miércoles, 28 de agosto de 2019

CRIMEN EN EL REBA todo tiene su final.



CRIMEN EN EL REBA III 




Que cuando el amor
            no es locura
               No es amor
Pedro Calderón de la Barca.






Algo le faltaba para cerrar el caso, no tenía confesión, ni testigos, faltaban pruebas, sin el teléfono de Flora no se podía saber quien la ha había llamado esa noche, la llamada que  recibió Núñez no era rastreable , sin eso  la investigación estaba paralizada.  Encontrar el teléfono de donde habían salido las llamadas era clave, el asesino llamaba de ese teléfono  a los dos,  un numero  pero sin dueño, prepago casi sin  llamadas .Era  alguien del hospital concluyo el cachorro, mientras en su sala de audiofilo escuchaba un vinilo de Paul Muriat le recordaba la casa paterna. Entrampado en eso  iba al hospital  dándole vueltas para tratar de encontrar algo mas, de noche en especial, pero era muy visible la gente estaba enterada que estaba  buscando al asesino y lo veían con recelo, tenía que infiltrar a alguien para que fuera sus ojos, encontró un joven de la escuela de suboficiales que estaba dispuesto a hacer de detective,  entro como empleado de limpieza, se podía mover por cualquier lado,  escuchar, Panta era el apodo para el espía del cachorro.

Pronto se metió en la vida del hospital, y vio que Ana era un personaje permanente y andaba por todos lados, por los pisos  consultorios, comenzó a vigilarla, si alguien sabía algo de lo que paso esa noche era ella. Con el cachorro pusieron una cámara en el pasillo de la escena del crimen que la prendía de noche, con la esperanza de ver si alguien regresaba a la escena del crimen. Más de una vez la vieron salir con bolsas,  en el velatorio de seis  capillas había gente de la calle hasta las once de la noche, un lugar fácil para mezclarse  salir o entrar de la calle. Los pasadizos colindaban con los almacenes, las paredes protegidas por mallas metálicas  en la parte superior. Por allí vio como la doctora con ropa de calle de un salto llegaba a la malla con un empujón logro  se desprendiera  se perdía  en la oscuridad del almacén   de repuestos y cosas sin movimiento, un lugar muy poco visitado lleno de polvo con tarjetas de kardex con solo anotaciones de inventarios años tras años, era uno de sus refugios para pasar la noche un lugar como detenido en el tiempo.

Con el permiso de la administración entro ,  vio las huellas en la pared por donde entraba, en uno de los pasadizos en una inmensa caja de madera que servia de refugio, encontró frazadas , ropa vieja y papeles acumulados en folders y cuadernos, pero nada más ,  caminando vio una tapa de cemento en el suelo,  estaba limpia sin polvo como todo a los alrededores la levanto era, la entrada a  los ductos de agua que entraban al hospital, se podía ir por ellos a gatas ,recorrió una parte de ellos en la humedad y entraba al pozo del hospital ,  era un deposito del tamaño de una piscina encargada mantener el abastecimiento siempre. Más adelante desde una puerta pequeña, se podía escuchar los calderos , todos pasadizos intransitados ,desconocidos para la mayoría,  estaban en desuso.

Allí encontró el cachorro el refugio más secreto de Ana, un cuartito con un foco de luz amarilla que daba al incinerador que había dejado de funcionar a fines de los años ochenta.  Cajas de cartón llenas de papeles documentos fotos recortes de periódicos que remontaban a años pasados  , medicamentos, cachivaches,frazadas,  una caja con lentes ,cadenas de oro, billeteras , relojes celulares aparentemente robados , sin mover mucho para no ser descubierto  miro los celulares algunos ya antiguos lo que lo asombro y paralizo fue encontrar cajas de cartón escondidas debajo de trastos viejos llenas de billetes protegidas con bolsas plásticas, no podría calcular cuánto pero era demasiado , no guardaba su dinero en el banco, lo asusto ver una cabeza de perro momificada, como cuidando su tesoro. Al salir tuvo la certeza que Ana tenía que ver con el crimen. Se entrevistó con el psiquiatra que la veía, vio su historia clínica casi vacía, diagnostico de esquizofrenia. 

En las grabaciones de la cámara escondida  logro verla más de una vez, al pasar por el lugar del crimen, la vio sobre parar y persignarse , con eso no podía arrestarla pero tenía que vincularla  con Núñez. Lo interrogo buscando la relación, solo sabía que lo odiaba, alguna vez tuvo que ser testigo por entregarle medicamentos en recetas falsificadas, el  las había atendido por que los  técnicos le tenían miedo y preferían no tratar con ella, las recetas no venían a su nombre y hacia una rúbrica inidentificable. El asunto quedo en una sanción que Ana apelo y no se hizo efectiva, pero  lo denuncio por falso testimonio, calumnia y otros que tampoco prospero. El cachorro observo que una farmacéutica era amiga de Ana, la buscaba con alguna frecuencia en las guardias y se quedaba con ella conversando horas.

