viernes, 15 de febrero de 2019

ISAAC EN LOS ANDES






                                                        ISAAC EN LOS ANDES.


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Había terminado la segunda guerra mundial y Europa era ruinas y desolación. Miles de hombres y mujeres caminaban de regreso a sus pueblos y ciudades destruidas. El hogar había desaparecido, la poderosa Unión Soviética había anexado territorios y muchos, muchísimos se habían convertido en parias.

La inmigración a América fue la salida de miles de víctimas de la post guerra. En un barco en España se embarcan en 1946 dos hermanos polacos judíos originarios  de la ciudad portuaria de Gdansk , huyen después de haber sobrevivido al gueto  de Varsovia y un año en un campo de concentración nazi.

Demacrados, habían bajado más de 30 kilos, habían sobrevivido  por que estuvieron juntos, sus otros hermanos  y toda la familia murieron  o de hambre en Varsovia o incinerados en en los hornos crematorios después de ser gaseados, cuando fueron liberados eran casi unos cadáveres la piel pegada a los huesos, los ojos hundidos en las órbitas y los pómulos marcados les daban aspecto  de cadáveres
 , demoraron poco más de  seis meses en recuperarse mientras cientos  morían , sus estómagos reducidos no soportaban sólidos , con paciencia los y los cuidados de las voluntarias fueron alimentándose primero de pequeñas porciones de caldo  y luego papillas, que muchas veces vomitaban  hasta que lograron alimentarse  magramente, nunca más pudieron comer en exceso por el deterioro físico y el mal recuerdo del pasado.

No encontraron nada su ciudad natal ocupada por la Stalin y el ejército rojo, que tampoco  querían a los polacos judíos, una organización los ayudó a llegar a España ´para ir a vivir a América, lo importante era irse lejos, no entendía un ápice del idioma, no existían diccionarios polaco  español.

Pero se agenciaron uno de polaco inglés de un escocés que se iba a Estados Unidos. Con eso les bastó para aprender un poco de inglés para sobrevivir.

Les dieron unos salvoconductos para viajar y salieron de la pesadilla, sin saber a dónde los llevaba el destino. Instalados en el barco  supieron que iban a América, no sabían nada de ese lugar, vieron en un mapa   y no sabían adónde irían a parar. Lo dejaron a la suerte y a la intuición total nada podría ser peor de lo que dejaban atrás.

En su salvoconducto con sus fotos había un sello PERU.  El destino los trajo  y los dejo una madrugada neblinosa en  el puerto del Callao. Desorientados con un maletín para los dos,  un saco viejo que les quedaba grande que  compartían que  les habían regalado, con el par de zapatos que mucho tiempo los acompañaron con pedazos de cartón para tapar los agujeros de las suelas . Vieron un cartel  que decía en inglés y hebreo,  Israel, se acercaron pues era lo más familiar en esa aglomeración de gente con diferentes idiomas, era gente de la colonia judía que en coordinación con la organización que los ayudó a salir de Europa, los esperaban.

Les facilitaron un cuarto en una quinta en Breña, pagado  por unos meses y algo de dinero, debían ir a la sinagoga  los días de culto. Allí les consiguieron trabajo en un fábrica de tejidos, donde otros migrantes habían llegado y así aprendieron de a poco el español. Trabajaron duro hasta poder cambiar del cuarto a un pequeño departamento en el mismo Breña. Con el tiempo pasaron  ser vendedores libres de la fábrica, vendían toallas calcetines, entre otras cosas y fueron  conociendo Lima  acostumbrándose a ese tan lejano lugar que el destino los había llevado.

El mayor Isaac más aventurero decidió independizarse y comprar telas y salir a provincias a vender.  En una gran maleta llevaba cortes para ternos, camisas, ropa interior. El menor Moche que después se castellanizo a Moisés lo siguió en el negocio que prospero, Huancayo, Arequipa eran los lugares de mejores ventas  comenzaron a llevar muestras y luego los embarcaban en camiones el negocio iba cada vez mejor, hombres metódicos lograron ahorrar y hacerse de un capital.  

Fue cuando buscando nuevos lugares para colocar su mercadería que llegaron a Abancay, el lugar era una buena plaza para negocios, y les gusto, en la en una calle cerca de la plaza de armas, alquilaron un local y pusieron un bazar, diversificaron traían telas ropas sombreros y lo que les pedían máquinas de coser cocinas, juguetes en navidad y cuanto hay  se instalaron allí.  Habían pasado 10 años y los hermanos se acercaban a los cuarenta años, dedicados solo a trabajar de sol a sol. Habían contactado con un paisano sastre casado con una peruana costurera y lograron aumentar el negocio, le compraron la bodega al italiano de la esquina y se independizaron aunque se ayudaban mutuamente.

Hombres serios de pocos amistades, atentos, corteses con los clientes tenían buena reputación en el pueblo  La vida les sonreía, un tema les preocupaba no tenían mujer,  y no tendrían descendencia. Decidieron que debían casarse  pero no había mujeres judías en esos lugares, pensaron encargar en Lima dos esposas a la colonia, los que le dijeron que no  era posible.

Hombres previsores tenían una casa  pero para casarse requerían que cada uno tuviera una, compraron una cerca a la otra y cerca a los negocio. Ya tenían la casas faltaban las esposas. Conocían a dos hermanas solteras  no muy jóvenes que frecuentaban el bazar, no eran precisamente unas bellezas y tampoco jovencitas, y comenzaron a cortejarlas con ayuda de un librito de cómo hacer cartas de amor y un manual del cortejo amoroso de  principios de siglo. Se presentaron en la casa con

ternos mandados a hacer, y flores, según lo indicaba el manual.Cortejo



 El padre un hombre mayor había sido juez, aunque muy serio sintió alivio pues la edad de casar a las hijas se le iba pasando, la madre feliz con dos hermanos europeos  de ojos claros, prósperos comerciantes  sin vicios conocidos .

El noviazgo duró poco   y se casaron por la santa iglesia católica y el  propio alcalde oficio la boda civil.  Pocos invitados más familiares de las novias, ellos casi no tenían amigos, la luna de miel fue corta por que no podían dejar los negocios. Algún día se casarían por el rito hebreo.

Las hermanas quedaron embarazadas al mismo tiempo poco después de la boda, Isaac y Moisés tenían premura  por dejar descendencia. Alumbraron en Diciembre con pocos días de diferencia,  hablaron con el médico para que circuncidaran a los  recién nacidos al octavo día de acuerdo al Briz.

Fue así que los hermanos que un día se salvaron del holocausto,formaron  un  familia judío peruana ,envejecieron pacíficamente sin olvidar el pasado ,siempre metódicos frugales la gente los tildó de tacaños  pero ellos siempre creyeron que había que guardar  no fuera hacer que la historia se repitiera,   los enterraron en la sierra del Perú.

 Nadie sabe porque caminos te llevara la vida, ni sí el día siguiente será luminoso o uno largo y oscuro.






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