UN HOMBRE AMABLE.
A los amigos con
Los que hacíamos
Guardias de noche.
Hernán es un hombre amable, educado, cortes .
Siempre a disposición de sus jefes y compañeros.
Alto corpulento, con una voz
ronca cantarina como los norteños, de allá de Piura, trabajamos en el mismo hospital
treinta años, como era mayor se jubiló hace unos cinco años, una despedida
sencilla nos tomamos unas cervezas y de vez en cuando nos encontramos por el
hospital.
Trabajamos en la farmacia era
técnico y tenía mil historias que me iba
contando en las guardias de noche nos reíamos mucho, me contaba de sus
anteriores trabajos en una farmacia de Breña. Hernán parecía un charro con sus bigotitos tipo
mejicano, de esos que tocan el guitarrón.
Era de Piura, por Chulucanas pero
siempre me contaba sus encuentros de fútbol a pata pelada en la arena con la
gente de un pueblo cercano, Yapatera, - todos son negros allí doctor- parece África,
es un poblado de afro descendientes
cerca a Zaña que viven allí desde la colonia, cuando a sus abuelos los
trajeron como esclavos a trabajar en el campo, hoy todavía es una población
dedicada al agro.
Son buena gente, y nos invitaba a
sus fiestas, bien jaraneros son, hacen poesía décimas le dicen y son bien
graciosas.
Don Hernán, siempre lo trate así
no sé porqué, me contaba de sus anécdotas de la farmacia donde trabajo muchos años,
de la confianza que le tenía el dueño, el pasaba por su casa le daba las llaves
y el abría el negocio. Era el encargado de llevar el dinero de las ventas de día al banco como era
grandote como que pensaban nadie se le acercaría.
Tenía una moto, en la que iba y venía
de la casa al trabajo trabajaba por las mañanas y las tardes además hacia guardias nocturnas. Una anécdota
que me contó con la cual nos reímos mucho fue que él trabaja con otro técnico
un poco mayor que él, y eran compadres era muy galante con las clientes, cierto día
en un mes de Julio, con la feria del hogar de esos tiempos, su compadre le dice –Hernán vamos a la feria a la noche se
presenta el Gran Combo -
-no me gusta la salsa prefiero
los boleros y los pasillos- me cuenta que le contesto.
Pero insistió y le contó que
había invitado a una buenamoza que trabajaba de empleada en la casa de unos
señores cerca, y que no quería ir solo. A tanta insistencia le acepto, cerraron
la farmacia y salieron en un taxi a la Feria, el adelante, la señorita con el
compañero atrás, en el ínterin habían preparado un botella de ron con coca cola,
y se tomaron unos traguitos, para llegar chispeados.
El auditorio hervía de gente,
habían llegado un poco tarde, pero el espectáculo no comenzaba y le habían
quitado el trago al entrar, pero antes de
botar la botella apuraron con la
damisela el contenido, muy alegres entraron, avanzaron hasta quedar al medio
gracias al cuerpo de Hernán que habría paso.
La música arranco y el público
deliraba muchas chicas se subían a los
hombros de sus acompañantes para ver mejor, y no los dejaban ver bien y el
amigo ,le dice –ayúdame a subírmela a
los hombros ,mira sus pernazas- el traguito
la música ,la chica mucho más joven y no muy delgada que el galán maduro, feliz mientras él se tambaleaba
sudando el corazón acelere dado, pero feliz con las dos piernas en las orejas, Hernán
ningún problema porque era alto y no le interesaba mucho pero igual disfrutaba
del espectáculo.
De pronto Hernán divisa muy, pero muy cerca de ellos estaba la señora
del enamoradizo galán con la damisela trepada y bailando en sus hombros. Además
estaba con su esposa las comadres con su
hija y su hijo dos jóvenes.
Discretamente le pasa la voz que
a la izquierda como a 10 metros estaban las patrona con los hijos, y lo habían
visto a Hernán y le pasaban la voz, y lo peor pugnaban por acercarse, el tipo
la bajo en un santiamén y salió disparado diciendo que iba al baño, dejándolo
con la señorita que bailaba sensualmente pegadita a él.
La señora lo saludo –que milagro Hernandito
no sabía que le gustaba la salsa -, si un poco dijo gritando por que la la
música no permitía hablar más bajo, y la chica que se contorneaba pegadita, la
señora observo y le dice – bandido no,
con la cara de seriecito – y se fue.
Hernán desconcertado no sabía que
hacer quería irse pero ella estaba en éxtasis bailando verano en Nueva York.
Pero cuando el diablo mete la cola, la mete y Henan divisa a su esposa y dos
hijas que se acercaban, sudo frio, se sabía inocente pero no iba a poder explicar que hacia con esa caderona restregándose con él, me
cuenta que se agacho dejó a la bailarina sin explicaciones y salió disparado
para la salida y no paró hasta su casa.
Cuando llegaron la esposa y las
hijas le dijeron que lo vieron en el gran show del Gran Combo de Puerto Lico.
No podía negarlo, si le dijo de mala gana lo acompañe a Víctor, su compañero
pero me aburrí y me fui. La señora le dijo si pues, nos extrañó verte allí no
sabíamos de tus gustos por la salsa teníamos entradas para ir contigo pero como
te demorabas, nos fuimos-}
Pero te desapareciste, y ya no te
buscamos, estuvo buenísimo- le dijo una de las hijas, -si tocan muy bien se
parecen a la sonora matancera, dijo Hernán viendo la tele con sus sandalias con
sus enormes pies con juanetes, le decíamos pata de rana.
Al día siguiente me cuenta, que
lo cuadro a su amigo y que nunca más le diga para prestarse a sus alcahueterías
y que felizmente la comadre no había mencionado a la amiga.
Don Hernán gran compañero, una de
las ultimas guardias que hicimos me conto que postulo al IPSS por que pagaban más
y los horarios eran más cortos, el dueño de la farmacia le rogó para quedarse y le ofreció un aumento
pero eran ya muchas veces que aumentos prometidos quedaban olvidados.
Una de las últimas noches de guardia llegue y encontré en la refrigerador un huevo
duro y unas papitas a la huancaína que me habían dejado. Me dice caliéntalo
doctor ,le vaya a caer mal, no le hice caso, a media noche me dio el cólico más
fuerte que recuerdo, era un dolor fuertísimo
en el abdomen trate de aguantar pero realmente era fuerte,
tanto que le dolor me hacía sudar que llegue a mojar el polo el mandil
, Don Hernán le paso la voz a un médico y me llevaron en camilla me hicieron
una ecografía ,radiografía, pero el dolor era muy intenso solo recuerdo que me
pusieron una vía con medicamentos ,que me calmo y me dieron dos días de
descanso médico , la guardia la hizo solo mi Amigo . Al amanecer me sentía
mejor y me había prestado una chompa que me quedaba grande mi polo y
mandil están mojados del sudor producto
del dolor.
Lo recuerdo con aprecio cuando
estoy solo en las guardias escuchando
boleros.
CALITOS más conocido como LOLIN.
Carlos Vargas, Calitos pa los amigos, es un técnico
que también jubilo casi al mismo tiempo de Hernan, hicimos guardias nocturnas muchos años, tipo
mas hablador no he conocido, nos pasábamos la noche conversando, debíamos
descansar un rato cada uno pero montones
ce veces vimos clarear el dia a punta de conversaciones y café .
De la Victoria lo había criado un
tío al que quería mucho, trabaja con el desde chico en su negocio una bodega, a
los dos le gustaba el futbol, desde niño lo llevo al Estadio Nacional, me
contaba que vio a Pele, Garrincha, Didi, a Yashin el mitológico arquero
soviético apodado la araña negra, y que
yo también los vi porque mi papá nos llevaba desde Chosica a las temporadas
internacionales, habíamos coincidido en en el estadio sin conocernos.
Carlos era un técnico de farmacia
antiguo de los que dieron examen en el ministerio de salud, con carnet y todo.
