SIGNOS
Mi parte insegura
Bajo una luna hostil.
Soda Stereo.
Los signos estaban allí a la vista de todos, pero la gente pasaba
indiferente sin motivarles preocupación alguna.
Eras simples sencillos, nada aparatosos, ni magníficos, iban
y venían, los veían o es posible que no lo vieran, eran hechos que no habían sucedido antes, algunos lo
explicaban diciendo es el cambio climático, como que tal suceso fuera así,
normal, cotidiano, nada porque alarmarse , había comenzado y seguíamos
indiferentes en nuestras rutinas .
Unos gallinazos de cuello rojo de otras latitudes, huyendo de
inviernos más duros que los anteriores habían comenzado a revolotear y pararse
en los postes del puerto, son aves migratorias anuncio un diario, les pregunte
a algunos contemporáneos, estoy hablando de gente de sesenta años, ninguno
recordaba haberlas visto, un caballero recordó que hace pocos años le pareció
ver un cóndor un medio día de invierno, pero nadie le creyó.
Yo había visto hace poco
un par de grullas volando por la ciudad, eran grandes por eso me llamo la
atención donde solo se ven gallinazos y palomas, inconfundibles con sus patas
largas y sus picos como estoques . Les mostré a mis hijos pero no les preocupo,
el cambio climático, esa frase que explica todo. Además de ver los cientos de gaviotas ir del
mar hacia el este por las mañanas muy temprano y regresar por las tardes como a
las cinco, pensé los peces se habrán ido más al fondo, migrado o por la pesca depredados. Después supe que iban
a un inmenso basural a las afueras de la ciudad
por el este.
La gente no me creía sobre la inminente desgracia que se
cernía sobre nosotros, bueno es difícil
de creer a un viejo, con problemas de salud mental, tomaba antidepresivos y antipsicóticos,
los que hacían ponerme rígido y tener un andar muy raro y no podía hablar con
claridad.
Las tardes las pasaba
sentado en un banco del parque con un libro, o mi Tablet. había dejado de leer
diarios que eran solo una crónica
roja de asesinatos violaciones robos y
la sección política era pobre, deje de leerlo por prescripción
médica y después por convicción que nada ganaba ,ni nada iba a cambiar .de vez
en cuando le daba una mirada a los titulares de diarios extranjeros pero no profundizaba.
Había escrito sobre los cambios y el acelerado proceso en las sociedades por
el cambio climático, y la preferencia de los gobiernos a mantener el sistema
productivo en base a energías no renovables ,el petróleo, los países de mejores
ingresos si habían ido cambiando su matriz energética pero en términos globales no tenían mayor
significancia.nuestro modo de vida usando automóviles , pidiendo comida en envases plasticos para llevar a casa. no podíamos dejarlo.
La modifican del polo norte magnético detectada en 2019, se seguía incrementando,
las primeras manifestaciones eran el
cambio de patrones de viaje las
aves migratorias que se guían por el magnetismo de la tierra, llegaban a
lugares distintos a los tradicionales,
tardaban en llegar los ornitólogos habían informado al respecto, las
épocas glaciaciones en la tierra se habían dado y cambiado los hábitos y habitantes
de cada era geológica, pero ahora se trataba del calentamiento por emisiones,
además del uso de gigantesco de plásticos,
el desprendimiento de inmensos glaciares en el polo sur y norte,
aparecían en los diarios en páginas interiores.sin mayor importancia.
Eso estaba aumentando la desalinización del agua del mar y la
extinción de especies aparición de otras adaptadas a los cambios y el mar ya había comenzado un lento
e inexorable incremento de su nivel.
Las películas lo habían tomado como tema de central, creando
arcas de salvación o el clásico final donde un científico héroe además de bien
parecido lograba salvar al mundo.salvo Mad Max.
Todo eso no me dejaba dormir,
pensando en glaciares que desaparecen y el agua al que denominaban el
oro hídrico. claro para los familiares y amigos que me quedaban no dejaba de
ser parte de los desórdenes mentales que sufría y era medicado , así que un
buen día deje de hablar del tema, y casi deje
hablar con la gente y me puse a guardar recortes compulsivamente de los signos,
y a escribir notas, de los sucesos raros que el común de la gente leía o se
enteraba y solo decía es el cambio climático, como por ejemplo que en un lugar
cerca de la costa ecuatorial, de temperaturas medias altas una noche recibió
una granizada que destruyó cientos de viviendas y mató gente y animales o
cuando ballenas aparecieron muertas en una playa al norte.
Para esto ya estaba por los setenta había mejorado
mi salud mental, iba a nadar a una piscina
cercana, hacía largas caminatas de madrugada súper abrigado, yoga y me
sentaba por las tardes a leer bajo unos
hermosos árboles umbrosos y a esperar morirme.
Hasta que un día llegó
mi nieta y se puso a ver mis libros recortes, todos los archivos que
prolijamente había guardado con vehemencia
psiquiátrica. Los ordenó y los envió a una editorial, que se aventuró a
publicar un libro. Resultó ser un éxito mundial, porque entre otras cosas,
estaban descritos algunos he hechos que con alguna proximidad comenzaron a
darse, Lo de Australia y Groenlandia, lo cierto que no eran inventos míos sino
lecturas que en alguna vez, había
encontrado.
El libro tiene reediciones y pirateos, dejo regalías impensadas y a mi edad ya no me interesaba las riquezas así
que los reparti, lo único que hice fue comprarme un terreno en la selva cerca
de un gran río.
Ah olvidaba el libro se llama SIGNOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario