jueves, 3 de mayo de 2018


                                   LA HISTORIA DE DARÍO EL GRINGO




Cuando  entre a la católica tenía claro que era homosexual y no quería seguir ocultándolo.
Mientras estuve en el colegio tuve que soportar todas humillaciones de los compañeros, era un colegio particular mixto, por más que lo ocultaba  se  notaba que era maricon,  los chicos eran crueles, cuarto y quinto fueron un suplicio, me metían la mano, me buscaban la bronca hasta los más chicos,  yo callado no respondía, a pesar de ser más alto que ellos.
Los profesores preferían ignorar el tema y  no se metían, sé que mi padre que era militar debió  notarlo, y debo haber sido una decepción, pero lo llevaba en silencio, a lo más me pasaba la mano por la cabeza y me compraba todos los libros que quería, le paso el encargo a mamá, era su forma de querer así lo habían criado y  formado.

   Con mi hermano mayor mi viejo si salía a jugar futbol, alguna vez los acompañe al estadio eran de Universitario,  me gusto pero no era lo mío aunque, los jugadores si me gustaron  con sus pantalones cortos todos recios, si hubiera sido hincha de algún equipo, ese tendría que haber sido el Sport Boys.

   No tenía enamorada, y era más bien delicado, ordenado, demasiado limpio  para ser palomilla, no jugaba ni me gustaba el fútbol, y no tenia amigos, si amigas solo Carlos eran mi pata    , mi madre siempre lo supo, como todas las madres  me sobre protegió.

 Mi hermano mayor  ya había salido del colegio pero mientras estuvimos en el colegio, él estaba en quinto y yo en segundo nunca camino conmigo, aunque después me contaron que una vez, regreso al colegio cuando  , ya estaba en la escuela militar y yo en cuarto y le saco la mierda en la calle a los dos de mi salón que  más me jodian , mi hermana menor me acompañaba  tenía una actitud solidaria  me cuidaba yo estaba  en quinto y ella en segundo ,Patricia lo intuyo y siempre estuvo a mi lado para protegerme con su sola presencia.

Más tarde cuando los dos estábamos en la universidad me conto que siempre supo que era mariquita, pero que igual me quería,  y tenía que defenderme,  linda la Paty.

 De quinto, recuerdo a un pata, que alguna vez sacó  cara por mí  y me defendió y lo jodian que era mi pareja, pero él tenía su enamorada, Santiago, además era guapo, la verdad si me gustaba pero nunca le dije nada, fuimos y somos patas, nos encontraríamos después en la universidad.

 En el 78  hice mis estudios generales, entre a Derecho  el 81 ,  pero desde un principio percibí  en la Cato era un ambiente más abierto y los  homosexuales tenían un espacio ganado y una organización, todavía no existía el termino gay  me adapte y la gente si bien me vacilaba, no era la agresión del colegio, de otro lado estaba la política.


En la universidad en los 80 casi todos eran de izquierda,   era  el gobierno del dictador Morales Bermúdez, había participado en el paro nacional del 79 que dio paso a la Constituyente presidida por Víctor Raúl Haya dela Torre y luego  al gobierno de Belaunde.
 En el Centro Federado de Derecho , las izquierdas limeñas campeaban, al igual que en la Federación Universitaria Fepuc , andaba metido con la gente de VR vanguardia  revolucionaria , y nos juntábamos y las peñas  y el vacilon del trago y la marimba, además del rock  la trova , Quilapayun, Tiempos Nuevos , Barranco. 

Pero había algo que no entendía, la revolución era un tema pero no un plan para ahora, y yo si quería que las cosas cambiaran de verdad y me parecía que estábamos jugando .

Había un grupito  minoritario  los del partido comunista bandera roja , los banderines, era su chapa , siempre serios leyendo no eran de juerga ni peñas. Allí conocí a David, era mayor y estaba por terminar Sociología. Nos hicimos patas y comencé a militar con ellos , íbamos a San Marcos, La Cantuta, era mucho mas serio que lo que pasaba en la Cato.

Íbamos a los pueblos jóvenes a dar charlas  formas células, muchos de los compañeros habían abandonado la universidad y estaban dedicados solo al partido, había una mística especial.

El líder  Gonzalo era profesor en la Universidad  de Huamanga y por ese tiempo toda la Dirección Nacional paso a la clandestinidad, comenzaría la Revolución,  era Mayo del  ochenta. En las elecciones después del gobierno de los militares se dio inicio a la lucha armada, había comenzado la revolución, ya nada de tonterías universitarias, llego la hora de tomar las armas y hacer la revolución.