Había trabajado en muchas farmacias , y tenia mucha calle ,muy palomilla, era
mayor que yo , de pelo bastante cano que se incremento con los años, bajito
narigón , tenía una caminada muy especial tipo Chaplin con las piernas medias
arqueadas de tanto fútbol.
Vivió de joven
por el Porvenir y alli jugo pelota con todos los negros de la Alianza ,
siempre se acordaba de Julio Baylon, que era grandote y jugaban en la calle
.Calitos es de la U,pelotero ,pericotero por su talla corta era de toque fino y
no iba al choque, jugamos muchos campeonatos en el hospital era macho y no le corría a la patada, se hacía respetar , le
gustaba la wuebadita ,la huachita, el pase de taco ,los sombreritos , nos entendíamos de los mas
bien yo lo acompañaba en la paredes y de pronto me ponía un pase largo a los
pies, en la canchita del hospital, lo conocían como LOLIN, usaba una redecilla en
la cabeza como Lolo Fernández.
Carlos se caso mayor , me contaba en las guardias así como Hernan
sus aventuras , recordaba mucho una farmacia en el Callao donde trabajo mucho
tiempo y fue la ultima antes de entrar al seguro por los mismos motivos que
Hernan, mas sueldo y menos horas.
Las noches de guardia con Carlos eran divertidas, hombre trabajador, atendía
bien y rápido no faltaban sus galanterías con las técnicas y enfermeras, a la
antigua respetuoso siempre.
Se hizo por ese tiempo aficionado a la pesca ,
cuando salía de guardia, a la noche siguiente se iba con unos amigos al sur por
Punta Rocas ,o Punta Negra, regresaban al amanecer con la pesca de la
noche . me contaba como era , cosa de
mucha paciencia, había días que eran buenos y otros de los malos pero nadie se
iba con las manos vacías , si alguien pescaba mas y otro nada , algo le daban.
Mientras atendíamos en las horas
de menos afluencia , a las cuatro Carlos se empeñaba en preparar sus anzuelos,
los amarraba 50 o mas anzuelos amarrados a un pedazo de hilo nilón por mas que intento enseñarme no logre
aprender, -esos anzuelos los amarramos a un cordel más grueso y muy largo ,
espinel o algo asi creo que se llamaba , la idea era que con cada entrada iban
treinta o más anzuelos y algo regresaba
,a veces no, pasaban la noche con el cordel en el dedo cuando sentían que algún
pez picaba daban un tirón y así se pasaban la noche conversando entre la espera
y el pisco.
Había noches que regresaban temprano con buena pesca y otras al
amanecer con muy poca, siempre con algo.
Algunas guardias ya le decía voy
a descansar un rato por que si por el fuera seguía conversando con su café
caliente. Las anécdotas eran de sus aventuras amorosas con las clientes,que las
invitaba a bailar y se ponía a bailar solo , me enseñaba la agarras de la
cintura le pones la mano en la espalda en las vértebras como un piano si
responde bien sino , no es para ti, grande el Carlitos gracioso con sus pasitos
de bolero que me enseñaba, el ponía
inyecciones que le ayudaban a la economía . un tiempo en la época de la
inflación se dedico a comprar y vender dólares por el centro de Lima, llegaba a
las guardias con su maletica con sus fajos de billetes. A las finales comenzó a
sufrir de un dolor en la espalda, tenia unas vértebras con problemas. Dejo de
jugar fulbito, y de ir a pescar .al poco tiempo cumplió los setenta y se fue.
El hospital es así puedes estar
treinta años y el dia que te vas te hacen un homenaje un diploma un recuerdo y
pasas al olvido, la vorágine del trabajo hace que nadie extrañe mucho , de vez en cuando alguien se acuerda y
pregunta ¿ que será de fulanito de tal? y alli queda, todos siguen metidos en
sus tareas.
Me gustaría salir a pescar algún
día con él y escuchar sus aventuras de chico o las de las farmacias donde
trabajo.
Inicio del Otoño 2019,