DON BURRO Y ORTIGA LA
BELLA.
Un pollino muy elegante de traje, chaleco, botas de charol,
con bastón y sombrero de tarro un domingo por la mañana rumbo a misa iba caminando sin carro.
Pensando iba por el campo, de la eternidad y el cielo de los
burros.
Distraído mirando el campo, paso el arroyo y la fresca
arboleda, cuando de pronto vio a la vera del umbroso camino una linda damisela, de verde vestido dominguero y coqueta sombrilla.
Sentada estaba al lado de piedras junto al cauce del arroyo,
el pollino sacóse el sombrero y con gentil venia saludo, a tan bella dama.
Discreta
bajo la mirada mientras el rostro ocultaba con colorido abanico.
Buen día su merced, no había visto por estos pagos deslumbrante
belleza con anterioridad, rebuzno fino, el pollino.
Favor que me hace, respondió ella sonrojadóse , haciéndola más
bella aun .
Cual es vuestra gracia, pregunto atrevido el elegante jumento
pensando en darle un mordico a tan fresca y verde creatura,
Me llaman Ortiga del Campo y la verdad nadie se me acerca mucho apenada respondió .
Alerta nuestro amigo,
dio paso atrás recordando consejos de mamá, no te metas con bella ortiga o tu hocico
harto ardera, prefiere humildes verdolagas, frescos hinojos, tréboles que daño
no te harán.
No caigas en atractivos y ajustados trajes ni arreboles en
las mejillas que detrás de tan bella apariencia, un incendio encontraras.
Que tengáis un lindo día saludo el pollino prosiguiendo airoso su camino.
La damisela sacudió las polleras, otro descuidado paseante será dijo para sí,
mientras un vientecillo su rostro acariciaba.
Si me preguntáis por la moraleja, os contestare, para eso no
he estudiado, mejor será que penséis y a propia conclusión habrá amable lector de
llegar.
Fabulas de Ocioso.
Felicitaciones Chejo.
ResponderEliminarSin pecar de locuaz,una narrativa simple, bastante natural y entretenida.