Entrevistada supo que Ana había comenzado estudiando farmacia y allí se había trasladado a medicina, supo del odio  por Núñez, en la facultad habían hecho los primeros ciclos juntos  ella se enamoró de él, sin mayor fortuna. Pero en una fiesta él medio borracho se había enterado de su admiradora y bailando la  beso, ella ilusionada lo amo más que nunca para Núñez no significo nada y pronto lo olvido, ella se cambió a medicina y lo odio para siempre.  

Pero todos sabemos que no hay crimen perfecto, saber de quién era el teléfono daría con el asesino,  lo había timbrado varias veces, pero sonaba desconectado, ¿Cómo hacer que lo conecte? Y estar cerca cuando lo haga, tenía que idear algo para que cargara el teléfono y contestara. Dejo correr el rumor que Núñez había enviado un mensaje al teléfono del asesino, diciendo que sabía quién era.
 -Se quién eres, espera mi llamada tienes que darme cien mil soles o aviso a la policía-
 breve conciso amenazador.

Encargo a Panta estuviera lo más cerca que pudiera de Ana en especial  por las noches a la hora de la cena, ese Jueves el cachorro llamaría y si su hipótesis era  correcta, sonaría el  celular en poder de ella. A las diez abrieron el comedor la gente  llegaba , Ana tenía los horarios estudiados, cuando la afluencia era alta  las colas crecían  para recibir la cenaese omento era aprovechado por  Ana para colarse ,se puso en la cola y Panta  un poco más atrás ,sonó el teléfono que tenía Ana, pero no contesto, Panta le aviso a al cachorro Rosas, quien puso el equipo operativo en acción, estaban cerca a la espera de entrar en acción.

No debía salir del comedor ni perderle de vista, por si se  deshacía del celular y todo quedaría en nada. Panta tenía el celular en comunicación con Rosas, -avísame a la hora que se levante– le dijo- ni bien observo q se paraba  le aviso, el equipo estaba en el primer piso listos a bajar al comedor en el sótano, el cachorro llamo, el teléfono timbro varias veces, hasta que contesto en ese momento bajo el equipo y cerro la entrada.

 -¿qué quieres? Dijo fríamente, la mujer antes que dijera algo
– Solo que sigas caminando, te estoy esperando – contesto Rosas con algo de sorna.

Ana estaba  a metros de la puerta, levanto la cabeza y se puso pálida tres varones y una mujer policías y el cachorro que sonreía la esperaban,  todavía tenía el teléfono .se le acercaron rápidamente y le quitaron el aparato, no intento nada, la había descubierto.

 La obsesión patológica  la había llevado a querer vengarse de Núñez, por un hecho intrascendente en el pasado pero para ella una afrenta imperdonable, años había guardado su rabia, de la ofensa  del hombre que había amado, cuando coincidieron en el hospital, en ella se exacerbo el mal que llevaba, lo odio más que nunca, porque además no la había reconocido, había pasado  mucho tiempo. Tramo con paciencia su venganza, matarlo era poco, tenía que vivir el suplicio de morir en vida en una prisión. Lo siguió años pero no lograba envolverlo, hasta que  la enfermedad y la edad  hicieron crisis, agudizando su mal perdiendo cada vez mas contacto con la realidad.

Involucro a Núñez, en el asesinato  donde todo lo incriminaba, la única pieza suelta era poder relacionarla  por el celular, que había comprado en la cachina, se comunicó  con  la pareja cada uno con sus intereses,  debió deshacerse del aparato pero lo guardo con los otros que había hurtado. Ese fue su talón de Aquiles la enferma avaricia que la aquejaba.

¿Qué paso después?, Ana detenida 15 días preventivamente presento argumentos de vicios de forma procesal en la detención y certificados de salud que demostraban el deterioro de su salud mental, siendo internada en un hospital. De  donde huyo, nunca encontraron todo el dinero en cajas   de sus sueldos escondidos  en el cuartito oculto en el sótano, alguien contó que la vio en Bolivia recogiendo cartones y plásticos en la calle. Nuñez opto por jubilarse ,El cachorro Rosas  siguió trabajando y jugando fulbito y escribió una novela sobre el crimen en elReba. 
  
Jesús Maria Agosto de 2019



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