 Ese año nos mandaron a colgar banderas rojas y  matar unos perros  colgarlos con un cartel que decía  muerte a Den Xiaoping,  sucesor de Mao  que desvirtuó el pensamiento maoísta. una frase marco la historia de la China  .no  importa de qué color sea el gato , lo importante es que cace ratones. De allí viene la nueva interpretación y aporte de Gonzalo la cuarta espada pensamiento Marxista Leninista Maoísta pensamiento Gonzalo. Al menos eso nos enseñaron, en eso creíamos.

Deje la universidad y mi casa, solo me despedí de mi hermana Patricia, no le dije a dónde iba, pero ella sabía en que estaba metido.

Me fui a Chaclacayo me habían mandado a la escuela  militar. No se salía estuve un año,  gringo era mi chapa, las clases teóricas eran de lo más aburridas pero    sino aprendías  la verdad el método era persuasivo a un cumpa un poco relajado, después de muchas oportunidades, desapareció. Cuando termino fue como un bautizo porque te cambiaban de nombre, pase a llamarme Javier, aunque todos me conocían como el gringo o Jota.
Me mandaron a Andahuaylas allí mate por primera vez, realmente no me afecto mucho, le dispare de lejos y vi como caía, ese día en la emboscada matamos a varios  los rematamos  y el mando nos felicitó.

Así fui ascendiendo ,comencé a destacar porque siempre estaba adelante  metía bala como si nada, a veces pensaba  que era una venganza  con los hombre que  me trataron mal, otras por  los compañeros y amigos que también eran muertos en combate, era como un desahogo a muchas cosas.

 Alguna vez me gusto un compañero pero, tenía que contenerme, aunque cierta vez logre tener una pareja  duramos como seis meses a escondidas, pero lo enviaron a otro frente, recordaba mis lecturas de Alejandro Magno y sus años de guerras y su pareja y compañero de mil combates.

En la sierra de Andahuaylas por donde anduve, a los homosexuales, no los tratan mal como en la ciudad, hay un extraño respeto por los individuos diferentes,  vi más de una vez chicos muy jóvenes que a la vista eran y jugaban con las mujeres o tejían  y el pueblo no lo molestaba. Hay  fiestas donde los hombres se visten de mujeres con polleras y todos los maquillajes. Me sentí más acogido que durante mi vida escolar y por mi viejo.

Llegue a ser mando, aprendí quechua  la gente me temía y me quería, salían leyendas sobre mí, que podía estar en varios sitios a la vez, y que solo había derrotado a un comando de la marina .La  prensa se encargaba del gringo mando inubicable sangriento y buscaban la historia, en el colegio en  la católica, nunca me habían detenido, no tenían fotos mías.

había pasado tres años caminando por los pueblos de Apurímac y las cosas se ponían difíciles ,al declararnos en zona de emergencia la marina y el ejército tomaron los pueblos, salían a buscarnos y mataban  comunidades enteras  de donde muchos chicos que estaban en el ejército popular eran vecinos, esto los enardecía  y agudizaba el conflicto,  regresábamos al pueblo y las mujeres contaban de las violaciones y asesinatos y acusaban a sus vecinos de ser los delatores a los que  ejecutábamos en el acto, la espiral de sangre fue en aumento.

Habían pasado el tiempo era mayo del año 88 , llego a Huamanga un destacamento del ejército que se quedó en el cuartel  los cabitos, con  ellos llego un capitán  , una vez en la noche lo reconocí, patrullaba los exteriores de la universidad y nosotros estábamos dentro para una acción ,  era un chico del barrio donde vivía en Lima, amigo de mi hermana Patricia , menor que nosotros pero nos juntábamos en el Ágora , a jugar , Jorge , lo recuerdo por que andaba jugando fulbito hasta tarde y todo sudoroso se tomaba su inca cola en la tiendita, era muy fuerte lo recordaba, me gustaba , su chapa era Rambo, quería ser comando , por eso lo recordé rápido.

La orden era desaparecerlo, su comando había causado  bajas en nuestras filas, se habían infiltrado  conocían nuestros campamentos y casas,  andaba siempre escoltado con seis comandos.

Le hicimos el seguimiento y ya en Julio teníamos marcadas sus rutinas, donde almorzaba, a qué hora jugaban fulbito, sus marchas de entrenamiento, sus patrullas por la carretera a Ayacucho,  el número de sus efectivos todo estaba listo para darle vuelta, yo tenía que definir el día.
  
