaje, moribundos. Luego rápidamente sin despedirse se retiro.

Nos quedamos mirando sorprendidos. Reaccione y lo primero que me vino a la mente es que a ese curita no lo conozco ,trabajo en el hospital y los dos que veo todos los días son un pelao alto y uno muy joven que esta por ordenarse, una duda me asaltó y le digo a Juan saquémonos este aceite, nos   limpiamos y le dije este no trabaja acá  no es del hospital no vaya a tener un somnífero, burundanga nos limpiamos raudos y Juan salio y no lo vio , es un  ratero le dije .

Llame a la enfermera para preguntarle , llega y nos dice que era raro pero venían, le describo  las características del cura y nos dice . No es de la capilla – salio a buscarlo y había desaparecido.
Mi cuarto estaba a uno de la puerta de escape que no tenia hasta esa noche seguro  y se abría por adentro o por afuera, al día siguiente le pusieron la seguridad para abrir como en los cines en caso de evacuación una palanca para abrir solo desde adentro.





 Un ladronzuelo nos había dado el adios de los cristianos a los que dejan este mundo, le digo a mi compadre Juan mejor nos limpiamos bien esta vaina, no vaya a ser que me quede dormido , Juan trabaja en Ica es catedrático y ya se iba esa noche , la enfermera nos contó  de los ladrones que entraban disfrazados de blanco , y robaban , o falsos curas que les decían a la gente –vamos a orar por la sanación del hermano que  acá que esta sufriendo , tómense de las mano y oremos con fervor  y luego dice cierren los ojos y pronuncien con fe,  mientras recojia celulares carteras y desaparece.

Juan se fue y mi hija regreso  le conté lo sucedido y quedo asustada ,antes de dormir guardo todo ,cerro la puerta y puso una silla  detrás,  bueno felizmente no tuve que usar el falso sacramento del desgraciado que se juega con el miedo, dolor y la fe de la gente , deberían agarrarlos y meterles un bitoque y un enema de lejía digo yo.

Amen .






2 comentarios:

  1. Faltó la foto con el falso cura, pero al margen de eso, nuestros mejores deseos para tu pronta recuperación, de toda la familia. Bendiciones para ti y nuestra fe

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  2. La vida Chejo,parece fantasía, pero es relato de un suceso,quédate con lo bueno oraron por tu salud y alertaste a los demas por si regresaba el farsante con su burundanga!!! jejeje qué siga la mejoría!!!

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mis guardias nocturnas.

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