miércoles, 16 de octubre de 2019

UNA GUARDIA ESPECIAL.



Salí de casa  a trabajar, entraba al turno de noche, Domingo de Mayo es un mes frio, húmedo ,tome mi mochila, un libro una lata de atún, mi tomadoto de litro,  llaves el fotocheck, sencillo para el micro, una noche más de la tantas guardias nocturnas en el hospital. No sería una más.

He trabajado treinta y dos años en el hospital , por lo menos  la mitad  en la farmacia de emergencia, me gusta trabajar  las noches, y los feriados, muchos colegas no quieren o no pueden, la costumbre de ir un sábado por la tarde o  el 24 de Diciembre, desearles feliz navidad y retornar el 25 a las ocho de la mañana a pasar todo el día se va haciendo normal, entrar a las ocho de la noche firmar la asistencia , llegar a reemplazar el turno de la tarde, verificar que te dejen los stock físicos de acuerdo al listado y que este conforme ,mientras vas atendiendo a los primeros pacientes y a los técnicos de los pisos. Rutina, la radio prendida, el o la compañera de guardia, técnico de farmacia, tantas noches trabajando conversando, esperando pasen las horas.

En la farmacia materno infantil es más tranquila que la de adultos,aunque ya los farmacéuticos no hacen guardia nocturna  alli,  igual habia  que estar allí  toda la noche , muchos amaneceres de invierno o verano en la ventanilla viendo cómo se desvanece la noche, las cuculíes siempre avisan que la noche ya termino , aunque esté oscuro como en los inviernos perciben el ligero cambio de luz ,  la ventanilla da al oeste  y en el verano hay lindos amaneceres , hay una parte de la guardia entre las doce y las seis que uno de los dos atiende el otro descansa, yo prefiero descansar primero y ver el amanecer, la gente soñolienta llega con su receta, la farmacia de pediatría , tiene sus cosas, inexplicables, ya no se trata del crujir de las estructuras, o el ruido de la refrigeradora, de pronto a las tres de la mañana , se cae un frasco en el cuarto oscuro  del costado , o sientes que alguien te pasa la voz , puede que sea que estás medio dormido y sientes que  te tocan el hombro, y saltas, par de lisuras y una oración tranquiliza la noche, uno se acostumbra, la radio es tu compañera, si hay poca gente aprovechó para leer.

La antigua emergencia, del diseño original  con su largo pasadizo  de entrada, donde las ambulancias entran raudas con el ulular de la sirena. Una vez llegó mi madre desde Chosica la trajo mi hermana Marisol, tan rápido que del carro recalentado  salía humo, una complicación cardiaca, que fue atendida, allí también llego mi padre con las úlceras estomacales sangrando le salvaron la vida. En esa ubicación diseñada ex profesamente como emergencia toda estaba a la mano, trauma shock, uci, sala de operaciones, la farmacia pequeña pero allí nos pasamos buena parte de la vida, he trabajado treinta y dos años  llegué a trabajar a los  treinta y dos años,  toda una vida.

Tantos compañeros de guardia unos más rápidos que otros, los conversadores , los mudos que no hablaban nada, entretenidos , aburridos , dormilones, los eléctricos , como una señora hiperactiva que se ponía a digitar, ordenar limpiar, conversaba con los pacientes ,técnicos, enfermeras   el ambiente pequeño el sillón para descansar a pocos metros, había que decirle que se quede tranquila, otro era el señor Carlitos , conversador contador de anécdotas de las farmacia donde trabajó en la Victoria , en el Callao , hablábamos de fútbol y cuando tenía que descansar salía a fumarse un cigarro y luego si no había mucha gente, mientras yo atendía se ponía a preparar sus anzuelos , para sus noches de pescador. Don Hernán también ya jubilado súper trabajador - descanse nomas- me decía igual conversábamos mucho, una noche me dejaron una papa a la huancaína me la comí  , me dio el cólico más fuerte de mi vida, a las dos de la mañana con la camiseta y el mandil empapado de sudor  provocado por el dolor. Me llevo al tópico me inyectaron y me dormí, se hizo la guardia solo, cuando le agradecí al terminar el turno con su sonrisa de hombre bueno, me dijo – así eran las guardias en la farmacia cuando  trabajaba en Breña, también  trabajé con Elmer, Augusto  entre otros, compartiendo las noches frías o calurosas, terminando con su caldo de gallina o comprando tamales para llevar a la casa.

Los últimos años pasamos a la nueva emergencia, la viejita saturada de pacientes, programada para tener 60 hospitalizados fue creciendo hasta tener 200 o más, en pasadizos, salas de espera, en sillones, sillas. El nuevo edificio se programó con 200 camas, que se saturaron en menos de tres meses volviéndose a llenar los pasillos de camillas. Esa farmacia si es más grande con baño, un ambiente para descansar y tomar un café. Allí  llego un equipo de gente joven al que me integre, la mayoría mujeres, de a poco fueron cambiando con personal antiguo, creándose un nuevo grupo.
De todas la emergencias el lonche   más los de feriados y domingos es una institución, hacer una chanchita y comprar pan con algo que poner jamonada, aceitunas palta  depende la fecha y el bolsillo, días después del pago suelen ser suculentos.

Tantas anécdotas, vi a esforzadas mujeres y hombres trabajar y estudiar hasta ser profesionales farmacéuticos enfermera una de ellas. He pasado una navidad y un año nuevo en emergencia. La navidad con Ángel y el año nuevo ruidoso y festivo en la antigua con José.

Esa noche del último  Domingo de Mayo,  amanecer Lunes fue más que especial, me venía sintiendo mal hacía ya varios meses, me habían hecho algunas pruebas, y no salía nada mal, esos últimos días el dolor en el abdomen se hacía más intenso, más de un año deje de ir al comedor, había dejado la coca cola y el café para reemplazarlo con anís. Termine el turno y el dolor era más intenso, ya había quedado con el doctor Taza, para que me examine, esa mañana fría me vio  me detectaron un tumor en el íleo  y el apéndice inflamado, me operaron por la tarde hace ya casi cinco meses, esa fue la última guardia.

Espero regresar pronto y volver a trabajar a la farmacia de emergencia para hacer mis guardias terminar mi vida laboral con una guardia nocturna, si Dios quiere.




las fotos son de hace dos años en la farmacia materno infantil hospital rebagliati  5 y 30  de la mañana mas o menos 

        

2 comentarios:

mis guardias nocturnas.

 GUARDIAS NOCTURNAS Ha pasado muchos meses que no voy a trabajar al hospital, primero fue por descansos médicos por un problema oncológico, ...