Y el día llego, un jueves, la patrulla se iba  a Ayacucho, y volvía el Domingo otro grupo  los reemplazaba y tomaban un descanso.

Lo teníamos tarifado, la gente se preparó  y a medio día ya estaban en la curva más alta del camino antes de descender rumbo a la ciudad, éramos 60, ellos eran 40  tres porta tropas  y dos jeep.

Mi adjunto le aviso a una camarada para que viajara detrás del convoy en un colectivo que colaboraba,  “quita que te tumbo” un Chevrolet viejo que tenía esa inscripción en el parachoques de adelante, ella se encargaría de repasar a  los enemigos heridos y ayudar a recoger a los nuestros o si estaban graves, rematarlos. Ese comando de aniquilamiento que formo Edith, era de los más eficientes, no las conocíamos, las reconocíamos después de la acción,  por códigos secretos que nos daban a última hora, a veces solo las veíamos una vez, no las conocíamos y desaparecían. 

El convoy apareció como a las cinco, ya la gente con su aguardiente y su coca estaban con la adrenalina encima, los dinamiteros    tenían que ser precisos para tirar el cartucho y que explote en momento correcto. Paso el primer jepp y un camión  volaron el segundo porta tropas.

Comenzó el combate todo estaba dispuesto quienes atacaban al primer grupo, quienes al segundo y tercero, mi grupo  tenía la misión  de encontrar al capitán Carlos y darle vuelta.
Comenzaba a oscurecer, y el  olor de la pólvora los gritos el estruendo de las explosiones y el ruido de las ráfagas, llenaba todo, salimos con los 6 encargados  el jepp donde iba el capitán Carlos estaba atascado en la cuneta al lado de la carretera, el colectivo estaba detrás vacío,  no estaba ni el Capitán, ni la compañera cuyo nombre se me olvido, siempre me quedara que no supe su nombre y solo la vi dos veces.

Comenzamos a buscar y escuchamos unas voces  corrimos encontramos al chofer del colectivo, que nos hacía las coberturas  más a la fuerza que por otra cosa,   o lo matábamos. Nos rogó que no lo matáramos casi llorando, le preguntamos por el capitán y solo nos dijo
– Rodaron para abajo- lo dejamos ir.

Ya estaba oscuro y no los encontrábamos, la bajada era liviana pero llena de hojas secas así que cada paso que dábamos hacíamos ruido, nos escuchaban, ¿la habrá matado? Pensaba por que no la escuchaba.

De pronto uno de los del comando escucho un ruido y disparo, fuimos despacio y no había nada,  andábamos separados a dos metros cada uno para poder cubrir más terreno pero nada, habían desaparecido.

La misión no se cumplió, el objetivo, se nos había escapado, yo era el responsable.  Molesto me paro para descansar y a mis pies en una zanja los veo encubiertos por la hojarasca de una zanja.

Los demás ya están subiendo, los olí  el miedo se huele, es como los animales heridos, o los perros mojados   huelen feo. Allí estaban a tiro, los vi abrazados apenas se movían su respiración era rápida , en esos momentos los sentidos se agudizan, el oído, el olfato la vista, estaban con los ojos cerrados.

Estaba con la metralla lista, busque con la vista al otros y están lejos, no podía llamarlos, tenía que ejecutarlo  yo mismo, de otro lado estaban tan juntos que de todas maneras les iba a dar a los dos, él tenía una pistola en la mano y parecía que con la otra le tapaba la boca.

No dispare y me regrese, ¿porque no lo mate? hasta hoy me pregunto, que parte de mi, regreso a la juventud y no vi un  capitán enemigo, sino al chico con que jugábamos en el Ágora,  los deje ir.
Me llevaron a una comisión de disciplina, me mandaron a Lima, nunca más supe de  su vida ni quien era ella.

Al poco tiempo me exilie en  Noruega donde escribo estas líneas. No sé qué fue de ellos, la vida tiene cosas raras, algo cambio en mi ese día, que decidí salir del partido de la lucha, de todo.
Oslo.

todos los personajes y hechos son ficticios, basados en hechos históricos en lugares reales  documentados en la información de la época. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario

mis guardias nocturnas.

 GUARDIAS NOCTURNAS Ha pasado muchos meses que no voy a trabajar al hospital, primero fue por descansos médicos por un problema oncológico, ...