LAS TORTUGAS
Me parecen
tiernas, son animalitos que vienen sin cambiar desde la época de los dinosaurios,
para que cambiar tan pronto, si falta todavía mucho tiempo.
Van lentas como “perdonando
el tiempo”[1]
como si los días fueran más largos y la
muerte muy lejana, como que tuvieran todo el tiempo del mundo y las tardes
fueran eternas, ahorran las energías al
máximo, claro con el peso a cuestas correr sería absurdo, otros corren para
escapar,ellas no lo requieren, con meterse dentro del caparazón escudo
fortaleza hacen una maniobra rápida y de absoluta seguridad. Es algo demasiado rápido,
a los que corren para protegerse de los depredadores pueden alcanzarlos y ser
comidos, las tortugas no requieren huir y no tienen depredadores, tampoco lo son,
y no requieren velocidades para atrapar una presa, son pacíficas como unos
hipies viejos, van en paz sin atacar sin
ser atacadas, su mirada con los ojos semi abiertos en ensoñación como después de fumar marihuana miran el
mundo con la tranquilidad de los que no tienen preocupaciones, tiempo suficiente y la pensión al fin de mes.
Van por la vida como pensando, filosofando, y
sabias no dicen nada ni emiten ruidos, no hay nada que anunciar nada nuevo que decir.
Viven tanto que su juventud dura una eternidad, vienen ya con las arrugas de la
experiencia. La tortuga no tiene memoria ni planes para el futuro, su cabeza
pequeña no tiene capacidad de almacenar recuerdos, ni ganas de soñar con un
futuro diferente. Solo se trata de buscar unas hojas tiernas y masticarlas con paciencia
y cariño.
Parecen esas
profesoras de primaria que estan por jubilar, lentas pacienzudas con los
niños y niñas jugando a su alrededor y ellas con la mirada en los papeles y
libros gastados, esperando den las cinco para remojar su pan frió en él te
caliente con mucha azúcar.
Desaparecen,
al cabo de un tiempo reaparecen como si hubieran pasado solo instantes, no
sabremos donde estuvieron, nunca
sabemos si están de ida o regresando de alguna cita impostergable, impasibles,
no sabemos si están alegres o molestas, están como próximo a decir algo, pero
no dicen nada, siguen su camino y no sabemos a donde van ni que pensaban decir.
La mascota de Mafalda es una tortuguita su nombre es burocracia.
LA
JIRAFA
Es aristocrática,
siempre nos mira por encima del hombro pese a que no los tiene. Es pituca anda
con el cuello estirado, mirando lejos, como añorando, como que espera ver
aparecer su carroza, pero en realidad es tímida, tanto que no dice nunca nada,
la gente cree que es muda lo que pasa es que como las tortugas no tiene nada
importante que decir.
Se siente incómoda
con sus piernas largas y descompasadas , fue al psicólogo por que era la chica más
alta del salón patilarga y cuello estirado, nadie se juntaba con ella por ser diferente y
no decía nada, camina lento por la sabana, ve un árbol de tiernas hojas y las
ramonea sin mayor competencia, no tiene que agacharse para jalar pastos secos ,
es una ventaja, no tiene mucha competencia para alimentarse, lo hace despacio
para no atorarse , le molesta los cachitos que tiene son para identificarse sin
son niñas son peluditos y los machitos
pelados, su cuello largo y muy buena vista, le permite ver a sus predadores
acercarse desde muy lejos lo que les
permite arrancar en su descompasado trote no muy veloz.cuando se resfría tiene problemas para encontrar chalinas.
Donde tiene
dificultades es para beber, ni bajando su larguísimo cuello logra acercarse al
agua en pozos, ríos tiene que doblar las piernas arrodillarse incómodamente
para tomar el agua es allí donde que expuesta, pararse es toda una ceremonia,
pero los carnívoros no aprecian mucho su carne porque tiene un olor
desagradable. Son la aristocracia herbívora de la gran sabana.
LOS
ELEFANTES
un elefante se balanceaba
sobre una torre derrumbada
no se quien no se cuantos.
un elefante se balanceaba
sobre una torre derrumbada
no se quien no se cuantos.
Son tan grandes,
que podrían ser los reyes, pero son sabios y tienen una gran memoria, recuerdan
cuando dominaron a los otros después todos los querían matar por su sabrosa
carne, sus magníficos colmillos de marfil, así que ahora prefieren andar en
manadas proletarias y alejarse de los otros. Para mí son los burócratas de la
selva, lentos parsimoniosos, ordenados, como viven tanto sus archivos son inmensos, deben recordar
todo , no olvidan , es mejor ser amigos de ellos, si les hiciste una travesura
lo recordaran siempre y no perdonan ,son un poco rencorosos, son raros su rabo
es chiquito y desproporcionado, las orejas inmensas son objeto de risas, pero
no delante de ellos , porque se ponen furiosos
y violentos, su trompa larga prensil, e que le dan en conjunto imagen
de carros de bomberos.
Se conocen todos
los caminos largos de la selva, por donde transitaron sus tatarabuelos, los
transitan en orden y silencio, respetuosos, de acuerdo a los climas,
temporadas, y van dejando el tiempo para que las plantas devoradas vuelvan a
crecer y ser su comida al regreso. Podrían ser los bibliotecarios de la selva,
sacando libros con la trompa y con lentes de mucho aumento para la letra chica.
MURCIÉLAGOS
No tienen malas
noches los murciélagos, son noctámbulos impenitentes, lo que les da mala fama,
son pequeños de fino pelaje, cuenta la historia que el ultimo Inca tenía una
linda capa de los suaves pelos de
ellos, liviana, suave, caliente. Salen
con las primeras sombras de la noche, en mancha, salen de las cuevas, donde se
ocultan del sol, durmiendo colgados de cabeza para que las pesadillas y malos
pensamiento no se acumulen , abrigados por sus finas alas, Batman copio su cabeza orejuda, y su capa es
como las alas , su vuelo silencioso es guiado por sus chillidos orientadores,
les sirve para cazar insectos al vuelo, son capaces de pararse sigilosamente en
las frutas para mordisquearlas, no son como los primos hematófagos los
vampiros.
Son miopes casi ciegos van sin gafas,
pero ven con sus grandes orejas
sus chillidos rebotando , vuelan a ciegas
con destreza y precisión, conocen los caminos a ojos cerrados , de día
son inútiles y la luz les molesta, son feitos ,
trompudos de dientecitos afilados, la gente les teme, como a todos los
seres nocturnos, de las tinieblas, de las oscuridades, de los malignos, nada más
lejos de la verdad, son útiles casi unas
abejitas nocturnas polinizadoras, controladoras de plagas de insectos, larga
vida nocturna a los nictálopes voladores.
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