TODO TIENE SU FINAL
Salsa.
Te lo juro que
Todo tiene su final
Echale pa delante mamá
Era su ultimo día de
trabajo, también su cumpleaños numero setenta. hace mucho había dejado de
celebrarlo, su mujer lo saludaba y solo salían a comer a la
calle.
Lo retirarían del
sistema de registro de asistencia recordó la vieja tarjeta de la maquina de
registros, tarjeta que no debía perder, hoy bastaba con poner la cara en la
pantalla de reconocimiento facial y listo, quedaba registrada la entrada o la
salida.
Habían pasado 38
años desde que llego al ministerio, aprovechando que el gobierno de la época,
abrió las puertas a los compañeros del partido
que habían participado en la campaña electoral, en realidad el no era estrictamente
militante ni compañero, pero el olfato no le fallo cuando vio quien iba a ganar
y un primo suyo lo invito al partido. Trabajaba en lo que se le presentaba era
un cachuelero, desde que salio del colegio se puso a trabajar, pero ya casado
con un niño que mantener, se le abrió el cielo al conseguir trabajo estable,
fácil, quince sueldos al año, vacaciones,
sindicato huelgas incluidas.
La noche anterior no
pudo dormir bien, el sueño demoro en llegar, pensando mil cosas, entre otras,
que iba a hacer jubilado, como serian los tramites para obtener la pensión , si
le alcanzaría; su esposa dormía plácidamente y le quitaba las frazadas, ella se
había jubilado un par de años atrás, tuvo sueños confusos que lo sobresaltaban ,Se mezclaban la
infancia en el barrio, veía a su padre joven ,riñéndolo por no estudiar, calles
oscuras, llenas de gente.
Se levanto mas
temprano que de costumbre, la ciudad todavía en penumbra con la llovizna tan limeña , y la corneta lejana de un panadero, prendió la radio en la estación de
siempre, la que lo despertaba para ir a trabajar , ya no estaban las voces que durante tanto tiempo escucho , la
ultima la de Don Raul, paciensuda, grave, se había retirado. No se acostumbraba
a las nuevas voces, pero la fuerza de las rutinas lo hacia mantener los ritos
matutinos.
Fue al baño, se puso la espuma para afeitar y vio su
rostro arrugado, el pelo cano y bien
cortado, eso era ,nunca había dejado de afeitarse temprano ,ni se había dejado crecer el pelo
se lo cortaba el mismo peluquero del barrio , el sábado después de cobrar el sueldo. no
había sido buen mozo de joven así que de
viejo menos pensó, pero siempre limpio y bien vestido sobrio tradicional
zapatos negros lustrados ,pantalón de vestir camisas clásicas con bibibdi, hizo muecas y
sonrió.
Tomo su desayuno rápido un café con mucha azúcar
y dos panes con mantequilla.
Tomo su micro la
79, no había mucha gente logro ir
sentado, pensando como seria ese ultimo
día , ya no tenia ningún trabajo pendiente , mas de un mes que solo hacia
trabajos simples de rutina, nada importante, archivo de expedientes sin resolver, dejar cuadrado el
pequeño almacén de material de escritorio , llevar traer documentos ya casi no
lo tomaban en cuenta, además nunca había tenido un cargo de importancia,
auxiliar técnico IV.
Llego temprano la
gente recién empezaba a ingresar, somnolienta, aprovecho para lustrse los
zapatos y tomar un vaso de quinua y pan con camote. Demoro a propósito mirando los titulares de los diarios y paso el registro de asistencia a las ocho y
ocho.
Entro saludo sin entusiasmo
, salvo a su compadre Arquiñigo, habían entrado a trabajar juntos ,era un poco
mas joven que el y había estudiado administración , tenia un puesto de mas nivel,también
le faltaba poco para irse.
Hizo sus tareas de
rutina y se fue a dar un par de vueltas sin rumbo por el edificio, en realidad
nadie lo extrañaría no era necesario, sino hubiera venido , no hubiera pasado
nada, ni se habrían dado cuenta, el lo sabia se había resignado,no se hacia problemas.
Regreso al pequeño
escritorio que tenia , estaba vació , solo su taza vieja para tomar café . la saco y la puso en una bolsa y se la dio
al chico de limpieza.
Poco antes de salir
a almorzar el jefe de la oficina los
reunió sacaron una torta, bocaditos de la panadería del
frente, una inca kola , le hicieron un homenaje de despedida con la palabras de
siempre, no es mas que un hasta luego , esta siempre será tu casa, fue un
ejemplo de puntualidad, no había mucho que decir sobre su vida laboral, lo mas
saltante había sido hace muchos años, que por un convenio del sindicato lo
habían mandado a capacitarse a México con otros veinte trabajadores , por lo que logro ascender a auxiliar técnico
IV.
Le entregaron una placa por por su destacada labor le tomaron unas fotos , la gente apurada por
irse a almorzar aplaudió y salieron ,le dieron unas palmaditas en el hombro,
muchos eran recién llegados ni sabia sus nombres.
Puso la placa en una bolsa de plástico la metió en un
cajón vació del escritorio y salio a almorzar al restaurante de siempre al menú de siempre. Converso
con los de la mesa compartida de las
noticias del día del fútbol de fin de semana , era jueves.
Termino pago y
regreso a terminar el turno de la tarde. Se limpio los dientes con un
escarba dientes con esmero mientras caminaba.
Estaba por entrar ,
cuando súbitamente, se detuvo y se pregunto ¿Qué chucha he hecho de mi vida? Y
encima tengo que regresar a terminar el día, se van pa la mierda , se dio media
vuelta compro un periódico, vio la programación de los cines uno en el centro daban una película
peruana sobre la corrupción de los noventa.
Se fue sin pensarlo
, sin despedirse , sin arrepentirse , sin extrañar,sin culpa, entro a la sala con su pop corn y su
Pepsila sala casi vacía lo hizo sentir mejor aun, disfruto la película , cuando salio, empezaba a oscurecer,otra vez la llovizna recordó cuando
de chico se escapaba del colegio y se metía al cine.
En el trabajo nadie
se percato de su ausencia, hasta el final que la secretaria, lo busco para entregarle su carta de cese; No lo encontró alzo los hombros y se regreso, ya
vendrá a recogerlo pensó.
De regreso a casa
compro pan con jamonada, entro a la quinta,
- hola vieja – saludo a su mujer.dejando el pan en la mesa del comedor.
- ¿que tal tu ultimo día?- pregunto la señora desde la cocina.
- hola vieja – saludo a su mujer.dejando el pan en la mesa del comedor.
- ¿que tal tu ultimo día?- pregunto la señora desde la cocina.
-Como todos los días- contesto mientras prendía el televisor.
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