Salí de casa a trabajar, entraba al turno de noche, Domingo de Mayo es un mes frio, húmedo ,tome mi mochila, un libro una lata de atún, mi tomadoto de litro, llaves el fotocheck, sencillo para el micro, una noche más de la tantas guardias nocturnas en el hospital. No sería una más.
He trabajado treinta y dos años
en el hospital , por lo menos la mitad en la farmacia de emergencia, me gusta trabajar las
noches, y los feriados, muchos colegas no quieren o no pueden, la costumbre de
ir un sábado por la tarde o el 24 de
Diciembre, desearles feliz navidad y retornar el 25 a las ocho de la mañana a
pasar todo el día se va haciendo normal, entrar a las ocho de la noche firmar
la asistencia , llegar a reemplazar el turno de la tarde, verificar que te
dejen los stock físicos de acuerdo al listado y que este conforme ,mientras vas
atendiendo a los primeros pacientes y a los técnicos de los pisos. Rutina, la
radio prendida, el o la compañera de guardia, técnico de farmacia, tantas
noches trabajando conversando, esperando pasen las horas.
En la farmacia materno infantil es más
tranquila que la de adultos,aunque ya los farmacéuticos no hacen guardia nocturna alli, igual habia que estar allí toda la noche , muchos amaneceres de invierno
o verano en la ventanilla viendo cómo se desvanece la noche, las cuculíes
siempre avisan que la noche ya termino , aunque esté oscuro como en los inviernos
perciben el ligero cambio de luz , la
ventanilla da al oeste y en el verano
hay lindos amaneceres , hay una parte de la guardia entre las doce y las seis
que uno de los dos atiende el otro descansa, yo prefiero descansar primero y
ver el amanecer, la gente soñolienta llega con su receta, la farmacia de
pediatría , tiene sus cosas, inexplicables, ya no se trata del crujir de las
estructuras, o el ruido de la refrigeradora, de pronto a las tres de la mañana
, se cae un frasco en el cuarto oscuro del costado , o sientes que alguien te pasa la
voz , puede que sea que estás medio dormido y sientes que te tocan el hombro,
y saltas, par de lisuras y una oración tranquiliza la noche, uno se acostumbra,
la radio es tu compañera, si hay poca gente aprovechó para leer.
La antigua emergencia, del diseño
original con su largo pasadizo de entrada, donde las ambulancias entran
raudas con el ulular de la sirena. Una vez llegó mi madre desde Chosica la
trajo mi hermana Marisol, tan rápido que del carro recalentado salía humo, una complicación cardiaca, que
fue atendida, allí también llego mi padre con las úlceras estomacales sangrando
le salvaron la vida. En esa ubicación diseñada ex profesamente como emergencia toda
estaba a la mano, trauma shock, uci, sala de operaciones, la farmacia pequeña
pero allí nos pasamos buena parte de la vida, he trabajado treinta y dos años llegué a trabajar a los treinta y dos años, toda una vida.
Tantos compañeros de guardia unos
más rápidos que otros, los conversadores , los mudos que no hablaban nada,
entretenidos , aburridos , dormilones, los eléctricos , como una señora
hiperactiva que se ponía a digitar, ordenar limpiar, conversaba con los
pacientes ,técnicos, enfermeras el
ambiente pequeño el sillón para descansar a pocos metros, había que decirle que
se quede tranquila, otro era el señor Carlitos , conversador contador de
anécdotas de las farmacia donde trabajó en la Victoria , en el Callao ,
hablábamos de fútbol y cuando tenía que descansar salía a fumarse un cigarro y
luego si no había mucha gente, mientras yo atendía se ponía a preparar sus
anzuelos , para sus noches de pescador. Don Hernán también ya jubilado súper
trabajador - descanse nomas- me decía igual conversábamos mucho, una noche me
dejaron una papa a la huancaína me la comí
, me dio el cólico más fuerte de mi vida, a las dos de la mañana con la
camiseta y el mandil empapado de sudor
provocado por el dolor. Me llevo al tópico me inyectaron y me dormí, se
hizo la guardia solo, cuando le agradecí al terminar el turno con su sonrisa de
hombre bueno, me dijo – así eran las guardias en la farmacia cuando trabajaba en Breña,
también trabajé con Elmer, Augusto entre otros, compartiendo las noches frías o calurosas,
terminando con su caldo de gallina o comprando tamales para llevar a la casa.
Los últimos años pasamos a la
nueva emergencia, la viejita saturada de pacientes, programada para tener 60
hospitalizados fue creciendo hasta tener 200 o más, en pasadizos, salas de
espera, en sillones, sillas. El nuevo edificio se programó con 200 camas, que
se saturaron en menos de tres meses volviéndose a llenar los pasillos de
camillas. Esa farmacia si es más grande con baño, un ambiente para descansar y
tomar un café. Allí llego un equipo de
gente joven al que me integre, la mayoría mujeres, de a poco fueron cambiando
con personal antiguo, creándose un nuevo grupo.
De todas la emergencias el
lonche más los de feriados y domingos es una
institución, hacer una chanchita y comprar pan con algo que poner jamonada,
aceitunas palta depende la fecha y el
bolsillo, días después del pago suelen ser suculentos.
Tantas anécdotas, vi a esforzadas mujeres y hombres trabajar y estudiar hasta ser profesionales farmacéuticos
enfermera una de ellas. He pasado una navidad y un año nuevo en emergencia. La
navidad con Ángel y el año nuevo ruidoso y festivo en la antigua con José.
Esa noche del último Domingo de Mayo, amanecer Lunes fue más que especial, me venía
sintiendo mal hacía ya varios meses, me habían hecho algunas pruebas, y no
salía nada mal, esos últimos días el dolor en el abdomen se hacía más intenso, más
de un año deje de ir al comedor, había dejado la coca cola y el café para
reemplazarlo con anís. Termine el turno y el dolor era más intenso, ya había
quedado con el doctor Taza, para que me examine, esa mañana fría me vio me detectaron un tumor en el íleo y el apéndice inflamado, me operaron por la
tarde hace ya casi cinco meses, esa fue la última guardia.
Espero regresar pronto y volver a
trabajar a la farmacia de emergencia para hacer mis guardias terminar mi vida laboral con una guardia nocturna, si Dios
quiere.
las fotos son de hace dos años en la farmacia materno infantil hospital rebagliati 5 y 30 de la mañana mas o menos
Te sigo leyendo, estoy tomando un descanso del facebook, pero te sigo leyendo aca,
ResponderEliminarBerta A.O
ESUN RECUERSO
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