EL BOSQUE DE UN MUNDO RARO.
El asunto no pasaba por que no fuera un buen cazador, que lo era, pasaba por que no conocía ese bosque y claro, no sabía dónde estaba la mejor caza.
Además el bosque era complicado, intrincado, solo se podía entrar por cuatro portales pues tenía bordes con precipicios otro flanqueado por un rio con muchos rápidos , el problema era que salir era mucho más complicado que adentrarse en el , la gente se perdía por no conocer los muchos senderos que iban desapareciendo a las espaldas de los que los transitaban, riachuelos que en vez de bajar subían o como las serpientes del desierto iban de costado o cambiaban de curso en pocos días, y en especial por que en el bosque de un mundo raro, el sol salía por el oeste y se ocultaba por el oeste también, ningún sabio había logrado desentornillar este asunto complejo y simple.
Tampoco conocía a los todos seres
que lo habitaban y sus peculiares actividades y costumbres como todos saben hay
los gnomos, las hadas , seres encantados, sílfides, ents, sombras, troles pero había otros como las neostigmonas arbustos que de noche se
recostaban a descansar ,los paratimides que eran una tribu de seres que tenían
la nariz en la parte alta de la cabeza y los ojos a los costados como los pájaros , monos que buceaban , tigrillos que habían optado por ser
vegetarianos, cuervos que vuelan para atrás ,arañas con caras humanas, y otros habitantes que no eran ni vegetales ni
animales que no tenían nombre pero existían, perturbando el sonido el espacio y el tiempo.
Claro, cuando llego presumía de experto había leído como
doscientos libros , cientos de papiros algunos pergaminos los ocho códices y papeles
sueltos varios, daba conferencias sobre bosques diversos existentes en todo el
orbe, de los árboles sus formas, follajes, de las hojas eternas y sus muchas formas y disfuerzos, de frutos raros, de vainas largas con
semillas negras rodeadas de un algodón blanco tenue y dulzón , de los troncos de uno
que lloraba un líquido que una vez seco rebotaba y no se gastaba, otro que sus lágrimas que curaban el dolor y la soledad, disertaba con elocuencia de las aves grandes con piernas robustas, y de
los pajarillos con una sola patita, de ranas transparentes, serpientes con orejas entre otros , de acuerdo
a los estudios de zoólogos y ornitólogos
más renombrados de la época , entro al bosque con una escopeta , un mosquete una cerbatana de los indios de la amazonia, no consiguió cazar nada.
Sucedía que no conocía tampoco,
ni sabía que existía el Mangurito que
nadie lo había visto pero daba consentimientos de paso y caza, y el cholmeca que no es ni cholo ni olmeca
pero es la forma que se comunican los animales y los hombres épocas pretéritas.
Salió más que por casualidad, por la flojera de un pangolín
negro que dejaba huellas fosforescentes que solía visitar las aldeas para tomarse café que los hombres dejaban enfriar, y un tucán que se apiado de tan desvalida creatura, y lo guió siguiendo las huellas del pangolín, en fin salió para no volver más, era un enredo
total ese bosque, donde los arboles parecían que ser movían y las piedras
hablaban.
Los lugareños por miles de años
lo entendían y sabían que para entrar debían hacer un pago un tributo de respeto
enterraban hojas de coca, vertían sus destilados para congraciarse, poder
entrar por la caza y frutos, solo necesarios, de otra forma si se sacaba más de
lo necesario se malograban muy rápido haciéndolos incomibles además no podían entrar de nuevo en mucho tiempo, al que también solían invocar era al ser sin edad sin sexo que que era su protector y que con una pipa fumaba
varias yerbas, que lo hacían hablar con los dioses y los zorros y faunos viejos viendo el
bosque desde la altura con los ojos de los halcones para dirigir su extraño desorden , ,protegerlo de esa peligrosa especie de
bípedos implumes tan destructores que intentaban entrar y donde lo habían hecho
solo dejaron solo escombros y desolación.
Enero 2071
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